La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Esta semana se cumplieron 60 años de la primera actuación de The Beatles en The Cavern. Fue hace seis décadas cuando John, Paul, Geroge y el entonces batería Pete The Best empezaron una frenética serie de actuaciones que los convertiría en una de las bandas más trabajadora de la historia del pop y, desde luego, en la más genial de todas. Lo recordaba el lunes en las páginas de La Voz de Galicia el editor Francisco Castro. Los de Liverpool tocaron 292 veces entre 1961 y 1963, cuando ya eran todo un terremoto músico-social agitando occidente.

Existen algunas grabaciones de aquellos conciertos, fácilmente encontrables en Internet. En ellas se escucha un rock n’ roll primario moldeándose con el tacto de la excitación y el sudor del fervor juvenil. También un modo de usar las voces que los conectaba con el lado más pop de lo que llegaba de Estados Unidos. Con todo lo que sabemos hoy, contemplamos el germen del más maravilloso viaje que la música popular hizo en su historia.

Sí, se cumplen 60 años de ese primer paso. Lo que supone que, a partir de ahora, se cumplirán seis decenios de todos los grandes hitos de The Beatles. Y sí, hace nada que se publicaba la edición ampliada de “Abbey Road” conmemorando 50 años, igual que se hizo con una buena parte de los títulos anteriores. Y la rueda empieza a girar y girar de nuevo.

Llegarán, en efecto, el recordatorio del primer sencillo y del primer elepé. La llegada a Estados Unidos, el concierto en el Shea Stadium, la edición de Revolver, el viaje a la India, el Sg Peppers, la grabación de “All You Need Is Love” todos esos hitos del grupo -y por extensión de la música pop- que seguro que te estás imaginando. Habrá quien ponga gesto de cansancio, notando el deja vu. Sin embargo creo que una gran mayoría se embarcará en la travesía de las efemérides con la misma intensidad de la primera vez.

Los Beatles y la prodigiosa evolución que emprendieron en los años sesenta es un viaje fascinante que siempre ofrece cosas nuevas, destellos aún no descubiertos de su grandeza, esquinas que no habías explotado del todo y lugares a los que siempre aparece ir. Así, pónganse el cinturón, porque una vez más tocará bajar por el tobogán multicolor que cambió la música para siempre. Y con ella el mundo.