“Lo que pasa en un club, se queda en el club”. Una visión superficial del horror que supone este código de silencio para millones de mujeres y un rechazo masculino a cuestionar la prostitución repleto de prejuicios y tabúes pude comprobarlo en los comentarios del artículo Beatriz Garcia «Prostitución y crisis«.
Una polémica constante y hasta cansina. La última viene de Suecia y su estrategia, que comparto, para penalizar a los hombres que consumen prostitución considerándola como una forma de violencia contra las mujeres. ¿Un éxito o un parche de más precariedad y estigma contra las mujeres?
Hoy es el Día contra la Violencia de Género y más que quedar bien con un post amable, solidario (¿ñoño?) y con parches, prefiero ir a la raiz del mal y dejarles con la socióloga Silvia Pérez Freire, sin duda una de las mayores expertas en nuestro país en la intervención e investigación social sobre Violencia de Género.
Gracias Silvia
No se ve … Lo que no se quiere ver
El imaginario social de la prostitución es una construcción de tal envergadura y anclaje en las sociedades occidentales que impiden ver sus múltiples realidades. Una de ellas, quizás la más cruel, es la trata pero también la violencia sexual, la coacción, la discriminación, el abuso… Todas ellas configuran las innumerables aristas que posee la llamada violencia de género pero que desgraciadamente nunca le hemos dado el mismo tratamiento cuando ésta se produce en contexto de prostitución: ¿por qué?.
Hay algo ciertamente inquietante que hace que mantengamos en suspenso la natural solidaridad que sentimos hacia una mujer agredida habitualmente por su pareja en el hogar… a si ella es prostituta.
Ceguera rosa y ceguera azul
Algunos/as me diréis que no, que la violencia es violencia y la que se ejerce sobre una mujer por el mero hecho de serlo está penada, socialmente sancionada y por lo tanto, protegida y resarcida. Algunos/as incluso podréis decir que las leyes en esta materia podrían estar rebasando las garantías procesales del acusado y el principio de presunción de inocencia.
Cualquiera de estas dos afirmaciones encierran dos tipos de ceguera, en mi opinión: la primera es de quienes piensan que “todo está hecho ya” y además presupone que lo que se hace, se hace bien. Es la que podríamos llamar ceguera “rosa” o bienintencionada, con una valoración positiva de la respuesta institucional. Vamos, que se hace lo que se puede.
La segunda la denominaremos ceguera “azul” o malentencionada y que posee una valoración en general dubitativa de la propia víctima. Esto se evidencia en el sistema de justificación que aún existe y se despliega para comprender al siempre supuesto agresor que, aunque maltratador, puede ser un buen padre, por ejemplo o mediante las cuales algunas respuestas violentas pueden tener una explicación razonable.
Ambas cegueras quieren ignorar que se parte de la suposición de que las personas percibimos a las víctimas de igual manera cuando sabemos honestamente que esto no es así. De hecho, no dejamos de escudriñar y “poner en el foco” siempre y de forma primera… a la víctima. Esto no sólo pasa por saber exactamente quién es, cómo vive, cómo se relaciona… sino de qué manera cuenta lo que pasó.
Es por ello que muchas víctimas sienten que no se las escucha, que no se investiga, que no se instruye, que no se contrasta… y es verdad. Sólo hace falta echar un vistazo a las denuncias que realizan las ONG que trabajan directamente con las supervivientes de violencia de género en el ámbito de la pareja para darnos cuenta de que el sistema es muy deficiente y los derechos de las mujeres no están siendo garantizados (como bien dicen Amnistía Internacional en su informe ¿Qué justicia especializada?) .
¿Alguien puede tener dudas respecto a que la mujer que es víctima de violencia de género y se prostituye no es cuestionada y/o discriminada y/o ninguneada? ¿de verdad nos creemos que tiene el mismo tratamiento ante el maltrato, ante una violación o cuando se mercadea con su cuerpo?
De facto, el propio sistema ni siquiera la reconoce como víctima de violencia de género cuando es asesinada, muchas veces, por un ex-cliente o ex-pareja (no es contabilizada). De hecho, ni siquiera se le otorga la misma solidaridad: queda en suspenso, a la espera de conocerse quién es realmente, su estilo de vida, su familia, etc… información inútil que lo que único que hace es seguir reforzando los prejuicios que la sociedad otorga y encarna en la “puta”, esos valores que en el imaginario social están asociados básicamente a una mujer mentirosa, perversa e interesada y por los cuales no gozan de credibilidad ni de fiabilidad.
