La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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Las personas non son culpables de su pobreza. No lo son las niñas y niños ni sus madres y padres. Nadie es inútil ni culpable de su sufrimientoDeclaración Institucional contra el odio y la aporofobia. Parlamento de Galicia. 17 de octubre de 2017.

Mientras continúa la epidemia interesada de fomento del odio y la intolerancia para ocultar el aumento brutal de la desigualdad, en Galicia tenemos buenas noticias.

Quienes buscan enriquecerse con la apología de la violencia y el insulto no tienen ni un solo concejal, diputado o senador. Los partidos con presencia en nuestro Parlamento aprobaron por unanimidad la Declaración Institucional que abre este artículo y que ya es un referente en el resto de parlamentos autonómicos y, si usted se anima a proponerlo, posiblemente en su ayuntamiento… Puede incluso que en las próximas elecciones en Galicia esto siga así si los partidos que asumieron esta Declaración ponen la ética y los principios por encima de un obsceno interés electoral de publicitar a la ultraderecha.

Parece que la convivencia mejora en los colegios gallegos. El 60% de las familias, profesorado y alumnado creen que el clima de su centro es más positivo que tres años atrás, según los datos de la Encuesta General de Convivencia impulsada por la Xunta de Galicia.

Parece. En la misma encuesta ya se dice que uno de cada ocho escolares vive algún conflicto de convivencia en el colegio.

La mala noticia llega con la Encuesta sobre diversidad sexual y LGTBIfobia realizada por el Ayuntamiento de Pontevedra: el 24% del alumnado fue agredido y el 20% se sintió excluído por su orientación o identidad sexual.

Para analizar las conclusiones de este estudio, les dejo con Iago Aperador. Junto a sus compañeras en la Escola Universitaria de Traballo Social de Santiago de Compostela impulsan el proyecto «Mocidade Transforma» empezarán este año a ejercer su profesión, pero ya la están honrando con su compromiso.

Gracias Iago

 

No sé si sentir rabia, vergüenza, asco, o todo al mismo tiempo. Creo que no podéis ni imaginar la cantidad de sentimientos negativos que me revuelven las entrañas al leer esta noticia. Parece mentira que tenga que decir que yo he tenido ‘suerte’ de no padecer nunca este tipo de discriminación (de la gubernamental mejor ni hablar). Y sí, digo ‘suerte’ entre comillas, porque nadie tendría que alegrarse por librarse de algo así. Somos personas y nunca, bajo ningún concepto, tendríamos que ser atacados y reprimidos por esta sociedad que no cesa en su intento por demostrar lo cruel e injusta que es.

Hay que ver, también, el fino filo de la hipocresía. Constantemente vemos noticias sobre agresiones LGTBFóbicas, titulares que resaltan en negrita la palabra ‘suicidio’, y nos escandalizamos; bueno, solo algunes. Otras personas creo que ya están inmunizadas de la cantidad de datos tan inquietantes como estos, porque salen diariamente. Y es que sí, día a día ocurren esta clase de aberraciones, y esta es la realidad que nos toca padecer a quienes nos salimos de la norma.

Empecemos por el titular: LGTBIfobia en Pontevedra: “El 24% del alumnado fue agredido y el 20% se sintió excluido por su orientación o identidad sexual”. ¿Sois conscientes de lo que significa esto? Creo que ni explicación haría falta ante algo así. Un 24’5 del alumnado en los centros educativos públicos fue agredido (a saber en los privados y concertados…). ¡UN 24’5%! Y aunque fuera un 1%. ¿Qué clase de pensamiento se nos inculca para creernos con la potestad de hacer algo así? Estamos podridos/as por dentro, eso está claro.

Más adelante nos encontramos con que: “La concejala de Igualdad (…) se declaró «bastante preocupada» por la «gran cantidad de personas que sienten que el instituto no es un lugar seguro«”. En concreto, un 14% cree que su instituto no es un espacio seguro para las personas LGTBIQ+… Señora concejala: es normal que esté preocupada, pero déjeme decirle una cosa: Ni el instituto, ni ningún lugar en este mundo es seguro para el colectivo LGTBIAQ+. A veces no lo es ni nuestra propia casa, de las que muches tienen que huir por sus familias.

