La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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1996. Piso de estudiantes. Espaguetis con bonito. Los 40 principales escupiendo vulgaridad por la tele. Aparecen unos tales The Bluetones. Slight Return es la canción. Reloj retro dando la hora. Rickembakers estilizadas. Gusto inequívocamente inglés. Trencas Burberrys. Aroma a college. Pop frágil, luminoso y celestial. !Uauuuuuuuu! El mismo click que se sintió en su día con The Stone Roses. !No puede ser verdad! La melodía fluye con insultante armonía. El estribillo es delicioso. Inglaterra. Seducción. Estética cuidadamente descuidada. La cara elegante y refinada de Oasis. Este sí. Este sí que es el gran grupo. Semeja que John Squire les haya cedido el talento. !Quiero ya una trenca igual que la suya! Los interiores del video. Las ventanas, los cuadros en el suelo, los radiadores, todo es perfecto. Hay que comprar el disco como sea. Por la tarde ya, a primera hora. 2.995 pesetas. Un sablazo en toda regla. Un pavo real en la portada. Ansiedad. Ganas de llegar a casa. Play. Mmmmmm. Talking To Clarry cansa. Bluetonic puede molar. Cut Some Rug aburre. Y así hasta llegar a Slight Return, la deliciosa Slight Return. Nueva escucha al disco. Y otra. Y otra. Y otra más al día siguiente. Hasta llegar a la conclusión de que no, no son los nuevos Stone Roses, sino un grupo británico más, del montón. Eso sí, con una gran canción.

Fue bonito mientras duró…