Red Natura del río Tambre. Me envía su último libro Fernando Cabeza Quiles, en su día un excelente colaborador del periódico que publicaba semanalmente en mis páginas del suplemento Galicia una documentada serie sobre la toponimia gallega. Yo creo -aunque avanzo que no soy especialista- que el conjunto de publicaciones lo sitúan como la persona que más trabajos tiene sobre el tema, y desde luego a mí me siguen resultando muy útiles.
En este caso Fernando Cabeza se mete en un peligroso jardín: A toponimia celta de Galicia, que así se titula el grueso volumen de más de 500 páginas de la editorial Toxosoutos. Y digo peligroso porque desde hace un lustro se está intentando reactivar el nunca cerrado debate de si hubo celtas en Galicia, gloriosa invención de los románticos que, quizás, pueda tener alguna base real. De manera que ya en Facebook han sonado las primeras trompetas de a la carga y le han zurrado de lo lindo. A prioiri y desde mi sabia ignorancia, no atisbo celtas en el próximo horizonte, pero desde luego no me atrevo a rebatir ni una sola de las palabras de Fernando Cabeza. Porque su aporte a ese debate no arranca del estómago ni del corazón, sino del conocimiento y de la cabeza. Ojalá hubiera muchas aportaciones de ese nivel. Y además, personas que, años después, le recuerden a uno con afecto.