Hoy se cumple un mes de los atentados terroristas que en Barcelona y Cambrils acabaron con la vida de 15 personas.
Además de para honrar a las víctimas, felicitarnos de nuevo por la eficacia policial o la unidad política contra el terrorismo y recordar lecciones de solidaridad y tolerancia, asistimos desde entonces a una aceleración del discurso del odio hacia personas y colectivos.
¿Cómo hacer para luchar contra la violencia y sus causas, con rigor y sin caer en la manipulación?
Para responder a esta pregunta, les dejo con José María Vera, el director de Oxfam Intermon.
Hace meses Chema afirmaba en este blog que «las ONG coherentes bajan al barro«. Gracias por demostrarlo y estar siempre del lado de las víctimas, da igual donde estén.
Reflexiones al mes de los atentados terroristas en Barcelona
Tras algunas polémicas y después de la manifestación contra los atentados de … Seguir leyendo
Por eso tienen un mérito especial las mujeres y asociaciones que defienden la igualdad entre hombres y mujeres (lo que es el feminismo), en espacios especialmente difíciles, como la iglesia católica.
Hoy tengo el honor de dejarles con una de estas mujeres, Marisa Vidal. Gracias por tu compromiso, coherencia y entusiasmo, por ficharme para esto de la pobreza y la desigualdad y por demostrarme que sirve de algo!
Mujer en la iglesia: ¿Acaso Dios no quiere la igualdad?
No conozco muchas asociaciones en las que participen hombres que tengan el feminismo, la igualdad real entre hombres y mujeres, como práctica política. La mayoría la dan por supuesta y se … Seguir leyendo
Me sorprendió el absurdo y me fui indignando con todo lo que implica de despilfarro y desprecio político y técnico (porque en este ayuntamiento como en todos hay empleados públicos responsables de que esto no ocurra) a los derechos de muchas personas.
Y me emocioné al acordarme del sufrimiento que he visto en personas a las que quiero, con dependencia o cuidándolas, ante una calle no accesible.
Pero con indignación o emoción no basta. Investigué un poco si la foto es actual y … Seguir leyendo
«Siempre nos preguntaremos las personas completas si una criatura incapacitada de cuerpo puede tenerse en cuenta para dar ideas del mundo. Quien no sabe de las pasiones de las personas (el amor carnal, el odio, el esfuerzo físico, el sudor y el cansancio, el placer de nadar o tomar el sol, la locura de la pelea, piña a piña, el correr de las lágrimas de alegría cuando se besa por primera vez a un hijito…), quien nunca pudo participar de lo que participamos los normales, ¿puede mandar en un partido político?»
Este comentario, dirigido a Pablo Echenique, lo escribió en su Facebook un, hasta ahora, prestigioso escritor que cerraba una lista en las pasadas elecciones autómicas gallegas. Aunque su autor, al que no pienso citar, lo borró rapidamente y pidió unas desganadas disculpas unos días después, creo que sobra explicar el daño que causó a muchas personas.
¿Barcos españoles para violar derechos humanos en Yemen? No en nuestro nombre
Soy una de las 14.430 personas que ya han firmado esta petición de Amnistía Internacional dirigida a la Secretaría de Estado de Comercio, o de las más de 25.000 que lo hicieron hace un año al presidente de Navantia y a Mariano Rajoy para que cumplan la legislación vigente e impidan la venta de cinco corbetas a Arabia Saudí, por el riesgo claro de que se usen para cometer violaciones graves del derecho internacional como ataques indiscriminados a civiles o mantener el bloque naval saudí de Yemen que ha agravado la catástrofe humanitaria en ese país.
Conviene recordar antes de seguir que no estamos hablando del principio de este vídeo, sino sobre todo de su final.
Parece que cumplir la ley o evitar que se cometan atrocidades con estas fragatas es secundario ante los 3.000 … Seguir leyendo
Hace unos días, en De cine, mujeres y futuro, les comentaba que muchas de las películas que he visto últimamente hablan de un futuro que pertenece a las mujeres pero sobre todo que ya no pertenece a los hombres, Que el tiempo de absurdas superioridades y machismos ha pasado y es obligatorio adaptarse y reeducarse para un mundo que si o si tiene que ser más decente.
No cambiar, resistirse, es ser cómplice de la violencia. Si, el tiempo de los orcos está acabando.