La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Todos los hemos preguntado en alguna ocasión qué fue de aquella efímera estrella pop que sonó y sonó durante un tiempo para, luego, desvanecerse para siempre. Los años ochenta y noventa fueron una época especialmente fecunda para esa figura llamada “one hit wonder”, algo así como artista de un solo éxito. Uno de ellos fue Nick Kamen aquel artista británico que convirtió su I Promised Myself en todo un himno pop de efervescencia inmediata y felicidad infinita. Escucharla por sorpresa en alguna de esas emisoras nostálgicas activaba de inmediato una sonrisa que nos llevaba a un tiempo pasado. Y el tiempo pasado en esa clave siempre es, durante los minutos que dura la canción, mejor.

Esta semana la canción sonó por otro motivo: la muerte de su intérprete. Nick Kamen fallecía a los 59 años y su apolíneo rostro de modelo empezó a circular por las redes sociales a toda velocidad. También las tres o cuatro pinceladas comunes que todos sabíamos. Que fue el modelo que interpretó el mítico anuncio de Levi’s de la lavandería, en el que él se quedaba en calzoncillos. Que Madonna lo apadrinó y lo empujó a la primera línea del pop con Each Time You Break My Heart, un descarte de su disco True Blue (1986). Y, por supuesto, que de sus labios salió esa pizpireta canción por la que siempre se le recordará.

I Promised Myself es pop de consumo tan perfecto como una gominola que junta los sabores exactos. Tiene un estribillo adhesivo. Tiene suavidad y un puntito de euforia. Tiene subidón, de esos que activan las luces de discoteca en la cabeza. Y tiene la capacidad de generar bienestar y rejuvenecer al cuarentón o cincuentón que la escucha, como tantos han hecho estos días. Carne de recopilatorio noventero o de fragmento de “Cachitos de hierro y cromo” con comentario simpático, lo cierto es que dejó la suficiente huella como para despertar todo ese tipo de sensaciones una vez más.

Es una digna aportación a la música. Intrascendente, pero agradable. Otro one hit wonder tras el cual estaba una persona que, al parecer, era un gran tipo, discreto que se retiró sin hacer mucho ruido. Así lo recordaban amigos suyos como Boy George, Jonh Taylor de Duran Durán o, por supuesto, Madonna. La reina del pop dijo: «Me rompe el corazón saber que ya no estás. Fuiste una persona tan dulce y tierna y has sufrido demasiado. Espero que seas feliz allá donde estés». Será la misma felicidad que él generó con aquella canción que nos traslada irremediablemente a los días de Rockopop, revista Popcorn y la juventud empezando a abrirse de par en par.