La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Hay discos en los que todo resulta perfecto. Las canciones esplendorosas, el sonido con la producción adecuada, el momento histórico preciso para sacarlo, la imagen del grupo que lo lanza y su actitud. Pero también la portada. Y en Nevermind de Nirvana todo eso se da cita, configurando uno de los álbumes más importantes de la historia y, gracias a esa cubierta, también de los más icónicos. Esa imagen de un bebé inocente sumergido en el agua y a punto de picar en el anzuelo del capital resulta sencillamente antológica. Para colocar al lado de la de “Sargent Peppers” de The Beales o Nevermind The Bollocks de Sex Pistols.

Kurt Cobain, líder del grupo, quería que en su disco se viera un parto bajo el agua. Robert Fisher, que trabajaba en el departamento de arte de Geffen, la compañía que editó el álbum, buscó y rebuscó imágenes que pudieran servir para ello. Pero tras visitar varias bibliotecas y repasar archivos, no encontraba nada y volvieron a replantear la situación Pensaron entonces en la idea del bebé bajo el agua, pero reflexionario que debería incluir algún elemento más. Surgió la idea del anzuelo. Y tras descartar opciones como poner un trozo de carne o un cedé, surgió la genial ocurrencia del billete de dólar. La composición resultaba magistral: un bebé inmaculado a punto de perder la pureza por el capital. En cierto modo, el paso que iba a dar el grupo. Era 1991.

Recientemente el bebé de la portada ha sido noticia. Spencer Elden, que hoy tiene 30 años, se ha dado cuenta, ahora precisamente ahora, que aquella imagen en realidad era pornografía infantil y que se habían aprovechado de él para promocionar al grupo. Sostiene que ha sufrido daños irreparables por ello y que los seguirá toda la vida. Por ese motivo pedía exactamente lo mismo que colgaba de aquel anzuelo: dinero. Y en base a ello, planteó una querella contra todo lo que tuviera que ver con Nirvana (incluido Chad Channing, que fue batería de Nirvana en sus primeros años y que abandonó la formación en 1990, es decir, antes de que se editara Nevermind). Ojo, se trata la misma persona que recreó varias veces la fotografía de mayor para diferentes medios y que incluso alardeaba de que la usaba como reclamo para ligar diciendo a las chicas: «¿Quieres ver mi pene por segunda vez?».

Esta semana el juez rechazaba su pretensión y se generaba una reacción general de «bueno, es que era normal que eso no prosperase». Pero ojo, yendo más allá del titular se ve que el problema aquí fue que Elden no respondió en plazo un requerimiento de los querellantes, por lo que el caso fue desestimado y se le dio la razón a la defensa. Pero el juez le dio la opción de presentar una nueva demanda en 10 días para seguir adelante. Es decir, que el tema no está cerrado y la celebérrima portada aún podría pasar al rincón oscuro de la historia por las pretensiones de este caradura que, 30 años después, está dando vida al mensaje de la portada. Y además, sin aportar nada digno de mención para el futuro.

Veremos que pasa.