La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
Seleccionar página

cata4b

Red Natura del río Tambre. Llego a casa a estas horas procedente de Vilalba. La cosa empezó con ciertos aires de broma entre Elena Goyanes y yo, ya que había invitado a Telmo a la entrega de premios de las catas de quesos y mieles de Galicia y se había olvidado de un servidor. Y al final acabé yendo a algo que en absoluto tenía en la agenda, pero lo cierto es que maté varios pájaros de un tiro. Entre otras cosas, inspeccionando cómo están los cruces del Camino Norte con la carretera general. Que son un desastre, por cierto, porque mucho concierto xacobeo y poco cuidado por el Camino en sí. Pero esa es otra historia.

El caso es me fui al parador de Vilalba con escasa convicción y salí contento. El edificio, que es nuevo, acusa el paso de los años. Le van dando solera, pero nunca tendrá la personalidad del torreón de los Andrade, que también forma parte del parador y en realidad era el parador desde siempre. El salón, lleno a rebosar, y la organización, buena, como no podía ser de otra manera.

Pero lo interesante no es eso, ni el que la comida fuese gallega-gallega, desde el pan a los vinos pasando por las verduras y los postres. Todo con denominación de origen o indicación protegida. Lo interesante fue el ambiente. Le comentaba a Javier Goyanes, que se sentaba a mi diestra, que hace 20 años hubiera sido imposible una reunión como esa. Porque con independencia de las charlas más o menos amenas -la mía debió de ser soporífera porque realmente estaba cansado- lo que emanaba allí era orgullo. Un señor que hace quesos es un señor que aspira a un premio, al reconocimiento social, a las palabras elogiosas del conselleiro de Medio Rural, al aplauso de los centenares de personas allí reunidas. Un paisano que hace miel es un emprendedor que busca la calidad del producto y que pretende generar riqueza, imagen y marca. Y eso, en esta Galicia donde todo se minusvalora, es un tesoro.

Así que larga vida a las catas de miel y quesos. Por cierto, espero que Elena me invite el año próximo antes que a Telmo.