La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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Empecemos fuerte: ¿Quién quiere ser voluntario para ayudar en Africa?

Una respuesta la tienen en este vídeo  (¡gracias por descubrirlo, Lucía!), así de paso conocen a Michael…

(si no les aparece subtitulado en castellano vayan a YouTube )

No, ni Africa es un país ni en ninguna parte se necesitan este tipo de personas voluntarias o de ayuda insultante demasiado frecuente. Pero mejor sonriendo con este vídeo o con la delicia de cortometraje de Javier Fesser «Binta y la gran idea» que les puedo regalar al final de este artículo, gracias a Enxeñería sen Fronteiras y a UNICEF España y su  Guía didáctica, que leyendo artículos de falsos discursos sobre Africa o de las diferencias  entre personas voluntarias y obligatorias.

Y para explicar sin molestarles lo que es el asistencialismo o la solidaridad muy muy mal entendida,  mejor que escribir sobre ¿Tapones o derechos sociales? pueden poner los altavoces y dar palmas con el concierto «Africa for Norway» o aún mejor si ven a Michael, el captador de fondos, en el vídeo con el que le conocimos…

Por cierto, ya pueden votar los premios Golden y Rusty Radiator 2014 (radiador de oro y radiador oxidado) al spot más digno y al más obsceno para recaudar dinero.

Y para no pisar callos criticando la vanidad de ciertos dirigentes de ONG y la necesidad imprescindible de trabajar en red para tener una mínima esperanza en la lucha contra la pobreza o la exclusión. Mejor hacerlo así, ¿no?

En una sociedad en la que padecemos la enfermedad de estar obligados a militar siempre en algún bando, no hay mejor antídoto que el humor o la risa para obligarnos a reflexionar, para ridiculizar la intolerancia o para apelar a nuestra inteligencia. Y si lo hacen personajes que transmiten dignidad por todos sus poros, mucho mejor.

Me he reído y me he emocionado mucho en la SEMINCI que acaba de terminar.

Siempre es un placer viajar a Valladolid, pero la última semana de octubre especialmente, rodeado de personas que discuten, critican y aman el cine. En anteriores ediciones les hablé de Cine y compromiso o de Cine y muros pero en esta edición es obligado hablar de humor y dignidad.

Es el caso de la película ganadora, Mita tova (La fiesta de despedida). La historia de Yehezkel, un hombre de 75 años que vive en una residencia de ancianos de Jerusalén y que para cumplir el deseo de morir en paz de Max, su mejor amigo, inventa una máquina de ‘autoeutanasia’ que pronto tiene una gran demanda.

Hay que ser un genio para escribir un guión o dirigir una película defendiendo de forma decidida la eutanasia mientras te desternillas de risa admirando la humanidad, la libertad y el sentido del humor de sus protagonistas. El cartel ya les da una idea, pero aquí tienen el trailer.

De que hay vida y mucha dignidad después de los 80 años también nos hablan en la mexicana y Premio del Público En el último trago, la «road movie» de tres octogenarios para cumplir el último deseo de un amigo en común. Muy recomendable a pesar de alguna trampita del guión y de una mejorable dirección de unos actores espléndidos. 

Una delicia es Las horas contigo de Catalina Aguilar Mastretta. Además de ofrecer una optimista visión de México, nos cuenta la historia y las conversaciones de tres mujeres: Ema (un descubrimiento Cassandra Ciangherotti), su madre Julieta y sobre todo doña Maria, su abuela, en los últimos días de su vida con un conocimiento, una ironía y, de nuevo, una dignidad envidiables. Aquí tienen el trailer, pero prefiero esta escena de conversación entre madre deslenguada e hija con novio católico que no tiene desperdicio…

Pasarán un buen rato si van a ver Unos días para recordar (Bon Rétablissement), del siempre optimista Jean Becker, recordando con una precisión y un guión envidiables lo que es importante en la vida… y todo desde la cama de un hospital.

Si están a punto de divorciarse o quieren disfrutar con la insolencia de tres chavales bastante más sensatos que sus padres, su comedia y premio del público es Nuestro último verano en Escocia. Hasta me gustó El hombre más enfadado de Brooklyn, la última película de Robin Williams.

 

Pero si quieren disfrutar vayan a ver este fin de semana Dos días y una noche. No tiene nada de humor pero esta película de los hermanos Dardenne es todo un monumento a la dignidad por la que pelean todos los días millones de personas, víctimas de la guerra mundial contra los pobres y el austericidio en el que viven, de si ¿Hay piedad al fondo del cubo de la basura?.

Me sigue emocionando recordar a una espléndida Marion Cotillard (como hizo hace dos años con De oxido y huesos) y la epopeya de una depresiva Sandra que en un fin de semana debe convencer a sus compañeros de trabajo para que renuncien a sus pagas extras y conserve así su puesto.Sigue incomodándome reconocerme en alguna de las actitudes de sus compañeros.

No encuentro mejor frase para resumir una película y quizá una vida que con la que termina esta película.

Les dejo con Binta y su gran idea. Nos vemos en el cine. Todo este mes en Cineuropa en Santiago de Compostela o en Valladolid en la SEMINCI del año que viene.

¿Nos descubren otras películas o vídeos que hablen de dignidad y humor?

@xosecuns