Y es que ya lo decía mi abuela: “Nadie da duros a cuatro pesetas”. Esto es rigurosamente cierto también en Internet. En contra de lo que pudiéramos pensar, lo cierto es que no hay nada gratis en la Red: en realidad pagamos con nuestros datos.
Nos estamos habituando peligrosamente a no pagar nada por los servicios que disfrutamos en Internet: el correo electrónico, nuestro perfil en Redes Sociales, nuestra agenda, nuestras fotos y vídeos, etc. Todo lo podemos disfrutar sin pagar un solo euro. ¡Y lo vemos como la cosa más normal del mundo!
Las empresas nos ofrecen sin coste estos servicios pero ¿Por qué?
Hay quien diría que realmente se están financiando con la publicidad genérica. Esto, sin duda, es cierto en parte: Si doy algo gratis, tengo más visitas. Si tengo más visitas, ingreso más por publicidad visionada. Pero ¿ese ingreso es suficiente?
A la luz de los precios que se manejan por publicidad mostrada en la Red, muy inferiores a los de la publicidad impresa en medios tradicionales, resulta difícil imaginarlo. De hecho, tendría que tener una enorme cantidad de visitas para cubrir simplemente los costes de una empresa de tamaño medio (cuanto más los de una gran empresa).
Entonces, ¿Dónde está el truco? Porque lo cierto es que cada vez más y más empresas se lanzan a competir ofreciendo servicios más y más sofisticados por cero euros/dólares/libras/yenes…
Pues bien, el truco está en que realmente no son servicios gratis. Es cierto que no pagamos con dinero pero, en cambio, sí pagamos con otro bien tanto o incluso más preciado: nuestros datos.
Nuestro perfil, nuestros gustos, nuestros hábitos de consumo, etc. Todo ello es información que, consciente o inconscientemente, estamos volcando y/o está siendo recabada sobre nosotros en Internet. Ya sea con fines comerciales (publicidad selectiva), económicos, políticos o de seguridad.
En la Sociedad 2.0, la información es poder y el que posee más datos es también el más poderoso (y rico) en la Red.
Este modelo de negocio deriva principalmente del sistema imperante de los Estados Unidos. En este país, debido a que no tiene legislación de protección de datos, la información de los ciudadanos pertenece a los que los poseen y tratan. Por tanto, las corporaciones pueden comerciar libremente con ellos (he dicho bien, comerciar) como un activo o producto empresarial más.
Por ejemplo, en el caso de Facebook, que se estima alcanzará los 1000 millones de ingresos en 2010, podemos encontrar el siguiente texto en sus condiciones generales y su política de privacidad (eso que nadie suele leer y se acepta sin más para crear una nueva cuenta):
“nos concedes una licencia no exclusiva, transferible, con posibilidad de ser sub-otorgada, sin royalties, aplicable mundialmente, para utilizar cualquier contenido de PI (incluyendo fotografías y vídeos) que publiques en Facebook o en conexión con Facebook (en adelante, «licencia de PI»)”
“Algunas categorías de información como tu nombre, la foto de tu perfil, tu lista de amigos y de páginas de las que eres fan, tu sexo, región geográfica, y redes a las que perteneces, se consideran totalmente públicas y disponibles para todos, incluyendo las aplicaciones avanzadas de Facebook, por lo que no puedes configurar su privacidad.” (Traducción libre del texto original en inglés)
Por su parte, Google incorpora el siguiente texto en su Política de Privacidad:
“Información que usted nos proporciona: al solicitar una cuenta de Google u otros servicios o promociones de Google que requieren un proceso de registro, el solicitante deberá facilitarnos datos personales (nombre, dirección de correo electrónico y contraseña de la cuenta, por ejemplo). Para determinados servicios, como nuestros programas publicitarios, solicitamos también información sobre la tarjeta de crédito u otra información bancaria, que guardamos en formato encriptado en nuestros servidores seguros. Es posible que combinemos los datos que nos proporciona el solicitante a través de su cuenta con la información procedente de otros servicios de Google o de terceros a fin de proporcionarle una experiencia óptima y de mejorar la calidad de nuestros servicios. Para determinados servicios, le ofreceremos la oportunidad de decidir si desea o no que realicemos dicha combinación de datos.
