Red Natura del río Tambre. Me he pasado un par de días en O Cebreiro, en el hotel de Pilar y Luis, unos viejos amigos ya emblemáticos en el Camino de Santiago. El fruto de mi estancia se puede leer hoy en La Voz de Galicia: tres páginas con poco texto y mucha excelente foto -como en toda la serie de Galicia Bonita- de Manuel Marras. En este país triunfalista de tronío y olé aunque luego ande lleno de lo que en Ferrol se llamaban señoritas del pan pringado, donde los visitantes a Galicia los cuenta la Xunta de millón en millón hasta la derrota final-porque así engañamos a los bobos, que somos nosotros, porque al resto del mundo no hay quien le cuele la idiotez de diez millones de visitantes en este año jacobeo-, mi reportaje tiene al menos un mérito: es absolutamente veraz. Gustará o no, pero lo que se dice es rigurosamente cierto en lo que se refiere a ese par de días: existe Almudena, existe Ovidi, existe Erika y existe el hecho de que ha disminuido alarmantemente el número de peregrinos y viajeros en general. Por no hablar del escaso gasto que hacen.
Luego hay anécdotas. Por ejemplo, el corrector de estilo de mi periódico se ha pasado de listo, pero eso sucede hasta en las mejores familias. Ignora que en toda esa parte de Lugo la manera cariñosa de dirigirse al personal es con un «mona», que ha tenido a bien censurar. Y más anécdotas: pinchen aquí y lean este reportaje, muy bueno y también de mi periódico, que sale hoy en la edición de Santiago.
Ola! O de que hai moita xente no xacobeo é así así. Eu fixen o camiño en Semana Santa e o certo é que ía ateigado de xente, pero hai que pensar que eran as datas nas que todos os que traballabamos podiamos intentalo. Ignoro como vai de xente o resto do tempo. No tocante ao gasto do persoal estou de acordo con que é mínimo. Cando chegabamos aos restaurantes para comer sempre houbo sitio baleiro no que poder sentarnos e polos comentarios dos «restauradores» a cousa tiña trazas de ser así todo o ano.
Apertas
Ola outra vez.
Acabo de ler o artigo sobre as «máquinas» do camiño. Que lle queres, a vida é así! Será unha forma de loitar contra o paro poñendo máquinas.
En canto o das «cunetas», vaia oh, é que non acabades de ver o fermoso que resulta poder apreciar a beldade do asfalto? Non vexades o suxestivo que é que che pasen os coches cerca a toda «pastilla», é como se estivésedes nun circuíto. Vamos, hai que lle atopar a parte de emoción do camiño, o risco. Que vai ser a vida sen risco!