Ricos más ricos, pobres más pobres, recortes presupuestarios, gobiernos que cuelgan el cartel de ‘no hay dinero’ y cada vez mayor desigualdad económica. Entre 2007 y 2014, la desigualdad ha explotado en España, sólo en Chipre creció más.
¿Inevitable? En absoluto. La desigualdad extrema y la corrupción son evitables. Es una cuestión de prioridades y de voluntad política.
Así acababa «Tranquilidad: Sólo son personas muriendo«, un artículo escrito en setiembre del año pasado, cuando se hizo evidente la tragedia de miles de personas huyendo del horror sirio y una explosión de solidaridad sacudió pueblos y ciudades españolas ante la imagen del cadáver de un niño muerto en una playa.
Entonces me preguntaba ¿importa que sea sirio o gallego para quedarse indiferente? Parece ser que sí, 350 niños y niñas han muerto ahogados en el Egeo desde Aylan Kurdi. De haber sobrevivido hoy sería deportado a Turquía.
Les confieso que soy incapaz de escribir sobre todo esto. Me abruma como un continente entero vuelve a dejarse enredar por los cachorros del fascismo, por la ignorancia, la inseguridad y el miedo.
13.657.232 personas estaban en riesgo de pobreza y/o exclusión social en el 2014. El 29,2% de la población española. Récord de pobreza, desigualdad y privación material
790.801 nuevas personas en sólo un año. 2166 cada día.
2.111.017 personas más que en el 2009, el año en el que nos comprometimos, en la Estrategia Europa 2020, a que en 2020 España reduciría en 1.400.000 personas esta cifra bochornosa, 2o millones menos en toda la UE.
¿No es un insulto hablar de recuperación económica?
Entre tractores y ganaderos luchando por su futuro en las calles de Compostela, y bajo el lema «Jóvenes en riesgo, un riesgo para Europa«, se ha celebrado el interesante I Encuentro Internacional Jóvenes e Inclusión, organizado por la Red Jóvenes e Inclusión, formada por ONG y universidades de toda España y buscando mejorar la calidad del su trabajo por jóvenes tutelados y ex-tutelados.
“Hacían sus necesidades tras unos tablones. Vomitaban unos sobre otros y pronto se llenaron de piojos. El ácido de los vómitos y el salitre del mar desgastaron sus ropas, que se convirtieron en harapos”. Se alimentaron “de patatas podridas, garbanzos con gorgojos y gofio picado. El agua estaba racionada”
No, no es una patera llena de personas huyendo del genocidio sirio. Son las condiciones en las que 106 refugiados canarios intentaban huir a Venezuela de la represión franquista en 1949.
No veo mucha diferencia entre ambas fotos, como tampoco entre estos refugiados y los 465.000 españoles que en 1939 huyeron del horror cruzando la frontera con Francia. Como bien titula Jaime Rubio, no hace mucho tiempo que «los refugiados éramos nosotros»
«Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social»
El 27,3% de la población española está en pobreza o exclusión. 12.866.431 personas sin un estado que las defienda.
La última de las 10 claves que describen este fracaso colectivo es decisiva: España es un país desestructurado en donde la desigualdad entre Comunidades Autónomas es brutal, tanto en datos objetivos como en el compromiso y presupuesto de cada gobierno autónomo en combatirla.
Una obscena lotería social en donde la posibilidad de que un ciudadano tenga una vida digna depende de la comunidad autónoma o el ayuntamiento en el que nace o vive.