El ocio sexual masculino: Lo que pasa en un club, se queda en un club
Únanse a ello el propio contexto del negocio de la prostitución: un espacio para el ocio sexual masculino que, aunque real no parece estar en este mundo, por lo menos, no en esta dimensión. “Lo que pasa en un club, se queda en el club”. Esta frase la he oído infinidad de veces tanto por parte de los dueños de estos locales, como por parte de los clientes como de las mujeres y refleja una realidad: la impunidad y la opacidad que representa la explotación sexual en nuestro país. No en vano no está perseguida aunque penada.
Y recalco que me refiero a la explotación sexual, no a la prostitución. No en vano se soslaya quiénes son los clientes y no se cuestiona la legitimidad de su demanda (¿se tiene derecho al acceso al cuerpo de una mujer mediante pago?).
En el caso de la trata sexual es particularmente paradójico. Todo el mundo tiene claro que debemos luchar contra ella y que es una vulneración de los derechos humanos pero, sin embargo, nos queda cara de incredulidad cuando organismos como la ONUDD (la Organización de Naciones Unidas contra la droga y el crimen) nos advierte de que 1 de cada 7 mujeres en prostitución es víctima de trata y que el consentimiento está invisibilizando a las potenciales víctimas (esto se entiende muy bien cuando se habla de talleres textiles clandestinos, por ejemplo o cuando se habla de víctimas de violencia de género en el ámbito de la pareja).
Dicho de otro modo: que la mujer, inmigrante normalmente, sepa que viene a prostituirse y acceda a pagar una deuda desorbitante junto con el paquete de abusos a la que es sometida cuando ejerce NO exime en la comisión de este delito. Es triste afirmar, con el convencimiento que da la experiencia, que este prejuicio junto al existente sobre el imaginario social de la prostitución (industria del ocio por excelencia: la de unos pocos, claro está) es la gran cortina de humo que nos impide ver la violencia existente sobre las mujeres en este contexto.
¿No se sostiene?
No en vano, tanto en España como en Galicia las cifras de identificación de víctimas de trata sexual son ridículas (las ONG gallegas detectaron en dos años unas 2.000 víctimas y las fuerzas y cuerpos de seguridad hablan de un par de casos). “No se sostiene” es la frase máis oída en las comisarías cuando la mujer decide declarar, venciendo el miedo o las amenazas y sin datos precisos de sus captores (el trabajo de investigación policial debe ser mucho más que el testimonio de una víctima).
No en vano, España es el país europeo donde más se consume sexo de pago (1 de cada 4 españoles, según la última encuesta del CIS). “Es una necesidad”, lo que más repiten los clientes para justificar su conducta. ¿Qué clase de sexualidad es aquélla que está disociada del placer del otro?, deberíamos preguntarnos. “Es un oficio”, se dice con insistencia… ¿Será casualidad que sean las mujeres pobres precisamente las voluntariosas en esta tarea?.
Es necesario ver cuáles son todos los significados que entraña una institución como la prostitución en nuestra sociedad, con un sentido crítico y perspectiva de género, para no sólo quedarnos con aquello que queremos ver.
Para luchar y para no estar sola
Red Española contra la trata de personas
Para saber más:
http://beatrizgimeno.es/tag/prostitucion/
Campaña en Europa contra la trata de personas de la ONUDD
Defensor del Pueblo. La trata de seres humanos en España. Víctimas invisibles.
Al igual que Silvia opino que no se ve…lo que no se quiere ver…y la más preocupante de todas es la denominada «ceguera azul», que justifica la violencia o desigualdad ante determinadas situaciones o comportamientos.
Prostitución y Trata van de la mano, pues utilizan similares estructuras y modos de organización, las víctimas de trata están en los lugares donde se ejerce la prostitución y en ambas se explota sexualmente a mujeres. Prostitución y trata también comparten las mismas causas, subyace en ambas la desigualdad de género, la feminización de la pobreza y la globalización de las migraciones. Sólo si llegamos a entender estas realidades de un modo integral podremos encontrar alternativas justas y solidarias para toda la humanidad.