Cookies: cuando usted visita Google, enviamos una o varias cookies (un pequeño archivo que contiene una cadena de caracteres) a su equipo mediante las que se identificará de manera exclusiva su navegador. Utilizamos cookies para mejorar la calidad de nuestro servicio gracias a que almacenamos las preferencias del usuario y a que supervisamos las tendencias de comportamiento, por ejemplo, el tipo de búsquedas que realiza.”
En Europa, por el contrario y gracias a la Directiva 95/46/CE y legislación de desarrollo (LOPD en España), los datos personales siguen siendo propiedad de los ciudadanos y, salvo muy contadas excepciones, no se podrán ceder o tratar sin la autorización de los mismos.
¿Es por ello que el modelo americano de negocios en la Red no termina de cuajar en el viejo continente? Pues, en parte, es posible que sí.
Ahora, como ciudadanos, debemos de preguntarnos en cuánto valoramos nuestra privacidad y si su valor es superior o inferior a los servicios que estamos recibiendo en la Red.
Por lo menos seremos conscientes de lo que estamos pagando realmente por Internet.
Es sorprendente como somos capaces de proporcionar tanta información por este medio sin dudar ni prevenir un poco de las consecuencias que esto nos podría traer, hay que aprender a ser un poco más desconfiados.
Desde que el mundo es mundo,
Desde el momento en que empezamos, a nacer,
Nada es gratis!
Porque todo lo que nace,
empieza a morir.
Desde que Dos es dos,
Y uno se divide en dos.
¡Nada es perfecto!
Porque en la noche,
se esconde el día,
Y en el dia anida la noche.
Nada desaparece!
Y desde que Dios es Dios,
Y el diablo es diablo.
Nada se crea!
Si ganas, pierdes,
Si pierdes, ganas.
Nada es gratis!
Porque la energía,
solo se transforma.
¡Todo esta en no exagerar!.
Y a veces,
en no exagerar con no exagerar,
Pero todo, sin exagerar.
Por: Carlos Alfonso Torres Beltran,
Diciembre del 2009.
Excelentes reflexiones. Ya habrán los quienes los tilden de teóricos del caos y paranoides pero proveyendo información, resaltando la «letra chiquita» de los contratos, en fin, aplicando un poco de sentido común, se estimula una conciencia crítica.
huy increible como damos nuestros datos el otro dia vi un video en facebook donde con una aplicacion salian todos nuestros telefonos y cualquier persona tiene derecho a que los vea que peligro
Si la ionformación ahora es una accion que se paga se vende y cuesta , y también nos cuesta a todos que nos volvemos unas cifras de consumo, buen articulo
Ahora toca tener un especial cuidado con nuestros datos personales ya que pueden caer en las manos equivocadas.
Debemos aprender a administrar nuestra información, y conocer un poco más los requisitos mínimos para prevenir estafas o abusos. Gracias por el post es útil.
I like the blog, are great articles
congratulations.
Cuando se es un ciudadano comun, las implicaciones de los datos que se dan en redes o plataformas no es de mucha importancia. Mas para aquellas personas «publicas» pueden ser elementos de cuidado ya que los correos son escaneados, y los historiales de busquedas almacenados de forma que cualquier mal paso digital puede en algun momento ser conocidos por las personas menos indicadas.
Tener conciencia cuando damos nuestros datos personales, gran aporte. Un saludo.
Gran resposabilidad es tener control de la informacion hay que tener cuidado con nuestros datos, un saludo,
pagar de este modo es absoluta responsabilidad individual.
Claro que nada es gratis, antes se pagaba alquiler de locales, inmobiliarios, etc ahora se paga por publicidad, pero hacerla bien puede también traer grandes beneficios.
Solo debemos cuidar nuestros datos personales para que no caigan en las manos equivocadas.
Saludos
Asi es todo un genio me encanto tu blog ya que es algo muy original muchisimas gracias a ti un saludo muy grande bendiciones!!
Buena informacion
Reflexión deprimente pero muy cierta, gracias por la información.
Solo debemos cuidar nuestros datos personales, ya que pueden ser usados de diferentes formas. Nada es gratis en Internet.
La seguridad de los datos personales se basa en tres pilares fundamentales:
– Confidencialidad (para la persona correcta)
– Integridad (información correcta)
– Disponibilidad (en el momento correcto).
ccada día es peor, gracias por compartir, ahora a reflexionar
Muy buena información. Es cierto, nada es gratis en internet.