Grabar en analógico, usar instrumentos de época, editar en vinilo… La liturgia rock está llena de lugares comunes en los que se acude en la búsqueda de la pureza y la autenticidad. Todo para alejarse de ese devenir de los tiempos que, en ocasiones, desvirtúa la esencia y el sentido de todo ello. Si se fijan, hasta los grupos más modernos, en cuanto tienen algo de dinero y medios, se refugian en lo supuestamente «verdadero».
No ocurre así, sin embargo, con las salas de conciertos, el lugar natural del rock, donde muchos aprendimos a disfrutar de la música en vivo golpeándote en la cara, como debe ser. Estas cada vez están más devaluadas en favor del formato “rock en el teatro” o el inevitable festival, creando algo inaudito: una generación de aficionados a la música que, pese a contar con varios fibes y summercases en la mochila, apenas pisan las … Seguir leyendo
De todos los aspirantes al título de “nuevos U2” surgidos en la última década Coldplay eran, sin duda, los más válidos. La progresión entre Parachutes (2000), su sombrío e intimista primer álbum, y A Rush of Blood to the Head (2002), el segundo que ya miraba abiertamente a la épica de estadio, así parecía confirmarlo. En ambos casos existían buenas canciones, solidez sonora y ese algo de magia que hizo que joyitas como Yellow o In My Place pasasen a formar parte de la intimidad de miles de personas en todo el mundo. Sin embargo, llevados por la inercia, editaron X&Y(2005), un insulso ejercicio de estilo deslavazado y totalmente hueco que puso al grupo pronto en tela de juicio. Las actitudes paranoicas y persecutorias de su vocalista, Chris Martin, tampoco ayudaron y, por aquel entonces, todo apuntaba a que una de las esperanzas de la música comercial con calidad … Seguir leyendo
En la interesante entrevista con Nicholas Penny, director de la National Gallery de Londres, publicada ayer en El Pais, dos perlas relucen poderosamente en estos tiempos de posmodernidad, culto a la juventud, hibridación y todo vale. Bien valen una reflexión:
“No tengo ningún interés en hacer de la National Gallery un lugar popular entre los jóvenes. Si les gusta a ellos sólo habrá gente joven. El sector social más elitista de hoy son los jóvenes. Excluyen todo lo que no sea como ellos. No quiero que la National Gallery se convierta en uno de sus clubes. Los que entren deben desear formarse. Los museos son fuente de conocimiento. No de espectáculo”.
“Es fácil hacer que otro tipo de visitante venga a los museos. Sólo tienes que organizar un concierto pop en medio del museo. La gente vendría. ¿Pero se quedarían después?”… Seguir leyendo
Ruta 66 ha sido la mejor publicación de rock editada en España. Entre sus páginas muchos hemos descubierto a MC5, Galaxie 500 o Nick Drake y hemos leído los mejores textos en castellano de Led Zeppelin, The Supremes o Wilco. Pero, sobre todo, hemos aprendido a disfrutar de un algo muy especial que solo allí se daba y que ha sido (o debería ser) un modelo a seguir por los que hoy se dedican a escribir sobre música. Nos referimos a los análisis en profundidad de los artistas, elaborados con un tono literario, detallista y erudito, en los que el escriba se sumergía en la obra a tratar aprehendiendo sus entrañas, como si fuera el último estudio que se hiciera de él (es decir todo lo contrario a la mayoría de la prensa musical actual: superficial, de tendencia, olvidable). Esos textos siempre terminaban por ser la referencia “intelectual” a la … Seguir leyendo
Este es EL DISCO. Sí, señores, ni Loveless, ni Stone Roses, ni Doolittle, ni Nevermind ni leches. Antes de siquiera saber qué era eso del indie, si existe un elepé que puso realmente patas arriba a toda una generación en tiempo real, justo cuando ésta empezaba a tomar uso de razón musical, fue el extraordinario Appetite for Destruction de Guns n´Roses . Si me apuran, me atrevería a decir que sólo el The Joshua Tree de U2 y, poco después, el And Justice For All de Metallica pudieron superarlo como punto de encuentro entre todos los adolescentes de la época que escuchaban música “de verdad”.
