Xinzo de Limia. La foto fue hecha entre la torre de A Pena y el monasterio de Bo Xesús, en el municipio ourensano de Xinzo de Limia, pero podía ser cualquier recóndito o no tan recóndito rincón de Galicia: contenedores y más contenedores afean el paisaje, y acabaremos poniendo uno al lado de cada árbol (dicen que tenemos 400 millones…). Una lacra cancerígena para el turismo, porque encima montes y ríos están todo menos impolutos, con estercoleros clandestinos aquí y allá. ¿Inglaterra? Recogida una vez a la semana, y lo que sea susceptible de reciclaje una vez cada dos semanas. Eso sí, con estratégicos puntos limpios municipales para el que tenga prisa en deshacerse de los detritos. Y aquí, en un municipio que no llega ni de lejos a los 10.000 habitantes como el mío, Oroso, hay recogida todos los días, ¡domingos incluidos! Este es un país de ricos. Y de analfabetos ecológicos.