Ricos más ricos, pobres más pobres, recortes presupuestarios, gobiernos que cuelgan el cartel de ‘no hay dinero’ y cada vez mayor desigualdad económica. Entre 2007 y 2014, la desigualdad ha explotado en España, sólo en Chipre creció más.
¿Inevitable? En absoluto. La desigualdad extrema y la corrupción son evitables. Es una cuestión de prioridades y de voluntad política.
Más de 57.000 ya han firmado la petición #GobiernoYa, millones de personas en exclusión no tienen más tiempo. Una campaña que exige un gobierno que afronte con pactos de estado y medidas a medio y largo plazo el rotundo fracaso de nuestro país en la lucha contra la pobreza, la exclusión y la desigualdad.
Porque Hacienda NO somos todos, les recomiendo releer el informe de Oxfam Intermon Tanto tienes, ¿Tanto pagas?: Fiscalidad justa para una sociedad más equitativa.
Con el rigor habitual de informes que denuncian el brutal aumento de la desigualdad en el mundo y especialmente en nuestro país: «Una economía al servicio del 1%» o “Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica” ahora nos piden nuestra firma para luchar contra el escaqueo fiscal y para seguir reclamando algo que debería ser evidente: una reforma fiscal más justa y equitativa como herramienta para garantizar derechos sociales como la sanidad, la educación pública, los servicios sociales o la cooperación para el desarrollo.
Nuestro sistema fiscal no es justo ni equitativo
Tal como está funcionando, desde luego que no. Desde el inicio de la crisis económica, la respuesta del Gobierno se ha centrado en el recorte de las políticas públicas (salud, educación, cooperación…) y la subida de impuestos como el IVA, lo que supone una mayor presión para los bolsillos de las clases medias y bajas.
Soy un pringado y perdónenme, pero creo que la mayoría de ustedes también. En España se recauda de tal manera que las familias aportan casi 50 veces más a las arcas públicas que las grandes empresas. El 90,76% de las contribuciones (en 2012) proviene de las personas físicas de clase media y baja, vía cotizaciones a la seguridad social, IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) por las rentas del trabajo, IVA e impuestos especiales (sobre la gasolina, el tabaco, el alcohol),116 impuestos que han subido desde 2008.
Tan sólo el 9,24% de la recaudación total del Estado en 2012 provino de las empresas. Y aquí también hay clases: las pequeñas y medianas empresas, las que crean la mayoría del empleo, tributan una media del 17% de su resultado contable, mientras que las grandes empresas españolas lo hacen al 3,5%. Y si son una multinacional extranjera y disponen de una ETVE (Empresa de Tenencia de Valores Extranjeros) pagarán un fastuoso 0% como en cualquier otro paraíso fiscal.
Hacienda no somos todos. Un fraude fiscal desbocado
El 87% de los españoles creemos que los impuestos no se cobran con justicia. Con razón. Sólo en 2009 (y desde entonces la situación ha empeorado), Hacienda dejó de recaudar un mínimo de 59.515 millones de euros (excluído el fraude a la Seguridad Social). El 72% de este fraude está perpetrado por grandes empresas y grandes fortunas, 17% por PYMES, 8,6% autónomos y el 2,6% (1546 millones de euros) por particulares como usted o como yo.
Un fraude fiscal consentido y mimado políticamente. En 2014 la Agencia Tributaria posee el mismo número de empleados públicos que cuando fue creada en 1992. Junto a Italia y Letonia, somos el país de la Unión Europea que menos se esfuerza en esta tarea, con apenas un trabajador de Hacienda por cada 1.958 habitantes, frente a los 942 de Francia o los 740 de Alemania.
Cada euro no pagado por los defraudadores además de un delito y un atentado contra el principio de equidad es un insulto a los contribuyentes honestos que deben pagar más impuestos y para todos en forma de menos o peores servicios. ¿Cómo se le queda el cuerpo sabiendo que está pagando de media 1910 euros de más al año por este motivo?
Recomendaciones para un sistema fiscal justo
A partir de una recomendable investigación sobre errores y aprendizajes en diversas reformas fiscales en América Latina y con toda la experiencia de trabajar en cooperación al desarrollo desde hace más de 50 años junto a organizaciones y personas viviendo en situaciones extremas de violencia, pobreza y exclusión. Se proponen toda una serie de propuestas (por cierto, contrarias a las que propone el Fondo Monetario Internacional) para recaudar con justicia y que la política fiscal realmente sirva para luchar contra la desigualdad de ingresos y oportunidades. Partiendo de tres requisitos:
- Aumentar la capacidad recaudatoria para blindar las políticas sociales sin que el esfuerzo recaiga injustamento sobre los que menos tienen.
- Garantizar la progresividad y la equidad en la reforma fiscal. Que empresas e individuos tributen en función de su capacidad y de su actividad económica real.
- Tolerancia cero contra el fraude fiscal: acabar con la evasión y elusión fiscal. Dentro del Estado español y en el ámbito internacional.
Un resumen de las propuestas del Informe, las tenemos en este Decálogo para una reforma fiscal justa y equitativa
1. La política fiscal debe combatir la desigualdad al margen de intereses partidistas, contribuyendo a una sociedad más justa y equitativa.
2. Hay que recaudar lo suficiente para financiar un modelo social que garantice servicios públicos de calidad e igualdad de oportunidades.
3. Se debe aplicar «tolerancia cero» al fraude fiscal, incluyendo medidas que pongan freno a la impunidad de los evasores.
4. Los privilegios y la opacidad de los paraísos fiscales deben desaparecer.
5. Recaudar más no puede suponer aumentar el esfuerzo fiscal de las clases medias y los más pobres. Quien más tiene, ha de contribuir más.
6. Todos, empresas e individuos, deben tributar en función de su capacidad y de su actividad económica real, sin privilegios, ni excepciones.
7. Las grandes fortunas y las rentas del capital tienen que contribuir en mayor medida, para reducir la presión sobre los salarios y el consumo.
8. El sistema tributario tiene que ser progresivo y equitativo en su conjunto sin medidas que favorezcan los intereses de unos pocos.
9. Los beneficios fiscales deben ser excepcionales y solo deben aplicarse, si permiten crear valor real y duradero (como la creación de nuevos empleos de calidad).
10. Una buena política tributaria requiere un debate público abierto, transparente y con participación ciudadana.
La reforma fiscal prevista por el gobierno es una oportunidad para dejar de ser el segundo país más desigual de Europa y de recuperar políticas y derechos sociales como las rentas de inserción, la sanidad y la educación públicas y la cooperación para el desarrollo. Una oportunidad para gobernar en beneficio de una minoría y no en el de unos pocos, a la vista de lo que hemos votado (o no) millones de españoles hace unos días, en vez de enfadarse con el informe (que lo harán y mucho), quizá deberían leerlo y gobernar para todos y todas.
Entrada actualizada. Original publicada en Mayo de 2014
Tanto tienes, ¿tanto pagas?
Un resumen del post en este artículo publicado en La Voz de Galicia 29 de mayo de 2014
«Pringado: Persona que hace el peor trabajo o se lleva la peor parte. Disculpen que empiece así, pero tras leer el nuevo y riguroso Informe de Oxfam Intermón denunciando que nuestro sistema fiscal no es ni justo ni equitativo, creo que la mayoría de nosotros lo somos…»
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2014/05/29/tienes-pagas/0003_201405G29P36995.htm