La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Astray
Casino Blow Up, A Coruña
27-12-2013

Esto es algo muy local y muy de una época. Solo lo entienden los que roqueraron en los noventa en A Coruña. También quizá los que suspiraron por hacerlo. Y juntos son pocos. Al menos, pocos fueron los que hicieron acto de presencia para ver a Astray, el ex guitarrista de Los Eskizos. Para los más jóvenes, el ex High Time. Incluso hay quien lo apellida como Bummer, aunque actualmente lidere de Los Espirituosos. Suyo era el tercer capítulo de la incipiente andadura de Casino Blow Up como local de conciertos, una especie de fiesta de amigos con aroma a otros tiempos. Mejores en la mente nostálgica. No tan buenos, seguramente, en un bis a bis con la realidad. Pero, como siempre pasa, pocos quieren romper sus fantasías.

Han pasado más de veinte años de aquello. Pero una pequeña minoría aún siente un calambrazo cada vez que se presenta algo que pueda evocar a Los Eskizos, la banda más mitificada del rock coruñés. Había rumores de que la cosa podía ir a más. Al final, se quedó en un breve recordatorio, pero con su aquel. Cuando Astray estaba ya en la segunda mitad de su actuación, enfiló una pieza que el grupo nunca llegó a tocar en vivo: la atípica Turn Off The Light. “Voy a tocar una de Pedro, que si va una mía a saber qué puede pasar”, dijo antes de empezar. Y, claro, se hizo clic en el surtidor de nostalgia. Quizá sea el deseo de recuperar lo irrecuperable, la confirmación de nuestra decadencia como generación o, simplemente, el anhelo de una juventud totalmente evaporada, pero unos pocos creemos que se podría dar el paso. Sí, que de una vez Astray, Pedro, Luis y un bajista a mayores den un concierto recuperando aquel repertorio. La salida del recopilatorio de Mushroom Pillow hubiera sido la excusa perfecta. No cuajó. Ahora, hay que buscar otra. Desde aquí ponemos Los conciertos de Retroalimentación con alfombra roja a su disposición.

La mención a Los Eskizos tuvo lugar en medio de un repaso al rock coruñés y lugués (sí, cayeron también Los Contentos). Antes hubo menciones a su trabajo con Los Espirituosos, una versión libre del Blue Turk de Alice Cooper y hasta una lectura del celebérrimo Qué hace una chica como tú en un sitio como este. El descenso por el tobogán herculino se hizo lleno de sorpresas. Primero, invocando a Radio Oceano. Luego haciendo una versión imposible del Que No de Deluxe. En medio, metiendo la mención eskiza y, más tarde, apelando al Solución Suicida de Viuda Gómez e Hijos (“Esto es un himno y no lo del Dépor”, decía) con sorpresa inesperada: la irrupción de Dani Puntas, el batería de la banda, de entre el público. A partir de ahí, nueva inmersión en la faceta actual de Astray, bien versionando el Autosuficiencia de Parálisis Permanente, bien el Timba que lidera su disco de debut, y final entre risas y, en efecto, aroma a otros tiempos.

Uno se quejaba al final de la poca asistencia. Decía que era “una vergüenza”, que un bolo gratis de un personaje como Astray hubiera congregado apenas a 20 o 25 personas. “Si esto fuera Nueva York atraería a un montón de gente”, aseguraba. «Este tío es una leyenda». Sí, pero estamos en A Coruña. Y, salvo excepciones, la fotografía siempre ha sido la misma. No nos engañemos. Disfrutémosla como tal. Ayer así se hizo. El regusto es fantástico.