Gracias, Bea. A ti y a Silvia os agradezco la claridad en el planteamiento, porque muchas veces lo veo en organizaciones y admistraciones interesadamente difuso. «Prostitución y Trata van de la mano, pues utilizan similares estructuras y modos de organización…» Si ya lo tenemos claro, podremos empezar a luchar contra ello en vez de limitarnos a la solidaridad con sus efectos.
Y una buena noticia, en su Estrategia de Inclusión Social 2014-2020, la Xunta establece como prioridad: «Facilitar unha atención especializada ás vítimas de prostitución e/ou trata, como fenómeno extremo de violencia de xénero»
Avanzamos
http://benestar.xunta.es/export/sites/default/Benestar/Biblioteca/Documentos/Plans_e_programas/estratexia_inclusion_social_galicia_2014_2020.pdf
Gracias Silvia.
Compartimos enfoque. Podéis encontrar más detalle en la ponencia: «Prostitución, tráfico y trata de mujeres con fines de explotación sexual: violencia de género”
SUMARIO:
1. Distinciones conceptuales.
1.1. Violencia de género (sentido estricto según la LO 1/2004 y sentido sociológico)
1.2. Conceptos de tráfico y de trata de seres humanos. A) El tráfico ilegal. B) La trata de seres humanos.
1.3. Prostitución.
1.3.1 Modelos teóricos y debate feminista en torno a la prostitución.
1.3.2. Desplazamiento del enfoque: razones e ideología. La responsabilidad del cliente prostituidor, y de la sociedad.
1.3.3. Abrir más el enfoque.
2. Intervención institucional y regulación jurídica. A vueltas con el enfoque trafiquista de la trata. Avanzar.
3. Referencias y documentación para ampliar.
Disponible en https://www.academia.edu/5397732/Prostituci%C3%B3n_tr%C3%A1fico_y_trata_de_mujeres_con_fines_de_explotaci%C3%B3n_sexual_violencia_de_g%C3%A9nero
La prostitución es trabajo. La trata es violencia. Será que las instituciones están continuamente discriminando a las trabajadoras del sexo?, que en las oficinas municipales de atención a la violencia se les niega la protección porque se les pide que primero abandonen el ejercicio de la prostitución para atenderlas?. Será, porque los prejuicios impiden ver a las putas con compañer@s afectiv@s? vaya mierda de cartel que hizo el ayuntamiento de Madrid: putófobo es poco.
Gracias, Hetaira por tu opinión!. De acuerdo con todo lo que comentas menos con la primera frase y la última (sólo lo del cartel: te refieres al primero o al último?). Pienso que algo habrá que hacer con el hecho de que los clientes no quieran enterarse si están comprando sexo a una víctima de trata o no!! Algo de responsabilidad habrá que demandarles en este asunto, no crees? por lo menos, que reflexionen sobre ello aunque efectivamente es complicado.
Hace años viví el hecho que comentas en servicios sociales y la exigencia de abandonar el ejercicio de la prostitución para acceder a las ayudas a las que se tiene derecho: lo denuncié y luchamos para que se le fueran reconocido estos derechos. Así fue pero costó, costó… como también está pasando ahora con las víctimas de trata, eh! que no pueden acceder a las ayudas de las víctimas de violencia de género (¿?¿?) qué pasa aquí? en el papel violencia de género son muchas cosas, también trata pero ah! para cuando hay que otorgar derechos ya…
Respecto de que la prostitución es un trabajo difiero y conozco a muchas prostitutas (también de lujo) que también lo ven así aunque por supuesto respeto el camino que cada uno/a eliga tomar y una opción viable es ser autónomas (las que pueden, claro está). Yo creo que la clave de esto es poder diferenciar la subjetividad con la que afronta lo que uno hace en la vida (cosa de la que ninguna mujer debería excluirse ni excluir) y la consideración que el estado y la sociedad asuma respecto a ello.
En cualquier caso, tenemos muchas cosas en las que trabajar conjuntamente, no crees? hay tanta discriminación y violencia en esto que toda ayuda y solidaridad es bien recibida… las nuestras, también.
La prostitución es una actividad económica, es la forma de ganarse la vida de muchas personas (mujeres, trans y hombres). El Tribunal europeo de Luxemburgo (entre otros) dictó sentencia en 2001 al respecto. Pero lo importante es la opinión de quienes ejercen por decisión propia y su deseo de nombrarse.
