Siempre que oímos de hablar de datos en la era digital pensamos, como no, en los datos personales y su necesaria protección y extensa regulación de la que han sido objeto en Europa, con el RGPD, y en otras partes del mundo.
Sin embargo, los datos personales no son los únicos datos que se almacenan en nuestros dispositivos y que circulan en la Red y la Unión Europea se ha propuesto también regular estos últimos en una norma específica: el Reglamento (UE) 2023/2854 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de diciembre de 2023, sobre normas armonizadas para un acceso justo a los datos y su utilización, y por el que se modifican el Reglamento (UE) 2017/2394 y la Directiva (UE) 2020/1828 (Reglamento de Datos).
Este Reglamento, publicado el pasado 22 de diciembre en el Diario Oficial de la UE, no solo complementa el RGPD y la Directiva 2002/58, sino que también introduce conceptos clave como ‘datos’, ‘usuarios’, ‘productos conectados’, y ‘servicios relacionados’, ampliando así el entendimiento y el manejo de la información digital. Su contenido abarca desde el acceso y uso de los datos por los usuarios hasta la regulación de cláusulas abusivas, mostrando un esfuerzo por equilibrar los derechos de los individuos y las necesidades comerciales.
El nuevo Reglamento de Datos se centra en el acceso y uso de la información generada por productos y servicios digitales. Este Reglamento establece normas para garantizar que los usuarios puedan acceder y utilizar libremente los datos generados por el uso de productos conectados y servicios digitales.
Por ejemplo, si eres un industrial y compras maquinaria moderna para tu fábrica, ésta genera una gran cantidad de datos sobre su uso, rendimiento, condiciones de trabajo, etc. Hasta ahora, esos datos pertenecían solo al fabricante de la maquinaria. Pero con este Reglamento, tú como industrial podrás acceder libremente a esos datos y metadatos para usarlos como consideres como, por ejemplo, para mejorar la eficiencia de tu producción.
El Reglamento también te permite compartir esos datos y metadatos con cualquier empresa o servicio que elijas. Por ejemplo, con tu proveedor de mantenimiento, para que pueda ofrecerte un mejor servicio. O con startups innovadoras que puedan desarrollar nuevos productos y servicios valiosos basados en esos datos.
De esta forma, se rompe el monopolio sobre los datos que hasta ahora tenían los grandes fabricantes de productos y proveedores de servicios tecnológicos y se abre la posibilidad de nuevos modelos de negocio y más innovación en torno al uso de datos.
Eso sí, el Reglamento establece ciertas garantías para que el intercambio de datos y metadatos se realice de forma segura, sin poner en peligro secretos comerciales ni la privacidad de los usuarios. Por ejemplo, si los datos contienen información personal sensible, primará la normativa de protección de datos personales como el RGPD.
En definitiva, este Reglamento supone un gran avance para democratizar el acceso y uso de los datos en la era digital. Refuerza los derechos de los usuarios sobre sus propios datos y abre nuevas oportunidades económicas en torno a ellos.
En un mundo donde los datos se han convertido en una moneda crucial, este Reglamento ofrece una estructura necesaria para asegurar un tratamiento justo y transparente de los mismos. No obstante, su verdadero impacto y efectividad solo se revelarán con su implementación y la adaptación de los actores involucrados. Este es un paso adelante significativo, pero aún queda camino por recorrer para armonizar completamente la protección de datos en la era digital.
El Reglamento de Datos entrará en aplicación a partir del 12 de septiembre de 2025 y obligará a la revisión de las políticas y los contratos de los fabricantes, desarrolladores y proveedores de servicios y productos conectados que se comercialicen en la Unión Europea, con independencia de su lugar de origen.
Un nuevo cambio histórico para la economía digital.
¡Tempus fugit!
Publicado originalmente en: https://pintos-salgado.com/nuevo-reglamento-de-datos-en-la-union-europea