La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Cuidado con lo que se promete. Puede que quien se lo crea se sienta defraudado si se incumple. En octubre del 2009 a muchos les costó confiar en la noticia de que el festival Sónar iba a contar con una edición paralela en Galicia que se celebraría en A Coruña. Confirmada, la comunidad musical tuvo que hacer un esfuerzo extra para asimilar la segunda parte de la historia: ese Sónar-Galicia no iba a ser algo efímero del Xacobeo, sino que aspiraba a consolidarse en el tiempo. Así lo dijeron mil y una vez desde la Xunta y la dirección del festival. Las palabras «bicapitalidad» y «continuidad» se repetían en las ruedas de prensa, casi tanto como el vocablo fetiche: «vanguardia». Pero, visto lo visto en anteriores años santos, resultaba inevitable el escepticismo.

El evento fue un éxito rotundo. Para el recuerdo queda la imagen del abarrotado atrio central de Expocoruña vibrando con los 2 Many Dj’s, la ciudad plagada de fans de la electrónica llegados de Portugal y los hoteles coruñeses prácticamente llenos. Incluso el entonces candidato a la alcaldía de la ciudad, Carlos Negreira, pidió la continuidad del festival, algo que se confirmó a finales de año con el anuncio del Sónar Galicia 2011. Y eso sí que fue una noticia: por primera vez el Xacobeo dejaba algo tras de sí, en lo musical, que no fuese un recuerdo.

La gente apartó la incredulidad. Creyó que Galicia iba a contar con un evento de primer nivel y proyección internacional. Artistas como Richie Hawtin, Underworld, M.I.A. o Cut Copy confirmaban su presencia. Todo auguraba el impulso definitivo. Pero no. En la primera de las dos jornadas el público falló y, aunque, en caliente, la dirección del festival insistía en la continuidad, poco a poco esas palabras se fueron diluyendo en el silencio. El mes pasado se confirmaba el fin. A nadie le interesaba seguir. El desinterés fue tal que, desde el Sónar, admitían que las partes ni siquiera se sentaron a hablar. La Xunta, para amortiguar el golpe, lanzó una nueva promesa: un nuevo evento que supla ese vacío en A Coruña. Pero va a ser difícil que la gente se lo vuelva a creer. Máxime si el que la hizo, el ex conselleiro de Cultura Roberto Varela, ya no está en el gobierno. En fin, todo vuelve a la normalidad.