Hubo un tiempo, con poco dinero y muchas ganas de adentrarnos en la gran historia del rock, en la que los discos en vivo eran la mejor de las puertas que se podían imaginar. Adquirías uno de esos dobles elepés grabados en uno o varios conciertos y entrabas en el universo de un grupo por la puerta grande: con los gritos de fans, la imaginación desbordada y su grandes éxitos. Luego, empezaste a leer revistas de gente con supuesto criterio que decía eso era una maniobra comercial y que, quizá, no tenía tenía sentido. Y aunque a ti lo del público bramando y coreando estribillos te gustaba, poco a poco, empezaste a interiorizar esa idea entendida de que los álbumes en vivo no eran necesarios y que lo que tenían que hacer los grupos es producir material nuevo. Internet dilapidando el concepto disco (y, especialmente, el acto de su compra) … Seguir leyendo
Hace dos años Presumido tocaban en Los conciertos de Retroalimentación ante unas 25 o 30 personas. Fue una de esas noches en las que me fui a casa frustrado ante la escasa asistencia de público. El concierto había estado sensacional, pero no sé muy bien por qué la cosa no cuajó. Ellos decían que no importaba, que esas cosas ocurrían y que no se iban a dar por vencidos en su meta de ser una banda grande, a ser posible de estadios.
Me acordé de aquella fecha ayer en varias ocasiones a lo largo del concierto que ofrecieron en Mardi Gras. Cuando lo vi lleno de gente, pero también cuando lo vi lleno de emoción y cuando lo vi en modo karaoke encendido. Tarci y Nacho viven esas canciones y el público las vive con ellos. Juntos hacen un intercambio de energía formidable que es una gozada sentir.
La del 5 de octubre del 2019 fue una noche especial para Vega. Cerraba la gira de La reina pez (2018) en la sala Joy Eslava, con todo el papel vendido con meses de antelación. La artista diseñó la cita con un carácter único. Rescató temas del olvido, encargó vestuario exclusivo y llamó a varios de sus amigos (Andrés Suárez, Budiño, Guadi Galego, Amaral, María Blanco…) para redondearla.
Quienes allí estuvieron hablan de magia. Todo aquello se ha encapsulado en Diario de una noche en Madrid, un precioso libro que explica, paso a paso, aquel directo. También se incluye un blu-ray con la filmación del mismo y un doble cedé que, además de recoger la actuación, añade la revisión de Mi habitación, un tema de su primera etapa, y Dónde estabas tú, reinterpretada con Iván Ferreiro.
En este fetiche de cuidadísima presentación, además de … Seguir leyendo
Con un concierto colgando hasta el último momento y un baile de fechas que nos ha dejado marzo sin bolo, pero abril con dos, ya podemos ¡al fin! anunciar las tres siguientes noches de Los conciertos de Retroalimentación. Ahí van
-PRESUMIDO ( Mardi Gras, 7 de febrero, 22.00 horas, 10/13 euros). Viejos amigos de Retroalimentación, Tarci Avila y Nacho Dafonte vuelven al ciclo con el fantástico “Cuatro Estaciones” bajo el brazo. Tras toda la peripecia de la ruptura con su exsello, el empeño de su instrumentos, el crowfunding y el proyecto de cuatro epés acompañando las estaciones del año ya se puede disfrutar de un album fantástico. Pop electrónico con un pie en Depeche Mode y otro en Beach House, aunque siempre mirando a Tino Casal.
-ALLOVA (Mala Vida, 3 de abril, 21.30 horas). El proyecto de de la rusa afincada en A Coruña Alla Mikhaylova presentará en Los conciertos … Seguir leyendo
Todo tenemos canciones talismán. Una de las mías es Wouldn’t It Be Nice de los Beach Boys. Se trata del primer capítulo de la obra magna de los americanos, Pet Sounds, la que alguien acertadamente definió como la capilla sixtina del pop. No exageraba. En ese disco se encuentra algunas de las creaciones más importantes y maravillosa de esa música que irrumpió en los años cincuenta con ánimo de volverlo todo patas arriba.
No es exactamente el caso de los Beach Boys ese. No hay ánimo de subversión o rebeldía en su música. En esa canción, por ejemplo, Brian Wilson habla de lo maravilloso que sería ser mayor y poderse casar con su novia. Podrían, canta, «después de pasar el día juntos» abrazarse toda la noche. Por ello dice que si los dos los desean, tienen esperanza y rezan quizá lo conseguirían.