Hace días me aventuraba con 5 ideas por si les servían a algún nuevo edil para la principal prioridad que en los próximos años tendrán nuestras administraciones públicas. Ya puestos, les dejo a continuación otras cinco perogrulladas…
Coordínese contra el despilfarro
«El ayuntamiento tira por su lado y la Xunta por el suyo…no se ponen de acuerdo, no colaboran para ver qué pueden hacer para crear empleo…se dedican a discutir…no se molestan en preguntarnos, en saber cómo estamos«. José Ramón, 45 años, padre de dos niñas. 365€ mes.
El retraso de las ayudas sociales aboca al desahucio a una familia
No contribuya a la metástasis del cáncer del despilfarro, la dispersión y la falta de coordinación y liderazgo del sistema español de servicios sociales.
Primero en su ayuntamiento, donde como mínimo las áreas de servicios sociales, empleo y educación deberían ir en la misma dirección. O copiando ideas de la oposición (he comprobado la riqueza de las propuestas planteadas por diferentes partidos, en este post y en el anterior las hay de PP, PSOE, BNG y Compostela Aberta… a ver si aciertan cuales).
Con los ayuntamientos de al lado (compartiendo o consorciando servicios), con su diputación, federación de municipios.
Y sobre todo coordinación leal con su gobierno autónomo para asegurar que cumple con la obligación de tener una política de cohesión para todo el territorio. No despilfarre presupuesto ni pierda el tiempo en insultos o críticas, o por pretender ser modernísimo e innovador. Déjelos en evidencia con hechos que beneficien a sus ciudadanos: rentas minimas, vivienda, planes de inclusión, etc.
Como no existe la «pobreza de aquí ni de allá», dedicará fondos a cooperación al desarrollo. No caiga de nuevo en el error del café para todos o las miniconvocatorias de nulo impacto. Coordínese con las ONGD de su territorio y especialmente con fondos de cooperación entre varios municipios. Verá que tiene muchas ventajas con las que no contaba.
No gaste en publicidad diciendo lo mucho que hace. Hágalo o cállese, ya no cuela
Es preocupante como muchos responsables políticos y de medios de comunicación siguen actuando con criterios de tiempos que ya no existen o como si la información no se pudiera contrastar casi de inmediato. Los posibles beneficiarios y expertos en el ámbito social desmontan en escasos días (cuando no horas), la credibilidad de los anuncios tipo debate del estado de la Nación. Ya lo intuyeron los Monthy Python…
Poco a poco la bendita transparencia avanza. Con su lema “el pdf es casta”, criterios open data, información accesible, fácilmente contrastable y al máximo nivel de detalle para certificar, con indicadores y fuentes objetivas e independientes, si usted lo bien o no. Ya sabemos cuanto invierte su ayuntamiento en protección y promoción social, si baja de 100 euros por habitante en el 2016 será un fracaso. ¿No le gustan los números? Pues son los de su intervención y el Ministerio de Hacienda
Cumplir las recomendaciones de Transparencia Internacional o de Access Info, hacer webs de transparencia presupuestaria como la del ayuntamiento de Rubí, con datos de ejecución y pagos actualizados a diario, subir su programa electoral o su plan de lucha contra la pobreza y la exclusión explicando en tiempo real los indicadores y medidas que cumple y lo que no…
Transparencia implica luchar por fin contra la corrupción y que este país deje de estar al margen de la ley, sin debates bizantinos sobre dimisiones, imputaciones o presunciones de inocencia.
Ahora que algunos ex-concejales van a tener que pagar por primera vez las tablets de sus hijos, conviene recordarle que si sabe que una persona se corrompe (y lo sabrá) o la denuncia o será cómplice. Luchar desde el principio contra la trampa de la impunidad, proteger al personal funcionario que denuncie delitos de corrupción o acabar con el “café para todos” y los favoritismos supone algunos disgustos pero evita muchos otros.
Algunas buenas noticias: organizaciones como CIVIO, la web “Filtrala” en la que puede subir con discreción información sobre posibles delitos de corrupción, el premiado Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (@ICIJorg). O esta lista de Apps para desde su movil: grabar y enviar sobornos, mapas de mordidas, seguimiento casos corrupción…
Su innovación ya se hizo en otro sitio. Encuéntrela y súmese.
