Lo sentimos. Pero pretender luchar con una mínima garantía de éxito contra la pobreza y sus causas implica responder a la pregunta del título.
Asistencialismo o derechos y transformación social. ¿Por qué modelo opta usted? ¿Y la organización a la que dedica su tiempo o su dinero? ¿Y su parroquia o los servicios sociales de su ayuntamiento?
Una de las principales razones que están detrás del fracaso rotundo de muchas políticas y programas de inclusión social es no ser conscientes o pretender esconder esta toma de decisiones (ideológica y política) que se realiza de facto detrás de palabras quizá moribundas como ayudar (a los necesitados o desfavorecidos), solidaridad, caridad, compasión, apolíticismo…
Una aclaración. No vean ni un asomo de crítica a las personas que ante el desprecio del gobierno de turno, buscan dinero como sea para pagar costosos tratamientos a personas queridas, ni a las que dedican su tiempo … Seguir leyendo
Esta é a mensaxe que perciben moitas persoas ao recibir á alta hospitalaria. Sálvaselles a vida no hospital pero logo quedan á sua sorte: persoas con dependencia, sen fogar, enfermas de cancro, con dano cerebral adquirido…
Los ayuntamientos son la administración pública en la que más se percibe la injusta realidad de las más de 12,3 millones de personas que en España malviven en riesgo de pobreza o en la exclusión social. No hay día en que las personas profesionales o voluntarias de ayuntamientos o de organizaciones de acción social dejen de comprobar esta emergencia en la que a una de cada cuatro personas (26,6%) se les niega en España su derecho a una vida digna y a una auténtica inclusión social y laboral. Especialmente a las mujeres, jóvenes, niños y niñas.
A muchas personas les sorprende, pero las elecciones municipales se celebran cuando es evidente que la recuperación económica no está llegando a las personas en pobreza severa. En 2017 había 3.200.000 en esta situación, 300.000 más que el año anterior. Al 6,7 % de los hombres, 7,1 % de las mujeres… … Seguir leyendo
Si algo saben muchas profesionales de la cooperación al desarrollo es luchar contra la pobreza con muchos menos recursos y en situaciones políticas mucho más difíciles que aquí. Con una formación teórica y sobre todo práctica notable, acostumbradas a trabajar en entornos complejos y a menudo hostiles, creando redes junto a organizaciones locales (contrapartes en lenguaje técnico) desarrollando proyectos con garantía de éxito.
Una de las obscenidades de la ¿pasada? crisis fue el intento de enfrentar a los «pobres del Norte con los pobres del Sur«, cuando las razones de la pobreza y la desigualdad son las mismas y cuando las soluciones o son globales o no serán. Mojarse y aceptar el desafío de politizar, de trabajar en red por la defensa de los derechos sociales ha sido una constante de muchasONG de Desarrollo y sus coordinadoras
Este es el mensaje que perciben muchas personas al recibir el alta hospitalaria.
Si hay algo frustrante para muchas profesionales de servicios sociales en administraciones y organizaciones sin ánimo de lucro, es la coordinación en el espacio sociosanitario.
Décadas sin apenas éxito intentando conseguir una coordinación vital para la protección social y sanitaria. No hay forma de que las administraciones se pongan a definirlo, planificarlo, dotarlo y evaluarlo. Y no será por referentes positivos en el ámbito de la salud mental por ejemplo o intentos necesarios como en Navarra.
El resultado es que a muchas personas se les salva la vida en el hospital pero luego se las deja a su suerte cuando les dan el alta: con dependencia, sin hogar, con daño cerebral adquirido... enfermas de cáncer.
En la lucha médica contra el cáncer hay buenas noticias. Se estima … Seguir leyendo
Doña María del Pilar Sánchez-Cantón Lenard también me enseñó palabras como «calicata». A no quedarse en la superficie sino a profundizar cuando se hablara de la pobreza y sus causas. Fue lo más sencillo que aprendí con ella, y como yo muchas personas que hemos tenido la suerte de conocerla.
No la busquen mucho en internet. Si algo distinguió a Piluca durante toda su vida fue su discreción, su alergia a cualquier tipo de reconocimiento por hacer algo que entendía como su obligación. Bastante disgusto tuvo cuando en 2002 el Ayuntamiento de Santiago le concedió el Premio Vagalume «por su experiencia de trabajo solidario y de trabajo social«.
Dos años estuvo sin hablarme cuando varias personas la propusimos para un premio a una de las mujeres gallegas decisivas en la lucha por los derechos humanos. Y eso que no sabía que era un primer paso para proponerla para … Seguir leyendo