Antes de Navidad escribí un pequeño artículo en La Voz en el marco de un recomendable reportaje de Gabriel Lemos sobre el empuje que está teniendo la economía social en Galicia, un refugio contra la crisis que ya factura 2400 millones y que incluye a 1238 cooperativas.
Aunque me había comprometido a publicarlo también aquí con todos los enlaces, se me olvidó… Hasta que en su discurso de Nochebuena Felipe VI pidió una economía al servicio de las personas. Como súbdito leal, y convencido de que entre estas personas no se encuentra su hermana, obedezco.
No me cuesta hacerlo. Es ilusionante descubrir cada día propuestas ingeniosas y viables que crean riqueza respetando a personas y derechos sociales. Hace un año les presentaba Alternativas gallegas para otra economia (tienen una versión más amplia en la revista Encrucillada). Hoy les dejo bastantes más para que disfruten descubriéndolas.
Contra el capitalismo de amiguetes: Empresas al servicio de las personas
«Podemos seguir maldiciendo y luchando contra la oscuridad, pero estamos obligados a encender velas»
Este parece ser el lema de la economía social y solidaria.
Empresas impulsadas por emprendedores o oenegés orientadas al mercado, rentables y buscando asegurar su eficiencia y viabilidad sin subvenciones y huyendo del capitalismo de amiguetes. Con un fin más cercano al desarrollo colectivo e individual de las personas que al lucro. Iniciativas innovadoras que desbordan el concepto de Responsabilidad Social Corporativa al comprometerse desde su creación con principios como la equidad, el trabajo entendido como desarrollo de capacidades, la sostenibilidad ambiental o el desarrollo de su entorno.
Abarcan prácticamente todos los sectores. Les dejo una pequeña lista y prometo ampliarla con las que me sugieran en sus comentarios:
- Producción y comercialización de alimentos. Además de múltiples tiendas y cooperativas de consumo, hay propuestas en agroecología, redes de semillas, agricultura urbana o productos del mar como O canto da balea
- Artículos de regalo como Habilium
- Moda. 17 empresas del sector textil gallego y Amarante Setem– responsable de la campaña Ropa Limpia– han creado la plataforma MOV3 Galicia viste consciente. Y en Madrid acaba de abrir The Circular Project Shop, la primera tienda de moda sostenible.
- Banca ética (además de O Peto o Coop57 acaba de abrir FIARE-Banca Popolare Etica)
- Turismo y hostelería responsable
- Software libre (y Galicia es un digno “Silicon Valley”)
- Reciclaje.
- Energía eléctrica limpia como Som Energia o Nosa Enerxía. O participar en la «revolución solar» con Ecooo
Incluso en breve abrirá en Compostela el cine NUMAX.
En 2011 había en España 260 empresas articuladas en la Red de Redes de Economía Social y Solidaria (REAS), facturando 218 millones de euros y dando trabajo a casi seis mil personas. Les recomiendo su web (economiasolidaria.org), suscríbanse al boletín y disfruten.
Todas con una filosofía de cooperación y trabajo en red, tratando de crear en cada territorio mercados y hasta monedas sociales, procurando ampliar la oferta de productos y servicios y visibilizarla mejor. La propia REAS Galicia, la prometedora Rede SAL de cooperativas sin ánimo de lucro o las landras, la moneda social que tenemos en Compostela, son buenos ejemplos.
Un cambio de época apenas iniciado que se relaciona con fenómenos como el consumo o la economía colaborativa. Favorecido sin duda por las posibilidades de las redes sociales y su facilidad para contactar con consumidores que están descubriendo su derecho y su poder para decidir que con su dinero pueden escoger una economía al servicio de los derechos humanos. Incluso desde hace unos días tienen la Consumpedia para resolver dudas.
Al fin y al cabo, es uno de los lemas del consumo responsable (no dejen de visitar konsumoresponsable.coop): Esos mercados y grandes empresas que parecen tan inaccesibles e intocables, al final dependen de si decidimos comprar o no.
Más información:
Alternativas de Economía Solidaria
Arkipélagos: Mapa de Alternativas na Galiza.
Konsumo Responsable: Ya hay un mercado social en su Comunidad.
REAS: Red de redes de economía alternativa y Solidaria.
Alternativas (¡muchas!) para una economía al servicio de las personas.
