La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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El bolo de Triángulo de Amor Bizarro puso fin a la primera temporada de Los conciertos de Retroalimentación. Y lo hicieron a su manera: montando un barullo de mil demonios. Sí, sonaron ruidosos, agresivos y afilados, como debe ser. Pero esta vez, además, contaron con un aliado insólito. Tras repartir ruido, acoples y canciones de esas que suenan como una punta de compás rayando el cristal, invitaron a subir a Jorge Martínez de Los Ilegales al escenario de Le Club. “Triángulo de Amor Bizarro me gustan. Suenan a una mezcla entre lo que era el final de un concierto de Los Ilegales cuando íbamos puestos de anfetaminas y el sonido de mi afeitadora eléctrica”, dijo el asturiano antes de poner su guitarra al servicio de La Malicia de las Especies protegidas de TAB.

«Chicos pálidos para la máquina»

Luego tocó hacer parada en el repertorio de Los Ilegales. Y surgió, como una bomba, Chicos pálidos para la máquina. Ahí se vio mejor que nada el porqué de la fusión, lo tremendamente potente que sonaba la pieza con el respaldo instrumental de TAB. Eso de “Si no hay odio no hay rock n’ roll” que reza el tema les venía al pelo. ¿Un disco conjunto el futuro? Quien sabe, no estaría mal. Le siguió una lectura de ¿Quiénes son los curanderos? y el final, como no podría ser de otro modo, le correspondió a Soy un macarra encantando a un público que lleva ya tiempo encantado. Sin bises. Al estilo bizarro de siempre. Con los oídos pitando y la sonrisa en la cara. Entre otras, en la de Nacho Vegas, que se dejó caer por el concierto en el que se formó «un extraño polígono de amor bizarro» (Jorge dixit)

«Soy un macarra»

Los conciertos de Retroalimentación se despiden hasta después del verano. Ya tenemos en mente algunas cosas que se irán perfilando en los próximos meses. Os esperados a todos. Y ojalá que en la temporada 2013-2014 logremos que los asistentes de Triángulo de Amor Bizarro o Nadadora, también vayan a los recitales más minoritarios. Existen demasiadas cosas buenas en este momento pululando en Galicia como para quedarse en casa el día que alguna de ellas se acerca a la puerta. . Nos vemos en octubre. O quizás ya en septiembre.

Foto: Pablo Mella. Más fotos del concierto aquí y aquí