Todavía recuerdo la cantidad de veces que he dicho “tengo suerte de que en mi casa mi apoyen”. ¿Os habéis fijado? La palabra ‘suerte’ vuelve a aparecer en escena, porque por desgracia eso es lo que creemos que nos hace falta, cuando la realidad es que lo que necesitamos es IGUALDAD.

Vuelvo a salir espantado al leer que “Del 24,5% de personas que hablan de agresiones, el 83% de los casos fueron agresiones verbales (42 casos), el 7% a nivel físico y un 9,5% fueron víctimas de ambas. El 45% de ellos no se atrevió a denunciar. Además, un 25% de los encuestados presenció alguna agresión verbal o físicas a personas LGTBIQ+ y un 35,6% declara haber escuchado hablar de hechos similares.

Por si esta información se os hace bola os la resumo rápidamente: casi la mitad del alumnado agredido no ha denunciado por miedo. La cuarta parte de los testigos ha estado presente durante las agresiones. ¿Sabéis por qué?: porque está tan normalizada esta situación que los y las agresoras ya no necesitan ni esconderse para atacar. ¿Qué más da si hay testigos?

Un 60% de las personas del colectivo LGTBI+ no salió del armario

Os lo vuelvo a traducir: MÁS DE LA MITAD DE LAS PERSONAS NO PUEDEN SER ELLAS MISMAS. ¿Os imagináis tener que ir todo el día con una máscara pegada y que nadie os reconozca? No, ¿verdad? Pues a eso sumarle estar encadenado a una roca gigante que te impide avanzar.

Pero os preguntaréis: ¿Por qué no dan el paso? ¿Qué se lo impide? Si queréis datos, tomad dos tazas: “por miedo a perder las amistades, por temor al rechazo de la familia, por vergüenza, por miedo a sufrir agresiones o porque les pueda afectar a las cualificaciones escolares”.

Para toda persona escéptica escondida en su cueva y que aún piense que todo el mundo es heterosexual, ¡sorpresa! “el 75% de las personas participantes, la gran mayoría, se declara heterosexuales, un 15% son bisexuales, un 1,5% dice ser gay, otro 1,5 lesbiana y casi un 8% no lo tiene muy claro.” ¿Qué os parece? Un 25% del alumnado encuestado no lo es y está gritando ‘¡ESTAMOS AQUÍ!’ pero nadie escucha, para variar. Teniendo en cuenta que se han encuestado a 893 personas, os dejo hacer los cálculos.

Vamos con las grandes olvidadas: las personas trans

Tan desconocides somos que las autoras del artículo creyeron conveniente hacer una aclaración diciendo “En lo tocante a la identidad de género, un 93,5% se siente CIS (identificados con el género que les asignaron al nacer), 10 personas se declaran trans (no identificados con el género asignado), 10 no binarias y 8 de género fluido.

Ya que estoy, necesito hacer una reivindicación. CREAD BAÑOS MIXTOS DE UNA VEZ Y OLVIDAD ESOS RUDIMENTARIOS Y MACHISTAS CARTELES DE LAS PUERTAS. Imaginad tener que estar obligades a utilizar los servicios opuestos al vuestro toda la vida, ¿verdad que no os haría ilusión? A nosotres tampoco.

Casi terminando llega la guinda del pastel: “un 9,4% de los participantes creen que la transexualidad es una enfermedad y un 8,2% piensen que la homosexualidad se puede tratar con una terapia idónea” Creo que de ahora en adelante voy a solicitar la baja por enfermedad alegando que «me he levantado muy trans«. Indignante.

Acabo con la frase que cierra la noticia. «La concejala Paloma Castro destaca la altísima participación de la población estudiantil y la baja participación del profesorado¿Y dónde se supone que está el profesorado?. Me consta que existen excelentes profesionales como Ana Ojea Alonso, o todes les que pertenecen a la “Rede Educativa de Apoio LGBT de Galicia”, pero por desgracia no todo el mundo hace la gran labor que realizan estas personas (labor que tode docente, y persona en general, debería poner en práctica). ¿Pero qué pasa con el resto? ¿Y con la programación educativa? ¿Cómo luchamos contra la discriminación si en los libros de texto solo está «Unga, unga, hombre con pene, mujer… bueno, la mujer no importa, familia patriarcal, unga unga».

Dejémonos de autobuses naranjas y de partidos políticos que hacen apología del odio y del terror, y empecemos a pensar un poco, que es gratis.⚧

Iago Aperador