La Voz de Galicia
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Sin duda, una de las experiencias más impactantes es buscar nuestro nombre en Google. Todavía se hace más intensa si entrecomillamos nuestro nombre completo en el campo de búsqueda. Los resultados son sorprendentes y, en ocasiones y por qué no decirlo, espeluznantes. Realmente, la Red tiene mucha más información sobre nosotros de la que siquiera somos conscientes: un expediente académico, una publicación ya olvidada, nuestra ficha de antiguos alumnos, nuestro perfil en redes sociales, esa multa que no fuimos nunca a recoger a correos, y un largo etcétera.

privacy_cautionMucha de esta información (por no decir la mayoría) la hemos suministrado nosotros mismos: aquel formulario de alta en el servicio de correo gratuito o en el foro de mi cantante favorito, mi perfil de Facebook o MySpace, mi cuenta de Flickr, mi usuario con videos favoritos de Youtube, nuestro perfil profesional para búsqueda de empleo o contactos, etc. A ello se suma que no siempre el titular de la Web nos ha informado adecuadamente ni ha obtenido válidamente nuestra autorización para publicar nuestros datos en la Red.

Ante esto, vaya por delante nuestra recomendación general de limitar al máximo los datos que damos por Internet. Recientemente, se están desarrollando métodos y herramientas de software que permiten incluso la autodestrucción de dicha información pasado un tiempo desde su publicación en la Red.

Igualmente, recomendamos leer siempre la información “legal” que se debe acompañar a los formularios que cubrimos (si no es así, malo) y desmarcar o marcar las casillas donde nos piden autorización para ceder o comunicar datos a otras entidades o publicarlos en la Red. En nuestro pasado artículo “Mi hijo sale en la Red”, ya tuvimos la ocasión de comentar los requisitos que debe cumplir dicha información y recabo de consentimiento en el caso de los menores de edad.

De acuerdo, todo eso está muy bien” – me diréis – “Pero, ¿qué pasa con los datos que ya están en la Red? ¿Qué hay de la información que otros han incluido sobre mi? ¿Y ese vídeo que alguien ha colgado donde aparece mi hijo siendo acosado en el colegio? ¿Y ese foro donde se me insulta?…”

Ante esto, y como ya apuntábamos en dicho artículo, la Ley pone en nuestras manos unas armas muy poderosas para defendernos: los llamados «derechos del interesado«. Dichos derechos están reconocidos por los artículos 15 y siguientes de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) y son principalmente los siguientes: el derecho de acceso, el derecho de rectificación y el derecho de cancelación u oposición.

Todos estos derechos pueden ser ejercidos en cualquier momento y gratuitamente por el propio titular de los datos o su representante legal frente a cualquier entidad que posea o trate dichos datos, estando obligado el responsable del tratamiento a actuar en consecuencia en el plazo taxativo de entre 10 días y un mes desde la solicitud, so pena de incurrir en importantes sanciones económicas. En concreto:

1- El derecho de acceso nos sirve para que nos informen de todos los datos que tienen sobre nosotros, así como del origen de dichos datos (de dónde los han obtenido) y a quién se los han comunicado;

2- El derecho de rectificación, nos faculta para instar la corrección de cualquier dato erróneo o incompleto sobre nosotros o nuestros representados y

3- El derecho de cancelación u oposición, supone que podemos obligar a la completa retirada o bloqueo de nuestros datos de un fichero concreto o de la Red, salvo excepción legal aplicable.

Estos derechos pueden ser ejercidos ante el propio titular o responsable de la Web a través de los medios y datos de contacto indicados por él mismo en su clausulado informativo, según viene obligado por la Ley (en ocasiones, incluso, se puede realizar simplemente por teléfono o email) y, en todo caso, sin coste alguno para el solicitante.

Para garantizar y orientar en el correcto ejercicio de estos derechos, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha confeccionado una serie de modelos y formularios para utilizar como guía en las solicitudes de estos y otros derechos del interesado. Con base a los mismos, hemos confecionado el siguiente modelo para ejercer nuestro derecho de cancelación con el fin de borrar nuestros datos publicados en un sitio Web de Internet:

«D./ Dña. ……………………………………………………………………………………………., mayor de edad, con domicilio en la C/Plaza …………………………………………………………………………….. nº…….., Localidad ……………………………………. Provincia …………………………………… C.P . …………… Comunidad Autónoma …………………………………….. con D.N.I…………………….., del que acompaña copia, por medio del presente escrito ejerce el derecho de cancelación de conformidad con lo previsto en el artículo 16 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal y en los artículos 31 y 32 del Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se desarrolla la misma y en consecuencia,

SOLICITA,

Que se proceda a acordar la cancelación de los datos personales publicados sobre mi persona en la siguiente dirección de Internet: ___________________________ en forma de texto/imágenes y/o vídeo, que se realice en el plazo de diez días a contar desde la recogida de esta solicitud, y que se me notifique de forma escrita el resultado de la cancelación practicada.

Que en caso de que se acuerde dentro del plazo de diez días hábiles que no procede acceder a practicar total o parcialmente las cancelaciones propuestas, se me comunique motivadamente a fin de, en su caso, solicitar la tutela de la Agencia Española de Protección de Datos, al amparo del artículo 18 de la citada Ley Orgánica 15/1999.

Que si los datos cancelados hubieran sido comunicados previamente se notifique al responsable del fichero la cancelación practicada con el fin de que también éste proceda a hacer las correcciones oportunas para que se respete el deber de calidad de los datos a que se refiere el artículo 4 de la mencionada Ley Orgánica 15/1999.

En ……………………….a………de………………………de 20……


Firmado: …………………..»

Con el correcto y asiduo ejercicio de estos derechos podremos controlar y limitar mucha de la información que, sobre nosotros, se publica a diario en la Red. Está en nuestras manos proteger nuestra información y la de nuestros hijos.

Actualización:

Enlace de interés:

Servicio de Reputación Online de Pintos & Salgado Abogados: http://pintos-salgado.com/servicio-reputacion-online/