Sensatez.
He pensado mucho en estas palabra estos días al ver las «noticias» sobre una de las últimas víctimas de violencia machista. Sensacionalistas, exageradas y plagadas de prejuicios por el hecho de ser una mujer gitana.
De palabras mentirosas sobre gitanos, escribía hace unos meses Romana Pérez en un artículo que deberíamos releer. Pero no es suficiente, necesitaba que alguien escribiera con sensatez y conocimiento sobre las noticias de estos días.
No es nada difícil encontrar personas sensatas en la Fundación Secretariado Gitano. En su delegación gallega lo han pasado muy mal esta semana con el asesinato de una persona a la que querían. Y han sufrido aún mas con la falta de respeto a su memoria en muchas noticias. Mucho ánimo a tod@s.
Hoy les dejo con Eva Vera, la directora de Secretariado Gitano en Galicia.
Que vivan TODAS las mujeres.
Gracias Eva.
Esta semana se hacían públicos los datos de la macroencuesta de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) «Violencia contra las mujeres: todos los días y en todas partes«. Una de cada tres mujeres europeas experimentó violencia física y/o sexual a lo largo de su vida, pero sólo un 34% denunció esa violencia. Más de 9 millones de europeas declaran haber sido violadas alguna vez en su vida. Los datos también revelan que en España la violencia de género está varios puntos por debajo de la media europea.
¿Creemos realmente que es más frecuente la violencia de género en los países del norte de Europa que en los del sur como muestran los datos, o será que hay más conciencia y por lo tanto más denuncias?
En lo que va de año en España, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, son ya 12 las mujeres muertas víctimas de violencia de género. Una de ellas, como escribe María Xosé Queizán, era una mujer gitana.
Y yo me pregunto: ¿realmente importa el origen, la raza o la etnia de una víctima de violencia de género o lo que realmente importa es que se trata de una mujer y de una víctima? ¿Es la violencia de género un problema de unos pocos o de minorías o es realmente un problema social que nos puede afectar a todas las mujeres?
Los medios de comunicación son un potente instrumento de sensibilización, que en el marco de su responsabilidad, deberían informar desde el respeto a la dignidad e intimidad de las personas, evitando un tratamiento informativo prejuicioso que provoque generalizaciones y pueda dañar a otras personas o grupos. Más aún si hablamos de víctimas, pero a veces se anteponen otros intereses a la verdadera noticia: la muerte de una mujer víctima de la violencia de género.
Sin ningún ánimo de sermonear sino para reflexionar conjuntamente: ¿Han sido los medios de comunicación objetivos y responsables en el tratamiento de esta noticia? ¿Se ha aplicado la ética profesional?
Creo que en muchos casos ha sido lamentable el tratamiento informativo dado durante estos días a este caso de violencia de género, aprovechando momentos de especial vulnerabilidad de las familias para dar datos que no aportan nada desde el punto de vista comunicativo, vulneran el derecho a la intimidad de la víctima y su familia, dañan su integridad y su dignidad, y al mismo tiempo perjudican la imagen de las personas gitanas como comunidad, perpetuando prejuicios y estereotipos, dejando en un segundo plano la verdadera noticia, que es la violencia de género y el fallecimiento de una persona y la necesidad de abordar este problema social en toda su magnitud. Es preocupante que ante un hecho de estas características se aporten datos personales como nombres y apellidos, direcciones de residencia, historias personales de la pareja y allegados, elementos propios de su cultura y sus costumbres…
En muchas informaciones muchas mujeres sin importar su origen, su raza o su etnia, nos hemos sentido respetadas y reconocidas. Me gustaría reproducir el Decálogo para informar sobre violencia de género al que se ha comprometido el diario Público:
- Usaremos los términos “violencia de género”, “violencia machista”, “violencia sexista” y “violencia masculina contra las mujeres”, por este orden. Rechazamos las expresiones “violencia doméstica”, “violencia de pareja” y “violencia familiar”.
- La violencia de género no es un suceso, sino un problema social. Por ello, no le daremos este tratamiento. No publicaremos fotos ni detalles morbosos.
- Nunca identificaremos a las víctimas ni incluiremos información que pueda perjudicarlas a ellas o a su entorno.
- Respetaremos siempre la presunción de inocencia de los agresores. Una vez haya sentencia condenatoria, los identificaremos debidamente, destacaremos el castigo e intentaremos incluirlo en los titulares.
- Nunca buscaremos justificaciones o “motivos” (alcohol, drogas, discusiones…). La causa de la violencia de género es el control y el dominio que determinados hombres ejercen contra sus compañeras.
- Evitaremos las opiniones de vecinos o familiares que no hayan sido testigos directos de los hechos. En cualquier caso, nunca recogeremos opiniones positivas sobre el agresor o la pareja.
- Intentaremos ofrecer opiniones de personas expertas en la materia. Priorizaremos las fuentes policiales y de la investigación. No se informará con precipitación.
- Sólo incluiremos testimonios de víctimas de malos tratos cuando no se hallen en situación de emergencia o bajo cualquier tipo de presión.