Una variante del apartado anterior es esa pasión por ponerle el adjetivo “innovador” a cualquier actuación. El presupuesto lo admite todo y más jugosas campañas publicitarias que hacen creer una ficción de eficacia y modernidad… con el mismo resultado.
La mayoría de las actuaciones contra la pobreza y la exclusión ya están inventadas y se pierde menos tiempo y dinero en identificar las buenas prácticas y copiarlas (o hacer “benchmarking” si quiere parecer moderno) o sumarse a lo que ya existe.
Un ejemplo. Los “salarios sociales”, “rentas mínimas municipales” o “rentas inserción” …ya existen. Se llaman rentas mínimas y son competencia autonómica (RISGA, RGI, etc.). La mayoría empiezan su gestión los servicios sociales municipales y suelen tardar meses mientras su gobierno autónomo las concede o no, con un elevado sufrimiento para miles de personas. Desde su ayuntamiento pueden adelantar esta renta mientras no llega la concesión, aumentar su importe si el autonómico le parece escaso, o complementarlo con otras medidas. Dedicarse a la inclusión de las personas y menos a multiplicar papeles.
Además de repetir las mismas subvenciones y cursillos para empleo o emprendimiento, puede apoyar la economía social local, donde hay iniciativas de todo tipo y emprendedores sociales con viabilidad garantizada.
Lo mismo pueden hacer con programas de lucha contra el fracaso escolar y de la juventud en riesgo de exclusión.
Gobernar es tomar decisiones
Es imprescindible fomentar la participación en todas sus formas: presupuestos, consejos de ONG, encuentros con personas en riesgo de pobreza y exclusión (no para la foto, con agenda compartida y compromisos)
Pero por mucha participación que promueva al final va a tener que tomar decisiones. Y hacerlo en una incertidumbre muy cercana a la inseguridad jurídica, de no saber si está cometiendo un delito. Lo descubrirá cuando ante un mismo hecho le adviertan lo contrario a lo que están haciendo en el ayuntamiento de al lado, o cuando un interventor, secretario o asesor jurídico tenga una mala noche y cambie su interpretación de la legalidad vigente…
Gobernar defendiendo lo público es algo más que una frase hecha cuando la prioridad es que las personas salgan de la pobreza y la exclusión y ello precisa si o si que se coordinen las areas de servicios sociales y empleo, por ejemplo. No importa si se llevan mal los concejales responsables o los técnicos en cada area. Resuelvalo, échelos o váyase.
Escuchar a los ciudadanos es imprescindible… si se actúa luego. En Compostela Pío y Paula, los padres de una niña con movilidad reducida, denunciaron al Valedor do Pobo unas calles inaccesibles y la respuesta del técnico municipal fue que “carecen de la formación adecuada para evaluar una obra municipal”, o que las obras realizadas son válidas con la legislación vigente, aún reconociendo que en el 2019 habrá que volver a gastar porque ya no lo serán. Gobernar puede implicar abrir un expediente y despedir a este tipo de “servidores públicos”
No eres tú. Es tu dinero
Disculpa el tuteo, pero de verdad, pocas personas resultan más patéticas que un imbécil gestionando un presupuesto (o con el síndrome Dunning Kruger). No por casualidad, la vanidad es el pecado favorito del demonio, también lo es en la política, la rendija por la que empieza a colarse la corrupción.
La mayoría de los piropos que ha recibido desde que ganó las elecciones son una mera acción comercial. Le quieren y le darán la razón por su dinero. No es usted un líder carismático al que las masas han aclamado para este puesto. No pretenda ser la libertad guiando al pueblo ni nos regale sus ideas como si fueran la verdad revelada, menos aún a personas que han visto pasar a muchos cadáveres políticos antes que usted.
Tiene todo por demostrar, y actuar con humildad, sin prepotencia ni prejuicios es un buen comienzo. Escuchando y buscando aliados (que no tienen porque coincidir con su ideología) y aprendiendo a distinguir a las personas y ONG que ni gritan ni hacen soflamas y si intentan realizar propuestas leales y crítica constructiva.
13.700.000 personas en pobreza y exclusión. Su reto es asegurar que en 2019 sean muchas menos. No su reelección.
Si es honrado,claro.
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