No era para menos, los Guns n´Roses de aquel entonces eran un cocktail verdaderamente explosivo. Por un lado, poseían una actitud pasada de vueltas ideal para las hormonas afiladas y una imagen que ya forma parte de la iconografía del rock … Seguir leyendo
El post precedente sobre Belle & Sebastian giraba sobre algo totalmente sentimental y no racional u “objetivo”. Desde luego que canciones como Another Sunny Day son notabilísimas, pero -¡ays!- no logran dar en ese membrana en la que uno de deshace como sí ocurría antaño. Y esa diferencia en algunos grupos se hace insoportable: es como ser amigo de la que antes fue tu novia. Se puede, pero,vaya, es bastante diferente. Por eso algunos prefieren eliminar todo tipo de relación.
Una sugerencia: ¿Se imaginan que Belle and Sebastián se separasen en 2001 y, a partir de ahí, se escindieran sus miembros y que lo que actualmente conocemos como Belle & Sebastian se llamase de otra manera?
Para alimentar el debate, he aquí otros casos que como fan perfeccionista hubiera deseado que pusieran fin a todo mucho antes (pese que en algunos casos su obra posterior tenga cosas de valor):
Belle & Sebastián ha sido probablemente el último gran grupo pop. Surgieron de la nada en la segunda mitad de los 90, una época confusa: el brit-pop ya en fase dinosaurio, el debate sobre si la electrónica iba a matar el rock sobre la mesa y sin referentes claros a los que agarrarse para justificar el momento musical que se vivía. Ellos, sin pretenderlo, lo fueron. Fueron ese referente generacional que se plasmaría en camisetas, grupos tributo y cartas de amor. Apocados y mitómanos, eruditos e hipersensibles, lograron aunar en un todo el espíritu de El guardián entre el centeno y Los 400 golpes, con las formas del Bob Dylan electroacústico y la Velvet Undeground más calma, siempre con esa mirada indie universitaria que tanta complicidad y ternura despertó.
Parecía que el mundo necesitase un grupo así. Un disco como If You´re Feeling Sinister (Jeepsteer, 1997), principal punto de … Seguir leyendo
Se dice que el periodista es un ser vanidoso por naturaleza. También se suele añadir que, como los sueldos son bajos, parte del salario hay que cobrarlo con esa vanidad, que no paga las facturas pero sí alimenta el ego, algo incluso más importante en muchos casos. En el caso del periodista o crítico musical todo ello aumenta. Su labor es de las últimas dentro del periodismo profesional, muchas veces no se le toma en serio o se considera algo menor (aún existen diarios incapaces de considerar la música pop como digna de entrar en las páginas de cultura) y no existen, por lo general, personas especializadas para ello. Luego está la prensa específicamente musical, pero esa es otra triste historia… llena de facturas pendientes de cobro.
Quizá sea por ello que la vanidad adquiera aquí su máximo relieve y sea frecuente toparse con actitudes exhibicionistas que, como lector, no … Seguir leyendo
El cortometraje de animación O fabricante de ás de bolboreta dirigido por Daniel Abalo (O Grove, 1981) ha sido elegido finalista en la novena edición del Festival Internacional de Cortos FIB. Se trata de un certámen que se desarrolla en la localidad de Benicassim (Castellón) paralelo de las actividades musicales del FIB, el gran evento de referencia del panorama indie español, que se celebrará del 19 al 22 del próximo mes de julio.
La pieza con la que participa Abalo, es una pequeña historia de animación digital cuyo origen radica en un tema del grupo zaragozano El Niño Gusano titulada El fabricante de alas de mariposa. «É unha das miñas cancións favoritas — explica el autor— e cada vez que a escoitaba deixábame levar pola música e a letra, e imaxinábame quen sería ese fabricante de ás, onde viviría, se tería familia e … Seguir leyendo