La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Galicia brilla. No son pocas las publicaciones especializadas a nivel nacional que ya han dedicado reportajes sobre ello. Pero más allá de la palabrería, están los hechos. Aquí se encuentran: diez grandes discos editados en el 2014 (el orden no significa que unos sean mejores que otros), que podrían ser al menos otros diez más. Algunos, ya salieron en el resumen de lo mejor del año de este blog. Otros, al tratarse de minielepés, se habían quedado excluidos pese a su gran calidad. Y, ojo, que en el 2015 sacan disco Xoel López, Triángulo de Amor Bizarro, Disco Las Palmeras! y Os Amigos dos Músicos, entre otros.

1. CHICHARRÓN «Chicharrón». De las cenizas de Franc3s y Telephones Rouges surgió esta banda que ha grabado uno de los mejores discos del año. Tomando el punto hipnótico de Franc3s y dándole cuerpo acústico, el trío se embarca en un álbum conceptual sobre la muerte de Alberto Gende, diseñador carballés hermano de Diego Gende (guitarrista del grupo) y alma gemela de Alberto Martínez (cantante). El resultado pone la piel de gallina.

2. LUIS MORO «Cielo color Burdeos». Abrazado de igual modo a Bob Dylan que a Mark Lanegan, este escondido músico coruñés ha entregado con este minielepé su mejor trabajo hasta la fecha. Crujiente, frágil y atmosférico, su blues oscuro y humeante se extiende como una telaraña que atrapa al oyente. Una maravilla de un veterano en la sombra a descubrir más allá de su parroquia de fieles.

3. ARIES «Mermelada dorada». Aunque Isabel Fernández, la persona que trabaja tras este proyecto, sea vasca, ha desarrollado la totalidad de la carrera de Aries en Vigo. Desde allí gira y gira sobre círculos de psicodelia, trenza melodías de ensueño y logra enamorar con un puñado de canciones mágicas. Destacado en la mayoría de los listados del 2014 de la prensa especializada, este disco es una joya a sumar a su predecesor La magia bruta (2012).

4. SRASRSRA «Magia de muerte». En su segundo disco los coruñeses repiten fórmula: punk-pop hiperveloz servido en pequeñas cápsulas de, como mucho, un minuto y pico. Sin poder ya sorprender como hicieron en Puchao (2012), donde emergieron como una polémica bomba musical, sí que mantienen la tensión con otra nueva remesa de ese sonido bautizado en su día como un cruce entre Lightning Bolt y Eskorbuto. Ensuciándolo aún más, proclaman en C8 «No dejaría este sonido por ti». Es la declaración de principios de un grupo que continúa apostando por el minimalismo, la crudeza y la inmediatez.

5. ELVIS NEGRO «Estaba en llamas (El salvaje abandono». El nuevo proyecto del hiperactivo Edu Poch (Nouvelle Cuisine, Ocre) se sitúa en algún lugar intermedio entre Disco Inferno, El Desván del Macho, The Cure, Jesus and Mary Chain y Slowdive. Eso se traduce en un pop desapasionado sobre fondo ruidista, bases programadas y tendencia a la oscuridad. Mejorando a cada escucha, se trata de un disco que crecerá durante este año.

6. WILD BALBINA «Sisters Before Misters». Ya habían pinchado en los corazones indie-pop con el single Eat Tacos (2012) y el año pasado revalidaron el impacto con este minielepé. La receta es fácil: pop servido en fase primitiva al estilo de The Vaselines y Vivian Girls, con mucho desaliño e imagen reforzada. Entre retazos de surf-rock, garage y melodías hurtadas de los grupos de chicas de los sesenta, el conjunto propuesto por el trío vigués vence y convence.

7. APENINO «Viravolta». El ya veterano Marco Maril (integrante de Dar Ful Ful, para muchos el kilómetro cero del indie en Galicia) deja el formato single en el que se venía moviendo desde el 2007 y entrega un conmovedor minielepé. Con su pop electrónico y puntillista marca de la casa, se abraza ahora el gallego, introduce la desazón social en su discurso y hace una ocasional alianza de ensueño con la voz de Mónica Vacas (Mus) en dos de sus canciones. Una, la sorprendente versión de La Leyenda del tiempo de Camarón de la Isla, hace pensar en un proyecto mayor.

8. PUMA PUMKU «Is It In You?». El último tesoro de la burbujeante escena compostelana se encuentra en este trabajo. Recién editado por el sello Matapadre tras una exitosa campaña previa de crowfunding, en él se puede encontrar todo un paseo por la psicodelia de ascendencia sesentera, con el espíritu de Pink Floyd siempre presente y ocasionales guiños al kraut-rock. Con un material así, asombrarán en sus directos del 2015.

9. LINDA GUILALA «Xeristar». Una de las mejores canciones del año es Lo siento mucho. Insanamente adictiva, logra quedarse instalada en bucle en la mente del oyente que recrea sus estampidas guitarreras como quien siente un calambre. Es la bandera del decidido paso shoegazer de este trío vigués que le ha dado un afortunado baño de ruido al pop de Bucles infinitos (2009). Que tuviese continuidad este año en formato elepé sería una estupenda noticia.

10. DAVID QUINZÁN «El maestro de teatro». Músico de la banda de Xoel López durante la presentación de Atlántico (2012), David Quinzán se ha quedado con muchos de los efluvios de aquella pequeña obra maestra. Ya se notó en El vino de las despedidas (2013), que produjo el propio Xoel, y ahora lo refleja en un segundo disco delicioso. Sereno, como quien no quiere llamar la atención, deja un puñado de buenas canciones de un tipo normal cantando de cosas normales.