Pero, tienes toda la razón, lo importante es el trabajo (y las redes que establezcamos) para mejorar la situación (y para nosotras, superar el estigma).
Por favor, Silvia, cuéntanos hacia qué institución «elevaste la denuncia» y cómo (como grupo, individualmente) porque a Hetaira no nos hicieron ni caso, excepto los medios de comunicación que recogieron la denuncia pública. Deseamos compartir la experiencia con quienes nos siguen.
Muchas gracias.
tal como opiniamos nosotras y tal como trabajadoras del sexo y para quienes estamos luchando desde hace años por conseguirlo, la prostitución es TRABAJO. Los carteles son putófobos todos, estigmatizan aún más a quienes han decidido el ejercicio de la prostitución.
son los Gobiernos, los Estados, los responsables de no combatir la trata de personas, no los clientes de quienes ejercen por decisión propia. es una forma más de criminalizar a los clientes y asimilar prostitución con delincuencia.
No, Silvia… como cualquier articulo femenino, fallas al identificar la causa ultima por la cual existe la prostitucion: Las mujeres follan cuando quieren, los hombres NO. A menos que paguen. El dia que los hombres podamos tener sexo libre y gratuito, siempre que queramos, cuando queramos, tan a menudo como queramos, EXACTAMENTE IGUAL que cualquier mujer… desaparecera la prostitucion. Y fijate que NO pongo «con quien quieran» sino «cuando y cuanto quieran».
Quereis que desaparezca la protitucion?
Empezar a entrar a los hombres, a ofrecerles sexo EXACTAMENTE IGUAL que ELLOS os lo ofrecen a vosotras, llamadles para quedar e invitadles a salir y a cenar!! Ah, claro, no…. que eso implicaria echarle valor, y exponerse a que se rian de vosotras, igual que os reis de nosotros!! Eso implicaria que os puedan llamar «babosas» o «cerdas» por querer algo que todos los seres vivos quieren, como a nosotros!! Eso implicaria ser vosotras a las que no cojen el telefono!
Cuando las mujeres esten dispuestas a permitir que los hombres tengan libertad sexual acabara la prostitucion porque los hombres no NECESITARAN pagar por tener sexo.
¿Como cualquier artículo femenino? ¿Los has leído todos? Si que lees si.
Es mejor tomarse tu comentario con humor, y te recomiendo que lo hagas tú también, igual hasta ligas!
Humor y un poco de afecto y respeto.Y si ni con esas, déjate de justificaciones graciosillas de violencia de género. No te compliques,la solución es sencilla: está en tu mano.
Gracias, Arturo. El onanismo también es sexo, efectivamente.
Gracias por tu aportación, Mrks. Interesante argumento aunque, como sospecharás, es el que más se reproduce no sólo por parte de los hombres que compran sexo sino también de todos los que no lo hacen (que también los hay). Creo que hay mucho más de fondo: ¿Cómo explicas que ante una mayor permisividad y libertad sexual en las relaciones entre hombres y mujeres aumente el consumo de prostitución? Naturalizar el comercio sexual es injusto y no se corresponde con la realidad, además. No hay nada natural ahí.
Todos/as tenemos mandatos de género en una sociedad: los hombres unos y las mujeres otros (tú has mencionado algunos) y eso nos condiciona, como bien dices, pero el individuo, en última instancia, decide y esto es para reflexionar… de eso se trata, no? apoyo lo que dices sobre que la mujer asuma un papel más activo en la búsqueda de relaciones sexuales así como que el hombre no presuponga que la disponibilidad es «sine die» y para sus amigos también, pasándole el teléfono… Hay mucho que aprender en esto…!! no crees? en España hay mucha miseria sexual, desgraciadamente! Respeto y libertad: dos buenos principios.
Gracias, Francesca!.
Muy buen artículo. Es importante seguir con la difusión y generación de debate.
Sin duda el análisis que hace Silvia Péres Freire es muy acertado y basado en datos que las organizaciones que trabajan con mujeres prostituidas recaban en el día a día. Pero la sociedad en la que vivimos no está preparada para asumir este análisis porque tendría que remover y afrontar múltiples contradicciones. Y eso duele.
Gracias Lucía. Todo conlleva un proceso… y las fuerzas que intervienen en esa construcción que llamamos sociedad son diversas, inmensas y contradictorias, si… pero si todas ellas se pueden expresar… estaremos por el buen camino.
