La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Tranquilidad. Esto no se ha convertido en un blog de tendencias. Si se hace una desviación al universo de la marca de ropa vasca Loreak Mendian es debido a las infinitas conexiones de esta con la música. Si a todo ello le sumamos que hace un par de semanas abrió su primera tienda en Galicia, concretamente en A Coruña, encontramos el cruce perfecto para que terminen por aquí. La entrevista con su diseñador y fundador Xabi Zirikiain se publicó extractada en las páginas de la edición de A Coruña la semana pasada. Esta es la versión ampliada.

-La marca Loreak Mendian se dio a conocer los noventa a través de la música indie. Muchos recordamos las fotos de Le Mans con su ropa. ¿Son esos sus orígenes?
-Sí, claro. Nosotros veníamos más de la música que de la moda. En aquella escena, que luego se llamó Donosti Sound, están nuestras raíces. Totalmente. Era una escena con inquietudes musicales y culturales, porque la cosa iba más allá de la música, también llegaba al cine, el diseño y muchas otras cosas. Gente muy curiosa.

-Y de ahí a la famosa margarita que se convirtió en su logo.¿Cómo surgió la idea?
-Bueno, en ese contexto del pop de los noventa yo empecé a hacer grafiti. Firmaba por los baños con la margarita de Loreak Mendian. No pretendía crear una marca de ropa con ella, sino que era un grafiti que hacía sin más. Más adelante fue cuando nos planteamos que podían quedar bien en camisetas. Pero, de entrada, era una simple firma de un grafitero. Más que influenciada por el hip-hop era por Keith Haring, que era lo que más me molaba entonces.

-La marca, sin embargo, pegó el estallido a través del surf, ¿no?
-Siempre hemos tenido esas dos vertientes, lo cual es algo curioso. El mundo del surf rara vez se cruza con la música. Ni los surferos suelen ser muy musiqueros, ni los musiqueros tiran mucho por el surf, al menos en Donosti. Pero nosotros siempre hemos estado entre los dos mundos. Nunca hemos cambiado.

-Con la explosión de las sudaderas y las camisetas de la margarita llegaron a los adolescentes con gran éxito. ¿Cómo lo vivieron?
-Sí, la margarita nos vino muy vien, porque se vendía mucho, pero nosotros ya estábamos haciendo otra cosa, con otro estado mental. Quizá Keith Haring ya no era tan importante y nos gustaban mucho más cosas más limpias. Ahí cambiamos el logo y empezamos a usar los quesos. Todo esto mientras la margarita era un súper éxito y nosotros, lo dicho, estábamos en otra cosa. Pero creo hemos seguido de una manera coherente. Quizá el salto más grande ha sido ese, el de pasar de la margarita a los quesos, pero luego los hemos seguido manteniendo.

-Su tienda de A Coruña y la ropa que tienen en ella transmite un poco de nostalgia. ¿Es la intención?
-¿Lo ves así? Pues la verdad es que no lo había pensado. Lo que no somos, y eso es algo que lo tengo muy claro, es una tendencia. Estar a la última no es nuestra guerra. Nosotros intentamos hacer una ropa más atemporal, pero de todos modos creo que la tienda es bastante contemporánea. Los vinilos son algo viejunos [se ríe], pero…

-…también la música que suena. No es muy habitual poner pop de Sarah Records en una tienda de ropa.
-Bueno, es que la música que suena en las tiendas para nosotros es súper importante. La selección la hace Ibon Errazkin de Le Mans. De hecho, Ibon y Teresa tuvieron la tienda de Madrid durante años. Luego él se metió en temas de traducción y trabaja con nosotros en ese terreno y haciendo la selección musical.

-Han abierto establecimientos en Francia y Australia. Además, parece que han tenido cierto éxito en el mercado asiático. ¿Es así?
-Bueno, bueno…[risas] Hemos venido en Japón, pero nuestro éxito principalmente es España, aunque tal y como van las cosas, en menos de dos años, yo creo que vamos a vender más en Francia que aquí.

-¿Tan bien funcionan las tiendas suyas allí?
-No solo eso, también vendemos en tiendas multimarca, donde funcionamos muy bien. Nuestra idea es centrarnos en Francia y también en Alemania. Esos dos son los mercados en los que podemos crecer ahora mismo.

