La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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A veces surgen canciones totalmente perfectas, como The Weakest Shade Of Blue de The Pernice Brothers. Son esos temas en los que todo fluye con una insultante armonía. Dueña de un arranque-fogonazo directo al corazón pop, avanza en sus primeras estrofas como un pedazo de gloria, gracias a una melodía irresistible que se repite en círculos buscando un estallido de placer. El sonido, nítido y suave pero contundente, resulta idílico; la dicción del cantante, ligeramente difumina, deliciosa; y esa segunda voz que emerge del Libro de Trucos de las Grandes Canciones Pop adelanta que ese corazón, ya impresionado y conquistado, se va a derretir completamente. 

“But don’t cry baby / please don’t cry baby / I’ll be tender til the day I die” cantaba Jason Pernice en esta pieza del 2003, perdida en el olvido. El catador de canciones intuye aromas de fragilidad, briznas de melancolía y una emoción contenida a flor de piel que se destapa totalmente al llegar a un estribillo ma-ra-vi-llo-so: “This love I have for you is terrible and true / how this sheltered loveless life / fades into the weakest shade of blue” («Este amor que siento por ti es terrible y verdadero / como esta vida abrigada y sin amor / se funde hacia el más debil tono de azul). Ahí el plumilla deja de escribir y se sorprende a sí mismo, eufórico y con el pecho en suspensión, haciendo air guitar. Encara la segunda parte del estribillo. Y en ella que se repiten esos preciosos versos en una pequeña obra de arte pop, en la que el músico se deshace en poesía para explicar los terremotos interiores que la causa ese capricho llamado amor.

De ahí al final, un minuto dedicado a mantener el placer, entre arpegios magistrales y una voz que se apaga, segundo a segundo, hasta llegar a un final que solo pide una cosa: volverla a escuchar. Si después de cinco veces seguidas tienen ganas de escucharla una sexta, no se preocupen: ya le ha pasado a muchas personas con anterioridad.