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El padre de un niño asesinado en Barcelona se abraza con el Imán de Rubí

Hoy se cumple un mes de los atentados terroristas que en Barcelona y Cambrils acabaron con la vida de 15 personas.

Además de para honrar a las víctimas, felicitarnos de nuevo por la eficacia policial o la unidad política contra el terrorismo y recordar lecciones de solidaridad y tolerancia, asistimos desde entonces a una aceleración del discurso del odio hacia personas y colectivos.

¿Cómo hacer para luchar contra la violencia y sus causas, con rigor y sin caer en la manipulación?

Para responder a esta pregunta, les dejo con José María Vera, el director de Oxfam Intermon.

Hace meses Chema afirmaba en este blog que «las ONG coherentes bajan al barro«. Gracias por demostrarlo y estar siempre del lado de las víctimas, da igual donde estén.

Reflexiones al mes de los atentados terroristas en Barcelona

Tras algunas polémicas y después de la manifestación contra los atentados de Barcelona, me preguntaron cómo hacer para mantener la acción contra la violencia bien enfocada, sin caer en la manipulación.

Una pregunta de difícil respuesta dada la capacidad para sesgar, exagerar o arrimar, que se mostró en algunos momentos. Verbos que se alejan de una posición rigurosa al tiempo que efectiva. A pesar de ello intento resumir 10 ideas:

Siempre del lado de las víctimas

Quienes asesinan en atentados terroristas tienen nombre, adscripción y obedecen a una estrategia criminal, tan bestia como consistente. Beben del mismo fanatismo sectario que arrasa con bombas los mercados de Irak y Afganistán, que viola y mata en Nigeria y Chad, que usa niñas como escudos y armas. Nuestra presencia en estos lugares, y en más, nos hace sentir la brutalidad y gritar contra el terror del ISIS, de Boko Haram y de cualquiera de sus mutaciones. Ampliar el foco, mirar a otros, más al fondo, no rebaja este grito, al contrario. Siempre del lado de las víctimas.

Sí, se trata de un conflicto

Siempre que hay violencia, máxime si es extrema e indiscriminada, se trata de un conflicto. Ahora bien, éste tiene varias caras y una de ellas es entre corrientes y países de mayoría musulmana. O entre moderados y extremistas. Siendo infinitos más los primeros, parece que los segundos ganan espacios religiosos, económicos, culturales y sociales. Apuntar a los retos que tienen líderes religiosos y requerir que se aborden no es una fobia sino algo exigible a cualquier actor. Todos debemos secar el espacio para grupos criminales que usurpan el hecho religioso para ganar adeptos y llevarlos a la violencia.

Debemos ir más al fondo, como siempre

Y ahí nos encontramos con Arabia Saudí y otros como Qatar. Tras leer a expertos en la materia se pone en cuestión si el régimen de Arabia Saudí financia al ISIS. Incluso apuntarían a que, fruto de la presión occidental, esté poniendo trabas a individuos de su país para que manden fondos.

Foto. Pablo Tosco/Oxfam Intermon

Arabia Saudí sí apoya la expansión del wahabismo radical y la violencia

Dicho esto, lo que los expertos en la materia indican de forma unánime, es que Arabia Saudí sí apoya la expansión del wahabismo radical. A través de educadores, líderes religiosos, ayudas sociales y medios de comunicación locales y online efectivos. Esta radicalización alimenta el caldo de cultivo para el salafismo violento cuyas consecuencias no solo las sufren las víctimas del terrorismo donde éste se produzca, de manos de grupos criminales.

También millones de mujeres atenazadas por la dominación machista. Esto lo sabemos bien por nuestro apoyo a organizaciones de mujeres que defienden sus derechos en países como Marruecos.

España sí vende armas a Arabia Saudí. Muchas, mortíferas.

Se ha mentido estas semanas con este asunto que por desgracia conocemos bien. Los datos son públicos -gracias a la acción de organizaciones que nos empeñamos en ello hace años- dados por el propio Gobierno que autoriza la venta de armas españolas a otros países. 650 millones de euros en dos años a Arabia Saudí. Cohetes, munición, misiles, bombas, granadas de mortero, sistemas de detección de tiro. Luego vendrán las corbetas de Navantia.

