Este año, en mi barrio estamos de enhorabuena.
Alrededor del Parque del Paxonal en Santiago se abrirá una residencia de personas mayores gracias a la generosidad del empresario compostelano José Otero y de su esposa Carmela Martínez, en lo que constituye además un excelente ejemplo de colaboración entre una empresa privada y la administración pública. La prestigiosa Asociación SARELA inaugurará un centro puntero en el apoyo a personas con daño cerebral y a sus familiares. Y Proxecto Home Galicia , una de las entidades a las que admiro por todo el inmenso trabajo con calidad que han hecho y que hacen a favor de personas con alguna toxicomanía, abrirá un centro que será un referente en toda España.
Este proyecto, del que tienen una completa información en su web, tiene algunas características que lo hacen especialmente significativo: la ambición de la idea, el apoyo decidido de la Fundación Amancio Ortega, en otro tímido aunque muy esperanzador gesto que se añade a su apoyo al nuevo centro Padre Rubinos en A Coruña y que le sitúa en la línea de la muy reconocida labor filantrópica de otros multimillonarios encabezados por Bill Gates ou Warren Buffet, el acuerdo de todas las fuerzas políticas del ayuntamiento y la gestión decidida y ágil de la concejalía de Urbanismo para que este proyecto vea la luz lo antes posible.
Buenas noticias para un barrio como o Castiñeiriño donde su Centro Sociocultural lleva merecidamente el nombre de Don Agustín Bueno, una persona admirable, honesta, trabajadora y que durante toda su vida fue un ejemplo de lucha por la justicia y la solidaridad (aquí si está bien empleada esta palabra) en su entorno.
Pero es una buena noticia sobre todo porque a la práctica totalidad de las personas que viven en mi barrio y en mi comunidad las tengo por sensatas e independientes. Es muy difícil, casi imposible, intentar manipularlas con información sesgada, prejuicios o con cuatro consignas interesadas dichas con bastante maldad desde micrófonos o carteles.
Estoy seguro que muchas ya comprobaron que en los sitios donde Proyecto Hombre tiene sus sedes (en Santiago donde ahora están ¡hay 5 colegios a su lado!) nunca hubo ningún tipo de problema de seguridad o de consumo de drogas, ni hace muchos años cuando la mayoría de consumidores lo eran de heroína, ni ahora, cuando, con más poder adquisitivo, lo son de cocaína o de drogas sintéticas.
Y resulta muy fácil ver como la transparencia desde el Proyecto Hombre es máxima y ni ellos ni el ayuntamiento tienen ni tendrán ningun problema para explicar este proyecto. Quizá son de los que como yo se sorprenden sobremanera y desconfían de aquellas personas que se niegan a obtener más información que vaya en contra de sus ideas aunque con ello discriminen y le hagan daño a personas inocentes.
Hace 10 o 12 anos fui voluntario con Proyecto Hombre. Me compensaron de sobra las personas a las que conocí y con las que conviví y ahora van y me sorprenden con este regalo que va a revitalizar sin duda mi barrio y a mi ciudad. No tengo excusa, si me dejan, para no volverlo a ser.
Prueben tamén. No se arrepentirán.
Por cierto para que muchos de estos proyectos funcionen es necesario poner la x de Fines Sociales en nuestra Declaración de la Renta ¿Le han pedido a nuestras ministras que pasen de la X Solidaria a la X por Defecto?. 256 personas ya lo han hecho. Falta usted
Aún nos queda mucho camino por delante, no sólo con la gente que por desgracia camina por un mundo de oscuridad dolorosa, si nó también con sus familias que ignoran o quieren ignorar lo que tienen en casa y la mayoría de las veces por el que dirán los vecinos… Señoras/es el problema no siempre está en la calle. Miremos para dentro de nuestros propios hogares… y recordemos que la suciedad se barre de fuera para dentro y no a la inversa, pues el mismo aire volverá a depositarla en nuestra
ignorancia…
Unha contestacion interesante
http://www.elcorreogallego.es/santiago/ecg/gracias-proyecto-hombre/idEdicion-2011-06-17/idNoticia-679514/
Totalmente de acuerdo en todo, Luis Barreiro!
Sólo 3 cosas:
La primera: Causa horror la ignorancia que pese a tantos años de campañas, telemaratones, fiestas benéficas y desfiles de modelos solidarios sigue imperando en nuestra sociedad, algo hemos hecho mal, muy mal, para que a día de hoy un grupo de ciudadanos se agrupe en contra de una organización como Proxecto Home armados solo con un puñado de tópicos rancios y de un regusto eugenésico. Deberíamos plantearnos de que informamos y de cómo informamos, la multiplicación de “eventos solidarios” no parece que haya mejorado demasiado nuestra conciencia social colectiva. En palabras de Bob Geldoff, en un momento de sorprendente sinceridad, “mi único mérito es haber convertido el hambre en un espectáculo”, pues eso.
La segunda: Sorprende, o no, el silencio de la clase política. Uno esperaría una contundente respuesta por parte de los tres grandes partidos ante una ofensiva de este calibre contra una entidad que merece toda la estima y reconocimiento de la ciudad. Como excepción la valentía y claridad de Mercedes Rosón ante este tema.
La tercera. No me ilusiona la perspectiva que se está abriendo de resituar los servicios de atención a los ciudadanos en macro-centros en la periferia de los núcleos urbanos. Soy consciente de que se unen varios factores (urbanísticos, filantrópicos y mediáticos) que derivan hacia este retorno al pasado. En diversos sectores estamos superando esa parte de nuestra historia social, un caso paradigmático es el trabajo con menores. Dudo que exista alguien en la geografía española capaz de esgrimir un argumento favorable a los macro-centros de menores (que Dios tenga en su Gloria). ¿Por qué lo que es bueno para los menores no lo es para las personas sin hogar, por ejemplo? Estos servicios llevan siglos situados en los centros urbanos (véase el Hostal de Los Reyes Católicos o el Hospital de san Roque, en nuestra ciudad) y han demostrado que la convivencia no solo es posible, sino que han sido en buena medida esas instituciones las que han fraguado esta ciudad.