¿La prostitución es violencia machista extrema?: Sí, pero poco. En artículos como éste, en un blog que este mes cumple diez años de vida, se han denunciado muchas veces y desde diversas visiones, la violencia brutal que sufren las mujeres víctimas de prostitución. Que no hay mujeres torturadas sin hombres que torturan. Que los millares y millares de puteros son maridos, novios, hijos, directores de banco, profesores, alcaldes…
En este 8 M hablemos de supervivientes como Paulina. Gracias por darle voz Daniel Bóveda. También por denunciar a quienes las torturan o miran para otro lado.
A coisa máis linda
Podríamos emborracharnos con cifras. El 71% de víctimas de trata son mujeres, cifra que asciende a 94% cuando hablamos de explotación sexual de mujeres y niñas. Cifras.
Podemos también hablar de Paulina, que es brasileña pero podría haber nacido allí en Coristanco, en un pueblo del Mar Muerto o en el bullicio de Benin-City e influir así en las cifras.
Podemos hablar de Paulina solo, de su historia de vida, así, sin ser la cifra que nunca quiso ser. Aterrizó en Vigo hace 25 años, en el aeropuerto de Peinador, con manías e ilusiones, buscando calma tras años de maltrato de su pareja. Pero Paulina nunca llegó, dos semanas tardaron en meterla en el puticlub donde se reflejaban las luces del propio aeropuerto. Comienza su viaje, de sur a norte, de este a oeste, pasando por clubes, pisos, por las calles.
A coisa máis linda es el hashtag donde los puteros ponen sus comentarios sobre Paulina en un foro de internet. El pacto entre caballeros es compartir allí sus experiencias y puntuar a la persona como un producto a consumir.
Cifras. Nuevas cifras. Los alias “bon amante” de estos portales virtuales pasan desapercibidos y son los principales responsables de que la trata de mujeres sea uno de los negocios ilícitos más rentables del mundo. Cuatro mil cien millones del PIB español. Cifra sobre fondo líquido. Dentro de esta lógica capitalista, mientras los puteros no sean señalados y repudiados socialmente no se podrá acabar con esta lacra social. Pero aquí la cifra importa, vaya si importa.
Son padres, solteros, casados, chicos o ancianos, de izquierdas o derechas, el profesor de tu hija, el limpiador de la misma escuela. No existe un perfil, porque lo que existe es una comunidad cómplice y fraternal que permite que siga siendo impune disponer de una mujer al gusto del consumidor. Vivimos en una sociedad que tolera que se cierren operaciones financieras o la celebración del último partido en los clubes de las carreteras y que impunemente se aprovechan de las necesidades vitales de las mujeres.
Paulina podría hacer un estudio exhaustivo, aun recuerda cuando tuvo que bajar la cabeza en una reunión de la ANPA del cole de su hija, cuando el carnicero le susurró que «el chorizo ya quedaba para más tarde«. O cuando, una navidad, el capitán del equipo local, disfrazado de rey mago, fue a visitar el albergue social donde ella misma estaba acogida. Mención especial al putero que “la salvó” dos años de los clubes, convirtiéndose en su exclusivo maltratador.
Perfiles hay muchos, pero no visibilizados, más bien consentidores y actores que siguen perpetuando el machismo y la violencia contra las mujeres. Porque todo se diluye en las cifras.
España es el país con más puteros de Europa, el tercero del mundo. Urge una ley integral contra la Trata desde una perspectiva de la defensa de los derechos humanos y enfoque de género. Su abordaje tiene que dotar de derechos a quién la sufre, medidas sociales y reales a largo plazo y que no queden impunes aquellos que se lucran de estas situaciones bajo el parapeto de las cifras y de los informes.
Ya llegamos tarde para Paulina, quien se resigna y nunca podrá superar todas las violencias y el estigma que dejan en ella los años de ser prostituida.
Ella reitera que, cuando todo esto pase, querría volver para Goiania, conocer a su nieta y vivir en calma, esa que parece que nunca llega. Porque la coisa más linda es la calma, no el frío de la cifra.