La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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María, Patuky y Alberto, los tres componentes de Franc3s, vieron la luz con un concierto de Sonic Youth. Fue en su histórica actuación en el primer Santirock. Corría el verano del 2000 y ni siquiera se conocían. “Ese fue uno de los primeros conciertos a los que fuimos, pero lo hicimos cada uno por su lado”, recuerda Alberto, voz y guitarra del trío de Carballo que acaba de editar su disco de debut, Franc3s (Los Enanos Gigantes-Pias, 2011). “Hablando después, nos dimos cuenta. Fue una casualidad muy chula. Todos tenemos una hermana mayor que nos llevó ese día allí [se ríe]. Yo tenía 19 años o así, ellas 17 o 16. Flipé, yo no sabía ni que existía esa música. Esa cantidad de ruido me deslumbró. Después, ver a una tía como Kim Gordon en el escenario, con esa actitud, es algo que te impacta mucho».

-¿Les viene de ahí su pasión por el ruido?
– En parte sí [se ríe]. Nosotros tenemos una idea de canción, la construimos y, luego, la vamos reduciendo a lo mínimo. No nos gusta hacer solos de guitarra, ni adornar mucho las cosas, pero sí echarle encima una capa de ruido. Eso básicamente es como son nuestras canciones.

-En directo la cosa a veces se les va de las manos.
-Es que el ruido ahí no se puede controlar, pero tampoco tenemos esa pretensión. Yo creo que el directo tiene que ser diferente al disco y me gusta que sea así: no saber lo que hacer, pero hacerlo y dejarlo ir, a ver a dónde llega. Es más, que se nos vaya de las manos aún mola.

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-¿Tienen ya algún problema auditivo por ello?
-Yo en las revisiones del trabajo sí que veo, sobre el papel, que pierdo un poco, pero yo no me doy cuenta.

-Sangre, huesos, infección, cloacas, fosa común, castración, demolición… En sus letras emplean un lenguaje bastante fuerte. ¿De dónde viene todo ese gusto por lo macabro?
-No es nada personal, ni siquiera habla de emociones. No nos interesa mucho hablar de emociones propias ni de nuestra vida, más bien nos interesa descubrir otra realidad e inventar otro mundo, que suele ser chungo. Luego sí que me afecta en mi vida No reflejo mi vida en las canciones, más bien al revés, mis canciones luego se reflejan en mi vida.

-Ya que buscan una nueva, mejor optar por algo menos tenebroso, ¿no?
-No es exactamente buscar una realidad nueva, si no descubrirla. Lo nuestro es como descubrir una habitación escondida en la que da algo de miedo entrar. Algo así. Y todo tiene una carga irónica y burlona, hay mucho de reírse de las cosas y de uno mismo.
 
-Ese lenguaje lo usaban mucho los Surfin Bichos. Ahora están en el sello de Fernando Alfaro. ¿Tiene algo que ver?
-Es casualidad. A los Surfin Bichos no los conocíamos mucho. Ahora sí, claro, pero entonces no. No somos de esa época. Igual escuchamos más a Chucho y a Mercromina que a ellos.

-Cuando la gente quiere hablar mal de Franc3s se usan, sobre todo, dos argumentos. El primero es que Franc3s son una mera copia de Triángulo de Amor Bizarro. ¿Qué me dice?
-Bueno, nosotros siempre tuvimos claro que teníamos que buscar nuestro propio camino, pero también somos conscientes que siempre hay gente que quiere compraralo todo. Claro que tenemos cosas en común con ellos, pero si lo piensas desde fuera, de manera objetiva, no tenemos mucho que ver. Su concepto de canción es muy diferente al nuestro. Ellos cimentan todo en una base muy rítmica, creando un muro de ritmo. A partir de ahí meten una guitarra y el resto. En nuestro caso es casi es al revés. Pasamos del ritmo y vamos por un rollo muy minimalista, sin solos ni nada. A mí los solos que hace Rodrigo de TAB me gustan mucho, no son los típicos solos de grupos de rock que parecen de orquesta, son más en plan los Pixies y todo eso. Pero nosotros pasamos, reducimos todo a lo mínimo. Pero, oye, que cada uno piense lo que quiera, no hay ningún problema.

-El otro argumento de crítica es que «no saben tocar».
-Es que eso es verdad [risas]. Bueno, hay que matizarlo. Por ejemplo, Patuki es profesora de música y se gana la vida dando clases de música, seguramente a los hijos de alguno de los que nos critican [risas]. No es tanto que no sepamos tocar, como que para la música que nos gusta no hace falta hacer maravillas.  

-Hay un tema en el disco, “Encima de miel”, muy muy pop que llama mucho la atención y destaca por su singularidad.
-Tenemos bastantes canciones así, pero como no nos gusta mucho tocarlas en directo y queríamos que el disco reflejase un poco lo que somos hasta ahora, en proporcíon equivaldía a un 20% de nuestro repertorio. Esa es de las primeras que hicimos y la verdad es que nos gusta mucho.

-En esa canción se cita el bar Marfil de A Coruña. Podría ser como el Amador de Los Planetas.
-Sí, además ya no existe ninguno de los dos.

-Erik y Florent de Los Planetas intervienen en el disco. ¿Cómo aparecen por ahí?

-Bueno, tocamos en Palencia con Los Planetas y a Erik le gusto mucho lo que hacíamos. Era de los pocos que había entre el público en nuestra actuación [se ríe]. A él le gustaba mucho la manera de María de tocar la batería. Eso nos encantó, porque fue una de las cosas por las que siempre tuvimos más críticas. Erik es profesor de batería y nos decía que tocar así es muy difícil, porque la gente pillaba unas costumbres y, al final, casi todas las baterías suenan iguales. Sin embargo, la de María sonaba distinta y a él le gustó mucho. Le comentamos que íbamos a grabar con Fino Oyonarte el disco y dijo que sí estaban libres se pasaban por el estudio. Florent también se apuntó. Y nosotros encantados

-Resulta curioso lo de Erik, que el batería de “Segundo premio” diga eso es como para replantearse alguna cosa.
-Sí, yo en eso coincido con él. En muchos casos tú vas a un festival y el batería lo podrías intercambiar sin problema. A veces piensas que cualquier batería de cualquier grupo lo pudieras meter en otro grupo, como si no tuvieran una personalida definida. A él cuando vio nuestra batería le vino a la cabeza grupos como Siuxie, con esa batería tan minimalista y le encantó.

-Son el lanzamiento del momento en el «indie» gallego. ¿Como se ven en medio del panorama actual?
-Buff, no lo sé. El pasado, todas esas movidas de Vigo nos nos interesan mucho y, hoy en día, nos interesan muchos grupos, pero no las movidas ni nada. Nos intentaron meter en el rollo Galician Bizarre, pero nosotros siempre tuvimos claro que teníamos que ir solos y no andar metiéndonos en movidas y cosas así. No es bueno estar con los colegas que te dicen que todo está muy guay. Dentro del rollo Galician Bizarre hay muchos grupos que nos gustan muho, pero en plan individual, no de grupo.

-¿Cuál es el grupo sin el que Franc3s no podría existir?
-[se lo piensa un rato] Buff… no tengo ni idea. Si tenemos que elegir el grupo que más nos mole a los tres igual es Suicide.

-Bueno, si no existiera nunca Joy Division su grupo seguramente sería bastante diferente.
-Sí, pero lo que pasa es que Joy Division a unos nos gusta más que otros, pero sí, sí que podía ser. También The Velvet Undergound. No sé, hay muchos grupos que nos han marcado.

Vídeo de su actuación en la sala Le Club de A Coruña