La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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¿CREES QUE LA CRÍTICA ESPAÑOLA ES EN GENERAL AGRESIVA O, POR CONTRA ES BLANDA?

Ignacio Juliá: Hay de todo, claro. Personalmente, detesto a aquellos —son pocos, pero vistosos— que siempre están señalando la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el propio. Lo que sí observo es que, pese a que normalmente se compara a los nuevos cronistas con la vieja guardia, siempre en detrimento de los primeros y de las nuevas tecnologías, hay actualmente un mayor número de opinadores informados, algunos hasta con criterio, que en la época, finales de los setenta, en que yo empecé a ensuciar papel. Internet ha democratizado la crítica, pese a quien pese. Claro que una firma de prestigio siempre será una voz más fiable, y un medio impreso algo menos efímero que un blog.

Jesús Llorente: Creo que hemos sido, en general, agresivos con los débiles y blandos con los fuertes.

Víctor Lenore: Hay de todo. Más que la ferocidad o docilidad me preocupa la falta de sustancia. Los críticos españoles somos bastante ignorantes y poco dados a la reflexión. Aunque suene pedante, citaré a Oscar Wilde: «Para ser crítico hace falta mucha más cultura para que para ser artista». Aquí en España sólo recuerdo dos o tres artículos reflexionando sobre nuestros trabajo. Tampoco hemos escrito muchos libros que no sean simples biografías (la mayoría, copiadas de otras de fuera). Por no tener, ni siquiera tenemos una lista de correo donde discutir el día a día de nuestra profesión. El grado de reflexión del gremio es pobre , pobre, pobre. Ya que sale esta palabra resulta obligado mencionar que otra de las causas del mal nivel de la crítica musical es que raramente se paga como un trabajo de verdad. A pesar de los pesares, hay grandes periodistas musicales como Luis Troquel, Nando Cruz, Luis Lles, Roger Roca, Roberto Herreros, César Estabiel, Jordi Oliveras (de www.nativa.es) y, al menos, otra media docena de los que me olvido. 

David S. Mordoh: Durante muchos años ha sido blanda porque el crítico dependía de alguna manera de las empresas discográficas. Si te cargabas un disco, ya no te mandaban más. El soporte digital ha desatado ciertas cadenas y permite mayor honestidad de opinión sin tapujos. Sin embargo, en el polo opuesto, la reseña agresiva muchas veces busca más encumbrar a quien la escribe que emitir una opinión meditada.

P Roberto J: Es muy agresiva en la barra de los bares y de los conciertos, y blandita cuando toca ponerlo negro sobre blanco. No es sólo un problema de la crítica musical española, ocurre en el mundo anglosajón también.