Corcubión. Un desastre. No es que Corcubión sea un desastre, qué va. Al contrario. Es un municipio realmente bello. Pero es una locura si se va como turista deseoso de conocerlo. Yo vine con la intención de pasar un día entero y con dos horas y media tengo suficiente. Y no ya porque la oficina de turismo esté cerrada, mal que aqueja a la Costa da Morte en general con las consabidas excepciones, sino porque no hay manera de ver nada.
Mi objetivo principal era el castro de Quenxe, que en una visita reciente no había localizado. Me alegré al ver una señal. La única. De manera que, con un mapa 1:25000 (dudo que los turistas lleven uno en la guantera) di con el sitio. Ahí lo tienen, en la foto de arriba. Irreconocible. En la de abajo se distingue una muralla (también está en la superior, en primer término) con más detalle. Punto final. Ni un panel, ni un folleto, nada.
¡Viva el turismo en Galicia! Para llorar…