La unión hace la fuerza: construyendo un mercado social
CIRIEC España. Centro Internacional de Investigación e Información sobre la Economía Pública, Social y Cooperativa
El salmón contracorriente. 11+1 iniciativas de economía social que nos deja el 2014
Nittua. Plataforma para el cambio y la innovación social
Moda sostenible. SlowFashionSpain
Consumo crítico y responsable
El poder de nuestro carro de la compra: el consumo como acto político
Carro de combate. ¡Consumir es un acto político!
Non consumas responsablemente!! Non o fagas…. non o fagas… Coordinadora Galega de ONG para o Desenvolvemento
33 alternativas para vivir de otra manera. Alternativas Económicas
¡Mentira podrida!. Veterinarios Sin Fronteras.
Economía colaborativa
Compartir mola. La revolución colaborativa.
Consumo colaborativo y multinacionales (resumen, el informe completo en la -recomendable- Revista Opciones)
Me cambio. Hay alternativas
Curioso nombre, lo de consumo colaborativo, sobre todo cuando detrás están grandes grupos de presión o multinacionales que saltándose normas que los demás tenemos impuestas, se llevan un buen porcentaje de lis ingresos que se generan bajo tan idílico nombre .Al final se trata siempre de lo mismo , los grandes para que pasen siempre lis mismos , hoy yo , mañana tu
Gracias Tedo. Si, en parte puede ser así, es un nuevo mercado que apenas está empezando a desarrollarse, en el que falta legislación para evitar discriminaciones y abusos (siempre que no interfieran la libre competencia, que para eso ya está el capitalismo de amiguetes en sectores como la construcción, obras públicas o energia por ejemplo) y en el que hay muchos intereses económicos.
Pero lo cierto es que las enormes posibilidades de este drástico gran cambio económico que supone está en que yo y tu tenemos herramientas para poder ofertar servicios y objetos, tener ingresos o como mínimo ahorrarnos costes que antes comprábamos a empresas: habitaciones, alojamientos, coche, objetos de todo tipo, moneda, etc. Habrá grandes empresas que se aprovecharán, si, pero a nivel personal son evidentes las posibilidades que abre y los cambios que ya están suponiendo, algunas de las cuales, las que entiendo son positivas, son las que se citan en el artículo.
… e este é o momento idóneo para recordar al todas as empresas aquelo da Responsabilidade Social Corporativa, qué tantos bós resultados dou, en tantas empresas. Clásicos, que nunca deberían pasar de moda. Parabéns Xosé, seguimos!
Grazas, Marta. Por isto é importante difundir este tipo de empresas de economía social e solidaria, nas que a RSC xa está na razón da súa creación, non tanto unha política máis ou menos crible e real. E de cara ao consumidor un argumento de compra que debería ser decisivo
Te felicito Arturo por tu tenacidad y empuje en este campo de las empresas colaborativas.
Este campo es parte del problema general de España de la falta de Empresarios. Las vocaciones empresariales en España son del 9 % de los jóvenes, frente al 39 % en USA y al 29 % de Alemania. Con nuestro 9 % no somos capaces de mejorar suficientemente España.
Tu encomiable labor, es sin duda muy importante en este momento dificil.
De todas formas, no debemos olvidar que el problema es mucho más profundo y general que el trabajo colaborativo.
Un abrazo,
Emilio Santos.
Gracias, Emilio. Me hace una especial ilusión este tipo de artículos descubriendo iniciativas de emprendimiento con criterios y valores sociales. Está suponiendo un cambio importante para cambiar también esta cultura de bajo emprendimiento en nuestro país, no como una mera etiqueta ideológica (en muchos casos a personas en pobreza o exclusión poco menos que se le dice «emprenda o nada» y nos encontramos con negocios de todo tipo cerrados a los pocos meses por carecer de conocimientos o mínimos estudios de viabilidad) sino como posibilidad real de creación de riqueza.
Aunque ya no es tan así, me sigue encantando «blasfemar» en el tercer sector (entidades no lucrativas, ONG, etc) diciendo que mi cultura, formación y filosofía de trabajo es empresarial, y no se me mira muy bien cuando lo hago. No tanto como búsqueda del lucro sino la máxima eficiencia en costes y resultados, sin esconder incompetencia detrás de una pretendida ideología de defensa de derechos. Dicho así es muy agresivo, pero lo positivo es que tantas y tantas iniciativas de economia social lo están poniendo en práctica y demostrando de facto que es posible conciliar valores sociales con la exigencia de viabilidad, solvencia y eficiencia.
Y efectivametne, el problema es mucho más profundo que el trabajo colaborativo, aunque en este caso creo que estamos todavía en la prehistoria de lo que va a ser un profundo cambio económico y empresarial.