-Son una firma pequeña, pero grande al mismo tiempo. ¿Es difícil mantenerse con ese tamaño?
-Somos los grandes de lo pequeño y los pequeños de los grandes [risas]. Son tamaños muy complicados, aunque creo que todos lo son hoy en día. De todas maneras, independientemente del tamaño real, yo creo que nuestro estado mental es pequeño. Para mí es súper importante estar en las tiendas, elegir dónde va todo, colocar los vinilos con mucho cuidado… son detalles que no me gustaría nunca que me dejasen de importar. Creo que son clave.

-¿Cuántas personas trabajan en Loreak Mendian?
-Entre la central y las tiendas, alrededor de 60 personas. Para Inditex, que están celebrando su tienda número 6.000, somos algo anecdótico [risas].

-Ustedes son fabricantes. ¿Cómo se plantean lo de hacerlo en China o acercarlo más a España?
-Nosotros no tenemos una cosa ética de hacer las cosas solo en Europa. Al principio, lo hacíamos todo en España pero ahora resulta prácticamente imposible. En este momento estamos mucho en Portugal. La situación es extraña. Hace unos años que sí, que todo el mundo se iba a China, pero ahora no está tan claro, porque se ha encarecido mucho. Luego, nosotros de cada referencia no hacemos muchas unidades y eso en China no entra. Nosotros hacemos encajes para la producción, pero ahora en China no hacemos nada.

-Es curioso porque en los ochenta el «Made in Portugal» estaba visto como algo de baja calidad y ahora, sin embargo, se usa precisamente como reclamo de esta.
-Sí. Lo que está claro es que han cerrado los talleres que iban a precio. Porque ahí no pueden competir. Ahora lo que ha quedado es la calidad. En España y Portugal hay esa calidad. Tú antes ibas a Mataró y estaba lleno de talleres que hacían todo muy barato. Eso se ha terminado.

-¿Piensa que la línea pasa porque las marcas pequeñas tiren hacia la calidad.
-Nosotros en la guerra del precio no podemos entrar, eso está claro. Es imposible competir con H&M o Inditex. Eso está perdido. Pero tenemos sitio para desarrollarnos, aunque hay que crearlo. Nuestras tiendas tienen que ser bonitas, con el trato al cliente perfecto, la música muy cuidada… y, luego, trabajar y ofrecer la mayor calidad posible, para que no nos lleve este huracán actual.

-Me habló antes del grafiti. Luego también hicieron guiños al diseño gráfico…
-…y cosas para grupos. Le hicimos el merchandising al FIB, cosas para el Sónar, para sellos discográficos como Elefant Records, para Sigur Rós. Un montón de cosas.

-Se lo decía porque con su trayectoria Loreak Mendian semeja que han creado todo un universo estético que engancha a la gente a la que no le interesa mucho la moda pero sí esas referencias.
-Me encantaría que eso fuese así, vamos. Llevamos tantos años y siempre hemos intentado ir a nuestra bola. Si se llevaban una cosa, nosotros no nos metíamos, porque las tendencias no es nuestro mundo. Lo que nos gusta es lo de siempre: practicamos surf, escuchamos música, disfrutamos con el arte, tenemos muy presentes nuestras raíces vacas …No porque algo se ponga de moda vamos a cambiar.

-Marcas como la suya, que tienen un bum repentino entre público juvenil, luego acusan la falta de recambio. ¿Qué edad tiene su público ahora? ¿Es ese treintañero indie de gustos refinados?
-Nosotros lo que vemos que es nos vamos haciendo viejos con los clientes [risas]. A este ritmo terminaremos haciendo prótesis para jubilados. Pero sí, nuestro público mayoritario son gente entre 30 y 40 años, quizá con un nivel cultural un poco alto y que puedan ser sensibles a nuestro mundo.

-La primera prenda que me compré de Loreak Mendian fue una sudadera en 1999 que guardo con especial cariño. A lo mejor, en unos años, esos modelos darían para hacer una serie vintage en plan «indie de los noventa»
-Todavía somos muy jóvenes para ello [se ríe], pero nunca se sabe. El otro día hablábamos con Ibon que, cuando éramos jóvenes, veíamos las música de los sesenta como de otra era. Para los chavales de ahora nuestros años sesenta son los primeros noventa. Y para nosotros fue como antes de ayer.

-Sí, lo que fue David Bowie para nosotros para estos chicos lo es Blur.
-Totalmente. Eso te hace pensar.

Foto: Paco Rodríguez