Santiago de Compostela. He acudido a conocer Secretos de Galicia, una pequeña tienda que desde hace unos pocos días arrancó su aventura casi frente al mercado de Santiago. Me lio un amigo que les lleva la comunicación, y no lamento haber ido. La idea de los dos socios en cuestión no es que sea la más original del mundo: hablar con proveedores independientes, por lo general pequeños, buscar productos de calidad, ponerles la etiqueta de Secretos de Galicia y distribuirlos. No sólo con la venta directa, sino con córners en -por ejemplo- hoteles. No se cierran a nada, como es lógico, y su capacidad de promoción así como el propio mercado dirán hasta dónde pueden llegar.
Lo que me gustó (además del suelo, de inequívocos recuerdos nórdicos) es que la gente joven se anime con proyectos serios. Sería una buena noticia para esta ciudad que Secretos de Galicia saliera adelante. Y que ese espíritu emprendedor (desgraciada palabra en los últimos tiempos) se contagie por el país…