La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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«Podemos tener democracia, o podemos tener la riqueza concentrada en pocas manos, pero no podemos tener ambas»

Esta cita del Juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Louis Brandeis, no suena extraña en nuestro pais: 8 de cada 10 españoles pensamos que las leyes están pensadas para favorecer a los más ricos.

Un pais y un sistema viciado donde unas pocas personas se enriquecen a costa de prácticamente todos y en donde un alto porcentaje de nuestros 80.000 representantes políticos ha olvidado su papel como protectores de los más débiles para garantizar el enriquecimiento ilícito de aquellos que, cada vez, son más ricos. 

Mientras la mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo, en España, la riqueza de las 20 personas más ricas (77.000 millones de euros) es equivalente a la renta del 20% de las personas más pobres. Según un informe encargado en 2010 por la OCDE,los españoles esconden 175.000 millones de euros en paraísos fiscales.

Xaquín Marín: Las grandes fortunas, en agradecimiento a los pobres, sin los que no sería posible su existencia

Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica”.

En este documentado informe hecho público hoy a nivel mundial en vísperas del Foro Económico Mundial en Davos, por Oxfam (Oxfam Intermón en España) se detalla el impacto pernicioso que la creciente desigualdad está teniendo tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados como España, permitiendo que los más ricos promuevan políticas que protegen sus intereses en detrimento de la mayoría y socavando los procesos democráticos.

Este manifiesto secuestro de los procesos democráticos por parte de las élites y a expensas de la clase media y los más pobres ha contribuido a crear un mundo en el que siete de cada diez personas viven en países donde la desigualdad ha aumentado desde la década de 1980 y donde el 1% de las familias más poderosas acapara el 46% de su riqueza.

Pocas dudas quedan ya de que estamos asistiendo a una guerra mundial contra los pobres, y en donde la desigualdad está ganando por goleada. En España las víctimas directas son las 13.090.000 personas que viven en riesgo de pobreza o exclusión social, el 28,2% de la población.

La desigualdad es inaceptable desde el punto de vista etico y social, desastrosa económicamente (desestimula el crecimiento) y nefasta politicamente porque conlleva democracias de muy baja calidad, en donde los ciudadanos disponemos de cada vez menos poder sobre nuestras vidas y no podamos ejercer nuestros derechos.

No se confundan. No vivimos en una economía de libre mercado donde si usted es una persona con iniciativa, un empresario que  quiere enriquecerse lícitamente con su esfuerzo y buena gestión, pueda tener éxito.  No, depende de su capacidad para tener amigos y chanchullos con el poder politico.

Como demuestra el informe, en este  «capitalismo de estado» o  o en el más acertado «capitalismo de amiguetes» del Nobel Joseph Stiglitz al referirse a esta relación de dependencia entre poder politico y económico que impide la defensa de los derechos del publico y los inversores. A cuando este 1% más rico de la población manipula y monopoliza mercados en su único beneficio, con la colaboración activa de un poder polìtico que ha dejado de luchar por el interés general.  Cuando políticos honestos del PSOE se olvidan de los principios de la socialdemocracia y cuando políticos honestos del PP se olvidan de los de la democracia cristiana.

Tienen muchos ejemplos en el informe y en los periodicos: desregulación financiera, privatización pensiones publicas, construcción, servicios sociales, etc.  En Barrio Sésamo se atreven a explicarnos el concepto de «puertas giratorias» y la relación entre políticos y el oligopolio de las empresas eléctricas que pagamos usted y yo,  que impide la creación de miles de puestos de trabajo en energias alternativas y que condena  a cuatro millones de personas en España a la pobreza energética, a no tener fondos para encender la calefacción en invierno.

Dinero llama dinero y una vez que el sistema político e institucional está diseñado para favorecer a la élite , la consolidación de sus privilegios se transmite y se pone en peligro la «igualdad de oportunidades«, en la que los logros y resultados de una persona no dependen de su raza, género, o los ingresos de sus padres.

Nos lo muestran en este gráfico en el que se relaciona el Indice Gini que mide la desigualdad con el grado de dependencia entre los ingresos de una persona y los de sus padres. En España, casi la mitad de los ingresos de una persona se relaciona con lo que sus padres ganaron en el pasado.

En definitiva, la desigualdad extrema está cambiando las reglas de juego del gobierno democrático al romper la baraja e invalidar el “contrato social” entre los derechos y las obligaciones de los ciudadanos y los de sus representantes institucionales. Cuando la corrupción en España nos cuesta un mínimo de 40000 millones de euros. ¿Hemos llegado a un punto en el que la «desobediencia civil» está justificada?, se pregunta Javier Marías.

Razones para el optimismo

No se depriman, el propio informe es una excelente noticia, por el que hay de dar la enhorabuena a sus autores.  Nos habla de la sociedad civil global organizada. No estamos sólos en esta batalla por la dignidad humana en la que no tiene sentido hablar de pobres de aquí y pobres de allí.

Hay múltiples ejemplos por todo el mundo en los que se demuestra que la reducción de la desigualdad es una garantía para el crecimiento económico sostenible.

Y lo que se reclama, sobre la base de la rendición de cuentas y la participación ciudadana está también muy claro: garantizar independencia y regulación de mercados, seguridad jurídica, lucha contra secreto bancario y evasión y elusión fiscal, politicas redistributivas en gastos e ingresos públicos, transparencia y acceso a la información, lucha contra la corrupción garantizando independencia poder judicial… Me quedo con dos propuestas sencillas:

  • Considerar como objetivo de Desarrollo Post 2015 de la ONU la eliminación de la desigualdad económica extrema a nivel global y en cada país.
  • Incluir el Indice Gini o cualquier otro que mida la desigualdad en el cuadro macroeconómico del gobierno, al mismo nivel que la previsión de crecimiento, la inflación, la prima de riesgo o el déficit público.

Les dejo otra propuesta como reflexión final y sobre la que seguro volveré en el futuro. El 25 de mayo previsiblemente serán las elecciones al Parlamento Europeo. No voten a ningún partido que en su programa electoral no tenga como prioridad la lucha contra la desigualdad y la corrupción. Y hasta ese día y a partir del día después de las elecciones, exijan que se cumpla.

La lucha por la democracia no es sólo para que haya elecciones cada cuatro años sino para asegurar los valores de transparencia, justicia e igualdad que implica. Podemos luchar desde casa con iniciativas por la transparencia como Quien manda? o usando la guía “El Congreso para principiantes” la primera guía parlamentaria redactada y editada por la asociacion Qué hacen los diputados.

Y también podemos exigirlo en la calle, como nos acaban de demostrar los vecinos y vecinas de Burgos.

Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica. Informe Completo 

Gobernar para las élites. Reflexiones sobre España 

@xosecuns

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