La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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«La alegría es un acto de rebeldía«, dice en una foto en Facebook, Beti Vazquez, a quien le agradezo su colaboración, hace unos dias en gallego y hoy en castellano, para hablar sobre la importancia de nuestro consumo en la lucha contra la pobreza y las posibilidades de la economia alternativa. Beti, además de una rebelde con alegria, es una reconocida periodista y colaboradora de la asociacion PANXEA, promoviendo el comercio justo y el consumo responsable en Compostela.

DESPERTANDO A PEPITO GRILLO: Otro consumo es posible

Dice Galeano en Las venas abiertas de América Latina que la división del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. A estas alturas, todas sabemos quién es quien en el juego del comercio internacional. Y todas, como personas consumidoras que somos, apoyamos unas reglas que son injustas.

En unos días, los de navidad, en los que la publicidad nos preña de necesidades que nunca tuvimos y en los que el GPS de nuestro coche ya sabe el camino de las grandes superficies, vamos a compartir en este blog unas cuantas ideas para que, ya que no vamos a dejar de consumir, por lo menos podamos hacerlo de manera informada y consciente.

Publicidad

Si los anuncios nos calientan la cabeza durante todo el año, en estas fechas los cantos de sirena del consumismo se oyen aún más fuertes. Las grandes marcas lanzan campañas que nos hacen sonreír, que apelan a nuestros sentimientos, que nos muestran el lado positivo de la vida o que nos recuerdan las supuestas razones para creer en un mundo mejor. Pero hay otros ‘anuncios’, la contrapublicidad que no nos enseñan por la tele, que nos hacen ver las prácticas que estamos a apoyar con actos a priori tan inocentes como refrescar la garganta.

http://www.youtube.com/watch?v=hZrKIOGM7y4

Comercio justo

¿Que es esto del comercio justo? Una ONGD? ¿Vender más barato? Ayudar a los pobres?

8 de mayo. Dia mundial del comercio justo

Nada de eso. ‘Comercio justo’  es un concepto que apela a otra forma de hacer la compra que pasa por poner en valor el trabajo de las personas productoras y por darle un respiro al medio ambiente, tanto en el Norte como en el Sur.

Entender la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo hacia estas prácticas es muy fácil en Galicia. Seguro que todas tenemos en la retina las imágenes de los tractores de nuestras ganaderas peregrinando por las calles, quejándose de unos precios de la leche que no cubrían los costes de producción. Primar la leche gallega sobre la que viene de fuera, y pactar con esa ganadera un precio justo para ella y para nosotras como consumidoras sería comercio justo.

Y ahora hagamos un ejercicio muy sencillo: donde dice ‘leche’ ponemos ‘café’ y cambiamos a esta ganadera gallega por una cooperativa del Sur: en el comercio justo se priman los ciclos cortos de distribución frente a los ‘alimentos kilométricos’, y vienen de otros países sólo los productos que no se cultivan aquí, como el cacao o el café.

Por toda Galicia hay varios puntos en los que pueden informarnos sobre el consumo consciente: cooperativas como Árbore en Vigo; A Cova da Terra en Lugo; Panxea en Compostela; Zocaminhoca en Coruña; A Xoaninha en Ferrol o grupos de consumo como Eirado o Salgueiriños de Consumo en Compostela, Loaira en Redondela, Agrelar en Allariz, A Landra en O Carballiño o A Gradicela en Pontevedra.

Banca ética

¿Sabemos en que empresas participa nuestro banco ‘de confianza’? ¿A dónde va a parar el fruto de nuestros intereses?

Campañas como BBVA sin armas, Banco Santander sin armas o Soy cliente, no cómplice responden a esas preguntas a través del activismo accionarial. Las dos entidades mencionadas, como otras muchas en la banca tradicional, apoyan empresas armamentísticas que producen bombas, explosivos, mísiles, armas nucleares o de uranio empobrecido.

Existe una alternativa ética? Hay mas de una que ya funcionan. Si nos quedamos dentro de las fronteras gallegas tenemos O Peto, una entidad parabancaria que financia a interes cero pequeños proyectos que la banca convencional ignoraría, como las aulas para tener carnet de conducir, una tienda de artesanía africana o  una motosierra para poder trabajar en una maderera. En otro nivel estaría Coop57, una cooperativa de servicios financieros que funciona en Galicia desde el 2009; y Fiare, otra propuesta donde la transparencia y los principios de la banca ética están por encima del beneficio económico.

Bancos de tempo

En muchas culturas se ha usado el tiempo como moneda de canje real no inflacionista. La hora de una persona siempre vale lo mismo a medida que pasan los años, por lo que un banco de tiempo fomenta, además de las relaciones sociales, la igualdad entre quienes participan en él.

¿Cómo funciona?  Supongamos que no sabemos calcetar, pero que manejamos bien un programa de edición de fotos. Seguro que en el banco de tiempo encontraremos a alguien que nos ayude con los puntos de esa bufanda de colores, y alguien que precise que le echemos una mano en la composición de un álbum de imágenes para regalar! Una hora nuestra vale lo mismo que una hora de quien calceta.

Y ahora que ya conocemos un poco sobre bancos de tiempo vamos a visitar Fervello buscando a alguien con coche que nos ayude con la mudanza, alguien que maneje bien la tijera y nos corte el pelo o alguien con quien poder practicar nuestro olvidado ingles.

Ropa limpia

Este último punto tiene como objetivo las rebajas de enero. Si nuestro Pepito Grillo despierta nos preguntará si sabemos de donde viene la ropa que llevamos puesta y como fue producida.

Otra campaña de activismo accionarial, Ropa Limpia, responde a todas estas preguntas, en este caso desde las juntas de accionistas de empresas como Inditex o Adolfo Dominguez, las dos gallegas.

Antes de comprar ropa deberiamos informarnos sobre quien la hizo y donde, preguntarnos por que en las etiquetas sólo salen nombres como Marruecos o Turquía y pararnos a reflexionar sobre si realmente precisamos un pantalón para cada día de la semana. También podemos acudir a una tienda de articulos gratis –ropa y objetos de segunda mano que podemos llevar sin dejar nada a cambio– o recurrir al canje, un sistema de mercado donde lo que se tiene en cuenta es el valor de las cosas y no su precio en moneda.

Comenzaba esta entrada con unas palabras de Galeano. Ahora ya sabemos que cambiar las reglas del juego del comercio internacional no es tan traumático y que todas podemos aportar un grano de arena, partiendo de la premisa de que las injusticias que nacen del sistema capitalista solo se combaten promoviendo otra forma de consumir que respete al medio ambiente y a las personas.

¡Feliz año a todas!