La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Un plano secuencia infinito

Han pasado ya casi cuarenta años desde aquel 1 de noviembre de 1975 en que el cadáver de Pier Paolo Pasolini apareció junto a la playa de Ostia. Comunista, homosexual y dotado de una extraña y honda religiosidad («Dios es la realidad dialogando consigo misma», afirmaba), Pasolini fue juzgado, como Sócrates, por corrupción de menores e impiedad contra la religión oficial del Estado. Y, paradoja de las paradojas, este verano L’Osservatore Romano sentenciaba, cincuenta años después, que El Evangelio según San Mateo es «la mejor obra sobre Jesús de la historia del cine». Amén.
Regresa a escena Pasolini por la película de Abel Ferrara y por la publicación, en Errata Naturae, de la colección de ensayos Demasiada libertad sexual os convertirá en terroristas. El texto confirma que Pasolini no solo fue uno de los cineastas icónicos de la segunda mitad del siglo XX, sino que fue también un escritor de … Seguir leyendo