Frente a los insultos y al obsceno y cobarde encarnizamiento que desde el gobierno central y muchas comunidades autónomas se ha hecho sobre las personas más indefensas («Convierto los muertos en euros y los euros en dependientes«. Ricardo Oliván, ex-Consejero de Sanidad de Aragón) este país … Seguir leyendo
Se teñen dúbidas sobre algún dos términos utilizados, aproveito para deixarlles ao final dúas recomendables «chuletas» que a Rede Galega de Loita contra a Pobreza (EAPN Galicia) fixo para o seu último Foro: O que debes saber sobre a pobreza e Cómo é a situación en Galicia?
As persoas primeiro. Non abondan as palabras: Queremos compromisos
Dicen que a los españoles nos dan igual los refugiados. Es mentira.
Como en otras muchas ocasiones, ante el sufrimiento ajeno, miles de personas están dando una vez más una lección de solidaridad. Lo comprobé por primera vez tras el genocidio en Ruanda o con el huracán Mitch en Centroamerica. Está demostrado que mientras una tragedia humanitaria sale en medios de comunicación, la sociedad española responde.
Pero lamentablemente estas explosiones de solidaridad tienen dos problemas: que suelen desaparecer cuando dejan de ser noticia (y cuando más ayuda necesitan quienes sufren) y que se actúa desde la emoción y la urgencia. Hay que ayudar ya, como sea, sin pararse a pensar en las causas del problema ni en asegurar que se hace de la mejor forma posible. Con el argumento de «lo importante es hacer» se han desperdiciado y se desperdician millones de euros.
Ya podemos presentar nuestra Declaración de la Renta. Dos días después de la buena noticia de denunciar con los «Papeles de Panamá» el último caso de fraude fiscal y de comprobar una vez más que sobra el dinero para luchar contra la desigualdad.
La pobreza no puede reducirse sin políticas para redistribuir la riqueza. Desde los ingresos, con impuestos directos como el IRPF o desde los gastos como las llamadas Rentas Mínimas de Inclusión (RMI) para quienes no tienen ningún otro ingreso. El sistema de Rentas Mínimas español es un completo desastre: una lotería social entre territorios, hiperburocratizado y culpabilizando casi siempre a quien lo solicita.
Ricos más ricos, pobres más pobres, recortes presupuestarios, gobiernos que cuelgan el cartel de ‘no hay dinero’ y cada vez mayor desigualdad económica. Entre 2007 y 2014, la desigualdad ha explotado en España, sólo en Chipre creció más.
¿Inevitable? En absoluto. La desigualdad extrema y la corrupción son evitables. Es una cuestión de prioridades y de voluntad política.