Durham. Pocos peros se le pueden poner al para mí hasta ahora mejor restaurante de Inglaterra: el DH1, que comparte edificio con el Farney Tower Hotel, una auténtica curiosidad. Es la prueba evidente y palpable de dos cosas: primera, que eso de que los ingleses cocinan mal es unha chorrada sin fundamento. Y segunda, que nada de lo que hacen es comparable a lo que hace el resto de los mortales, siempre tienen que dar la nota, para bien y para mal.
Y es que sus platos no son comparables a nada. ¿Cómo explicar su trozo de bacon a la plancha con coles de bruselas, zanahorias, tiras de manzana, puré de algo indeterminado sobre reducción de salsa de pollo?
Si alguien hoy en día investiga en la cocina -ojo, cocina, no laboratorio químico- son los ingleses y, en mucha menor medida, los daneses.
Otra cosa es que guste. Pero es algo de cada uno y de la cultura que haya recibido. Y una persona de mal diente como yo no será la que tenga nada que decir al respecto..