400.000 niños se alimentan mal en España. El presupuesto en casa no da para una dieta variada.
700.000 niños no pueden permitirse gafas. Ven mal la pizarra, la lección no queda clara y fracasan.
Y hoy te toca a ti. Te toca demostrar que este es un país que vaya a tolerar que se juegue con su infancia.
Hay un millón de niños con el abrigo puesto en casa.
Números que averguenzan y congelan el futuro… de España.
España es, tras Rumania, el país de la Unión Europea donde a más niños y niñas les toca malvivir. Demostremos que este país no los va a abandonar a su suerte.
No suelo mirar las campañas publicitarias de las grandes ONG. En la mayoría hay un debate interno permanente en su enfoque publicitario para captar donativos y nuevas socias: entre el más racional de defender los derechos de las personas en … Seguir leyendo
El nuevo presidente del Partido Popular acaba de presentar suPlan de medidas urgentes y extraordinarias en defensa de las familias y la economía de España. Además de su tono educado, y en estos tiempos de fomento interesado del discurso del odio ya es mucho, lo que más ha trascendido son sus propuestas de reducción de impuestos. No me voy a referir a ellas porque poco creíbles y fiables son mientras no se diga claramente qué gastos se recortarían y sobre todo que estos recortes no afectan a las personas en pobreza, dependientes, con discapacidad, migrantes, pensionistas, acceso a vivienda, etcétera.
Si me interesó leer en algún medio referencias someras del tipo:«una caricia socialmente apreciable: subvencionar con un “pago anticipado”, una suerte de cheque, de 200 a 300 euros mensuales, a las rentas más modestas, inferiores a los 14.000 euros anuales«.
Tengo la inmensa suerte de estar rodeado de trabajadoras sociales (algún trabajador hay, pero escasean), la mayoría ejerciendo pero también en formación. No hay semana en que no tenga ejemplos de compromiso y coherencia, de no claudicar ante una burocracia asfixiante y aporofóbica. De comprobar lo que implica ejercer una profesión que, o es vocacional, o es dañina.
Sin embargo, a pesar de estar en la trinchera garantizando derechos y servicios sociales públicos y de su coherencia con los principios de su profesión, la sensación que perciben muchas de ellas es la de ser … Seguir leyendo
Era de esperar una cierta resistencia al cambio o a la reasignación de recursos, pero lo que sorprende y preocupa a entidades y profesionales es una actitud de rechazo hasta con agresividad a superar aporofóbicas medidas paliativas o de limosna. En personas de todo tipo de formación, clase social o ideología política. Responsables políticas, profesionales de servicios sociales o en organizaciones de acción social. Con las personas sin hogar o ante medidas … Seguir leyendo
Era de agardar unha certa resistencia ao cambio ou á reatribución de recursos, pero o que sorprende e preocupa a entidades e profesionais é unha actitude de rexeitamento ata con agresividade a superar aporofóbicas medidas paliativas ou de esmola. En persoas de todo tipo de formación, clase social ou ideoloxía política. Responsables políticas, profesionais de servizos sociais ou en organizacións de acción social. Coas persoas sen fogar ou ante medidas como as tarxetas moedeiro para a … Seguir leyendo
En estos meses de pandemia en los que todo se ha acelerado, cada vez estoy más incómodo con que la velocidad apenas me deja disfrutar el momento. Pararme a contar los pequeños éxitos o las frustraciones que vivo en mi trabajo de incidencia política, o alguna de las decenas de las pequeñas o grandes buenas noticias que me regalan cada semana muchas de las profesionales y voluntarias de toda España con las que tengo la inmensa suerte de poder aprender y trabajar todos los días.
!Denme una trabajadora social motivada y cambio el mundo! Se me ha escapado en alguna charla (también polemizar espetando que «si no lo están, lárguense«, pero esa es otra historia).De la gente a las personas. Trabajo Social: más que nunca, escribieron hace siete años cinco futuras trabajadoras sociales: Noelia Pereira, Patricia Balado, Ariadna López, Aida Souto y Estefanía Dapena. Escribo sus … Seguir leyendo