La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
Seleccionar página

santo alberte

Santo Alberte. Aproveché las pasadas horas, con un cierto sol, para llegarme a Santo Alberte, el lugar auténticamente mágico al que llega el peregrino que sigue el Camino Norte. O sea, el que se encuentra justo cuando deja atrás el municipio de Begonte para adentrarse hacia el sur buscando el monasterio de Sobrado. Conste que ese trazado era seguido por muy pocos en el pasado, puesto que en los años medievales y en la Edad Moderna se continuaba hacia Betanzos para luego girar buscando Sigüeiro.

Santo Alberte es una maravilla. Primero está su puente, muy bien consolidado bajo el que sin duda fue el mejor director xeral de Patrimonio de la Xunta, Felipe Arias, arqueólogo y buen conocedor del terreno que pisaba. Y luego, comenzando el ascenso, su fuente y su iglesia, maravilloso templo aquí fotografiado. Es uno de esos enclaves que todo el mundo debería conocer. Conste: la impresión es muchísimo mejor si se deja el coche y se cruza el río andando. Cinco o diez minutos de un paseo inolvidable.