Camariñas. Paseo por Camariñas. Un placer. Relativo, pero un placer. Y de repente, un bofetón, una puñalada al turismo. ¿Qué quiere hoy en día el turista que se llega a la Costa da Morte? Autenticidad. ¿Es autenticidad ver cochas variadas, muy coloridas, de Indonesia, Filipinas, Malasia…? Eso es no entender nada. Marcho deprimido. ¡Qué desastre!