Vender armas a un país en conflicto vulnera la legislación

Obviamente estas armas no guardan relación con los atentados en Barcelona u otras ciudades europeas. Sí afectan al conflicto en Yemen. Nadie puede asegurar que no se usan, al contrario, en esta guerra brutal con decenas de miles de víctimas civiles y casi 20 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria, acosadas ahora por el cólera.

Arabia Saudí lidera una de las coaliciones en el conflicto y es protagonista en bombardeos, bloqueos navales y acción directa.

Al vender armas a un país en conflicto, que además es violador de derechos humanos en su propia tierra, España vulnera su legislación, la europea y lamina el Tratado Internacional de Control del Comercio de Armas que en algún momento impulsó.

Esperamos seguir contando con tantos apoyos como se han visto estas semanas en contra de la venta de armas a Arabia Saudí. Hasta ahora éramos pocos.

La Monarquía española no vende armas

Lo hacen las empresas con el permiso expreso del Gobierno en forma de licencias. El Rey se atiene a la política exterior del Gobierno. Dicho esto, el Rey es el Jefe del Estado y con sus visitas y cercanías refleja en este caso lo peor de la acción exterior española con regímenes que participan en conflictos y expanden el radicalismo.

Ciertamente las relaciones con los jerarcas saudíes y de emiratos son complejas y no se pueden romper así no más sin que la región estalle. Pues bien, necesitamos una revisión de las mismas. A corto plazo con el final de la venta de armas. También en las negociaciones para obtener contratos de grandes obras que afianzan lazos económicos y dependencias. Y en la evolución hacia un modelo energético no atado a su oro negro.

Una cosa es no derribar estos regímenes, a lo Gadafi, y otra es acostarse cada noche con ellos. La exigencia va también para empresas, clubes de fútbol y otros actores que hacen de alfombra a esos regímenes. Si se baja el pistón de los intereses económicos hay otra forma de relacionarse con una dictadura como Arabia Saudí, exigente y centrada en luchar contra el terrorismo, de verdad.

Foto: Jure Erzen www.eldiario.es

No alimentar guerras y agravios en la región

Debemos seguir señalando la acción bélica en la región, incluyendo la actuación de países occidentales. Desde Afganistán a Irak, de Siria a Libia. Por principios, porque ha causado y causa millones de víctimas civiles. Y además porque alimenta el agravio, componente esencial del fanatismo violento. La situación en Palestina es insostenible e injusta, sin que tenga solución será imposible pacificar la zona y el mundo.

Elevar muros, exteriores e interiores, es la peor respuesta

Además de inhumana e ilegal es ineficaz. Quienes, amparados en la legalidad internacional, buscan asilo escapando de conflictos, requieren de una respuesta urgente y capaz, acorde con el derecho internacional de refugiados. La metralla no conoce de procedencias, credos ni etnias. Solo sabe matar.

Tanto con refugiados como con migrantes hay que asegurar sus derechos y reforzar las políticas de integración y plena ciudadanía. Por justicia y por cohesión. No son la única solución, nada lo es, pero son indispensables para aportar identidad y dar sentido de pertenencia a los jóvenes. Es necesario preguntarse por las diversas causas que alimentan el extremismo en jóvenes, sin conformarse con lo simple y unívoco.

Por nuestro lado, la respuesta al fanatismo no puede ser la cerrazón y la islamofobia. Eso es precisamente lo que los violentos buscan, romper todos los lazos, exacerbar agravios, ahondar diferencias. Nuestras sociedades no pueden ceder en esos principios esenciales de convivencia.

Buscando refugio. Oxfam Intermon

Respetar derechos humanos y libertades públicas

Debemos creer y exigir que es posible la protección de la población, la acción vigilante de cuerpos de seguridad, de forma compatible con los derechos humanos y las libertades públicas. En muchos países vemos que se usan las amenazas a la seguridad como forma de laminar expresiones sociales, sobre todo si son críticas con el poder económico y político. Nada tiene que ver la inteligente persecución de criminales violentos con la represión de voces y manifestaciones que cuestionan las injusticias.

No es fácil mantener una posición firme y rigurosa en momentos así.

Tratemos de hacerlo, con el foco puesto en las víctimas de cualquier lugar y en la legalidad internacional que nos ampara.

@Chema_Vera