- Denunciaremos también la llamada violencia continuada (agresiones, maltrato psicológico… aunque no tenga resultado de muerte).
- Siempre incluiremos en la noticia el teléfono gratuito de ayuda a las víctimas (016) y cualquier otra información que les pueda ser útil.
Y una última pregunta, ¿Somos los ciudadanos conscientes de cómo se nos informa? ¿Debemos ser nosotros cómo ciudadanos los que exijamos una información de calidad y rigurosa?
A Lupe. A esas mujeres gitanas que en su día y todos los días toman la palabra.
Eva Vera Ledo
¿Estereotipos contra las gitanas? Ustedes mismos los crean. ¿Por qué se ven cosas en los medios como «Mi Gran Boda Gitana»? Mi marido es gitano y nunca fue a payas «solo por diversión mientras esperaba casarse con una gitana virgen» y ni mi cuñada casada ni mi suegra tuvieron que humillarse nuca como en ese programa. Además me explicaron muy bien el truco del pañuelo, algo que nombro porque es una de las cosas que mas me preguntaron mi familia y amigos cuando les dije que salía con un gitano. Besos de una paya malagueña!
Tras largos días de reflexións e de malestar, lánzome a dar a miña humilde opinión, baseada no trato diario cos xitanos e xitanas que viviron en primeira persoa como as xeralizacións lles afectaban directamente, como o medo se apoderaba deles por informacións baseadas en «leis e normas de convivencia» que se recollían en momentos de profunda dór.
Estas informacións morbosas, en case tódolos casos non fixeron máis que deixar en un segundo plano o que realmente era noticia, que unha muller máis morrera presuntamente a máns do seu marido. E eu pregúntome qué razón tiveron os 10 días de bombardeo mediatico posteriores ó falecemento, eu realmente non o sei pero o que si teño claro é que se fixo moito dano de maneira gratuita a unha comunidade, a xitana consternada polo que acababa de sufrir.
Cando o que todos deberíamos ter proclamado ben alto é a nosa repulsa a violencia de xénero e o noso máis sentido pésame os familiares da falecida.
Saúdos
A voltas coa lei xitana. Por Santiago González Avión
«Por último, hai que insistir en que, a falta dunha autoridade común, ese suposto dereito penal non deixa de ser unha aplicación da lei do máis forte. Ningún Estado de dereito pode dimitir do seu monopolio do uso da coerción para impoñer a lei. Nin asistir impasible a declaracións que vulneran este fundamento da nosa convivencia.
Por iso me estarrece que a opinión pública preste os seus foros e as súas tribunas para expoñer un punto de vista tan discutible desde a óptica da antropoloxía cultural e tan deplorable desde unha valoración ética e xurídica. Ninguén aceptaría que unha minoría relixiosa quixese aplicar un código penal propio e contrario aos principios da nosa convivencia. »
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2014/03/09/voltas-coa-lei-xitana/0003_201403G9P21995.htm
Parabéns polo artigo!
Son contadas as voces que puxeron algo de rigor e sentido común sobre esta cuestión ao longo destes días.
Este artigo non deixa de ser unha chamada de «atención» en tódolos sentidos, en xeral aos medios de comunicación que cubriron esta nova, salvo honrosas excepcións e en particular á sociedade na que vivimos…que tamén ten a súa parte de responsabilidade…
Gracias e saúdos.
Hola, me parece muy bien este articulo,pero yo me pregunto….xq no se puede dar la noticia q ha muerto una mujer gitana x violencia de genenero, y si pueden dar noticias Cómo….una reyerta gitana…o caso de drogas en una barriada gitana, estos son algunos casos de noticias q se dan sin mencionar muchisimas mas q se siguen dando mencionando la palabra gitanos/as, eso hace mucho daño desde los medios de comunicacion a este pueblo,entiendo q es xq son minoria, pero deberia haber un respeto desde los medios de comunicacion, xq a nadie nos gustaria q nos señalasen con el dedo,….donde entra uno entran todos?, todos son iguales?, pues no, como tampoco lo son en otras culturas o etnias, como querais llamarlo.
y como tampoco se hace mencion desde los medios de comunicacion….una pelea entre varias personas «no gitanas», «o payas»,tampoco se deberia mencionar gitanos/as en estos medios.
Como bien dice Eva en el articulo, el tratamiento de los medios de comunicación en este caso, como en muchos otros ha sido lamentable.
Hay honrosas excepciones, de medios que priorizan informar a desinformar.
El caso del diario Publico es buen ejemplo.
La guía para periodistas es un buen material que bien podían tener a mano cuando se dedicaran a escribir sobre comunidad gitana.
Y sobre cualquier otro tipo de colectivo con características especiales.
No puedo dejar de mostrar mi mas profundo malestar con la vulneración de derechos que ha habido en este caso.
Agradecer a Xosé su sensibilidad con la comunidad gitana, y felicitar a mi compañera Eva Vera, que describe en su articulo una situación que por desgracia se repite mucho, y que como sociedad todavía no sabemos atajar.
Un saludo y gracias.