La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Esta semana el grupo Suede celebraba 30 años de la salida de Animal Nitrate. Lo que equivale a decir que se conmemoran 30 años de aquel momento en el que muchos fuimos jóvenes y no podíamos ni atisbar como sería un futuro con más de 40 y 50 años. Se trata del single que precedió al primer álbum del grupo, Suede. Y, escuchando por enésima vez, se certifica que posee toda esa mezcla de felinidad, electricidad, histeria y sensación de que todo va a explorar de un momento a otro que solo se puede experimentar a los diecialgo o veintipico. Con el guitarrista Bernard Butler en estado de gracia y un Brett Anderson que desconocía el significado de la palabra continencia, crearon uno de esos temas para la eternidad.

Y sí, se les miró por encima del hombro. Se les acusó de ser la sensación de la semana y, posiblemente, el olvido de la siguiente. Se les puso sobre la mesa sus parecidos con formaciones como The Smiths y artistas como David Bowie. Y se les cerró el paso al mercado americano, con una concepción del glam-rock muy diferente a la británica. Pero una masa de jóvenes enfervorizados sabía que ahí había la misma magia que otrora habían encontrado en bandas como Joy Division, Stone Roses o los citados The Smiths. Es decir, el combustible que todo el fan del pop necesita para sentir que está ante el grupo de su vida.

Jugando a esquivar esas acusaciones a golpe de ambigüedad, medias verdades y titulares servidos en bandeja de plata, el grupo se colocó ahí en el escaparate como algo diferente y a contracorriente. Lo suyo era muy real, casi de vida o muerte. Y totalmente ajeno a lo etero de la generación shogazer. También a la ironía que si manejarían luego artistas como Pulp o Blur. No, aquí había unos desheredados sin nada que perder que deseaban tomar el torno del pop por asalto y cambiarlo todo. Se encontrarían por delante todo tipo de obstáculos, mucho escepticismo y un ambiente de inestabilidad. Lo superarían todo.

Estos días se ya vuelto a lanzar el video remasterizado de Animal Nitrate en el que se propone una salida de los bloques de pisos obreros al mundo del estrellato. Una delicia que propongo que sea completada con otro video muy especial: el de su actuación interpretando el mismo tema en los Brit Awards de 1993. Se podían decir muchas cosas, pero dejo aquí las palabras del propio Brett Anderson en su libro Tardes de persianas bajadas: «Nosotros irrumpimos en aquella fiesta como los plebeyos que éramos, con ropa descolorida de segunda mano y con el pelo mal teñido, y realizamos una actuación que fue una insurrección impetuosa en toda regla, al final de la cual arrojamos nuestros instrumentos al suelo y salimos en tromba en una especie de rabieta arrogante y banal. El mar de rostros estupefactos que se nos quedó mirando no hizo más que confirmar lo obvio. Nos sentimos maravillosamente fuera de lugar regodeándonos en aquella gloriosa incongruencia: éramos los aguafiestas, el gusano en la manzana».

Quien vea el video lo entenderá todo. De paso, recordará lo grandes que eran y lo grandes que siguen siendo Suede. Treinta años después.