Gracias, Lucia. Eso duele como dices, y esta sociedad más que no estar preparada no se quiere afrontar porque hay muchos intereses y prejuicios detrás. Pero para mi no es excusa, ya he comprobado en otras campos de la acción social y la lucha por los derechos humanos que la sociedad no es algo homogéneo, simplemente y como decía Martin Luther King, los malos ganan por el silencio y la inacción de los buenos.
En este caso me parece oportuno plantear este tema de forma clara y directa, destapando la contradicción: Si 6 millones de españoles consumen sexo de pago están amparando y promoviendo la violencia de género… y deben penar por este delito.
Es muy importante vincular los feminicidios con el resto de violencias contra la muejer, que si bien no acaban en muerte, destroza al individuo por dentro.
Aplaudo tu artículo Silvia y te felicito Xosé por el blog, siempre.
Aprovecho para dejaros una pequeña reflexión acerca de la desigualdad como parte de inicio del Feminicidio. https://lauralruiz.wordpress.com/2014/11/25/de-que-servira-el-25n-en-la-lucha-contra-el-feminicidio/
Gracias por tu aportación, Laura. Ayer tuvimos la oportunidad de escuchar a Marcela Lagarde en el II Congreso Internacional de Violencia de Género y ahondó en este término, que ella ya ha renombrado como «femicidio» y no «feminicidio» precisamente para huir con la asociación que normalmente se hace: homicidio de mujeres. Como bien dices, esto es mucho más: es la destrucción de la persona, de su valor de estimación…
Curioso lo que me comentas Silvia, ya que Marcela Lagarde es una de las impulsoras del término ‘feminicidio’ en contra del ‘femicidio’ para incluir la responsabilidad del estado en evitar, perseguir e investigar estos crímenes. Por otro lado, qué suerte escucharla en directo, una delicia 😉
Pues estuvo también en la Librería Lilith el mismo día por la tarde en Santiago y el 2 de diciembre estará en Vigo en el auditorio del Rectorado a las 20:00h. por si te cuadra!
Estimada Silvia. Se puede decir más alto, pero no más claro. El sistema y sus ideologías legitimadoras plasmadas en todas y cada una de las realidades con las que convivimos y de las que la indiferencia, la doble moral y el afán de husmear la «causa» que las justifique nos hace cómplices.
Por otra parte, y ante ciertos comentarios, conviene aclarar que la dignidad, valentía y seriedad de tu trabajo te «autoriza», al menos tanto como a otras personas, a «debatir» y a desvelar la realidad que expones sin que el rigor y la credibilidad de tu discurso se vean mermados por aquello que «decidas», más allá del afán investigador, hacer o no con tu vida y con tu cuerpo.
Enhorabuena y que no decaiga ese ansia tuya que tanto y tan buen conocimiento nos aporta, compañera.
Muchísimas gracias por tus palabras, Malena: eres muy amable! y te aseguro que es alentador e inspirador los ánimos que me transmites… como bien sabes, la realidad supera cualquier ficción y a veces es tan dura que resulta apabullante… a seguir!!.
Cuánto queda por hacer!! Enhorabuena, Silvia. Como siempre, un placer leerte.
Gracias!!
Leido en Twitter:
«Pero esto es putofóbico, hay que luchar contra la trata, no contra las mujeres que ejercen libremente»
«Flaco favor haces a las «víctimas» mezclando trata con prostitución. flaco favor se hace a las mujeres que eligen»
«Ejercer este trabajo multando a los clientes. poco o nada os importamos las trabajadoras sexuales :-)»
«Pero es un debate que nos pertenece a nosotras, a las putas, no a la gente que no ejerce y a quien no le afecta»
«Cualquier hombre puede ser un maltratador en potencia. CUALQUIERA. no solo los que pagan por sexo. deberías saberlo»
Es habitual confundir la dignificación de la mujer en prostitución (lucha loable y a la que me sumo) con la dignificación de la propia prostitución (expresión de la desigualdad de género, como mínimo).
Es algo que nos afecta a todos/as… como todo lo que concierne a los derechos y a la discriminación.
Flaco favor hace el imaginario de la prostitución a la trata: ese es el planteamiento del artículo… por supuesto, que hay que establecer diferencias pero desgraciadamente lo que se está haciendo es invisibilizarse la violencia.
Gracias por vuestras aportaciones twiteras!!