La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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No ando yo con mucho ánimo para escribir estos días. Recorte tras recorte ensañándose con los más débiles, medidas de protección de delincuentes y defraudadores fiscales mientras a mi alrededor calan ideas falsas y masoquistas como que “no nos podemos permitir este estado del bienestar, hay que recortar” o leer afirmaciones de república bananera como que “la permisividad con el 15-M nos lleva al incivismo y al vandalismo” desaniman bastante. Y si a todo esto le suman la imagen de personas con caras, nombres y apellidos con las que trabajo a diario y a las que seguro voy a ver sufrir con esta injusticias premeditadas, cuesta ilusionarse.

Con este panorama y este ánimo, me he venido a pasar la semana santa a Valladolid, pensando en escribir alguna reflexión general y negativa mientras escapaba de procesiones a las que no soy muy dado, disfrutaba, y como, con la ensaladilla y las torrijas de la madre de mi santa o mientras comprobaba como aquí la libertad de expresión no está tampoco muy bien vista, con unos murales sobre la represión de enseñantes republicanos en el franquismo. En Santiago nuestro alcalde le está dando publicidad a Leo Bassi. Un alcalde que quizá dimita pronto tras ser denunciado por defraudar 291.000 euros

En esto estaba cuando Daniel Zapico, Coordinador de Movilización e Impacto de Amnistía Internacional Mexico me pide que difunda una campaña para acabar con el asesinato de periodistas en este pais.

No tiene sentido desanimarse cuando hay tanto por hacer y cuando hay tantos ejemplos de entrega en una profesión imprescindible pero a la vez tan ingrata y con tanta explotación laboral como la del periodismo.

Defensores de derechos humanos en México, entre el sueño y la nada

Hace unos meses escribía en este mismo blog sobre la situación de las y los defensores de derechos humanos en México. Amenazas, agresiones, asesinatos y secuestros muestran un panorama preocupante. Entre 2006 y 2010, al menos 61 defensores de derechos humanos fueron asesinados en México.

Y esta situación va más allá, y afecta gravemente a los periodistas, a las personas que tienen como misión garantizar nuestro derecho a la información. En 10 años, al menos 66 periodistas han sido asesinados, convirtiendo a México en el país más peligroso de América  y uno de los más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.

Los ataques provienen del crimen organizado, de agentes de policía, de “fuentes desconocidas” y permanecen casi siempre en la impunidad. Una impunidad que supone en la práctica una garantía de repetición. Defensores de derechos humanos y periodistas afrontan estos riesgos en solitario, sin que existan mecanismos efectivos para protegerles.

Ante esta situación, muchas organizaciones mexicanas, con el apoyo de Amnistía Internacional y Brigadas Internacionales de Paz  han trabajado durante los últimos meses para lograr que se apruebe una Ley que proteja a las personas defensoras de derechos humanos y periodistas a través del establecimiento de un mecanismo de protección.

Ha sido un proceso largo y complicado, pero al final se logró acordar un texto histórico que establece la responsabilidad de México de prevenir y atajar estos ataques. Más de 65 senadores y senadoras, de un total de 128, pertenecientes a todos los partidos firmaron la iniciativa de Ley para que fuese tramitada. Destacados defensores de derechos humanos, como el Padre Solalinde, conocido por su defensa de los migrantes, fueron recibidos en los solemnes salones del Senado y recibieron el compromiso de que la Ley se tramitaría rápidamente.

Este proyecto de Ley ha sido uno de los grandes logros de la sociedad civil mexicana en los últimos tiempos. Pero son muchos los riesgos que enfrenta esta Ley. El primero de ellos el tiempo, o su ausencia. A finales de este mes de abril se terminan las sesiones en el Senado, antes de las elecciones presidenciales del 1 de julio. Y el proyecto continúa en revisión en las comisiones parlamentarias que deben presentar un dictamen ante el pleno para que la ley sea aprobada.

Ante esta situación, diversas organizaciones, hemos lanzado una campaña a través de Twitter (http://defiendeles.org/tuiter) para pedir a los presidentes de las comisiones que agilicen su trabajo cuanto antes. No se trata de cumplir un simple compromiso político, sino que cada día que pasa sin una ley de protección a defensores de derechos humanos y periodistas, muchas vidas permanecen amenazadas y con ellas los derechos de todas las personas que viven en México.

Por ello, si usas Twitter y quieres colaborar, sólo tienes que entrar en la página http://defiendeles.org/tuiter y con un clic enviar los mensajes que nos permitirán presionar a favor de esta Ley. Hasta el momento ya nos respondió un senador comprometiéndose a actuar a favor de la Ley, pero más que compromisos, necesitamos acciones.

Podemos conseguir el sueño de tener herramientas para proteger a quienes nos defienden e informan. O podemos quedarnos en la nada de otro proyecto olvidado en un cajón. Con tu ayuda, podremos alcanzar ese sueño. www.defiendeles.org/

Daniel Zapico @AIMexico @d_zapico