El segundo álbum de MGMT es, sin duda alguna y al margen de la envergadura real del grupo, uno de los más esperados del año. Lleva el título de Congratulations y ha sido grabado junto a un grande-grande, ni más ni menos que Sonic Boom (Spacemen 3). En palabras del grupo contiene nueve viajes musicales en los que, por momentos, aparecen fantasmas como Lady Gaga o Kayne West. Este tipo de alianzas y referencias no hace sino alimentar morbos y sospechas. Y es que el impacto que causaron en el 2008 canciones como las estupendas Kids y Time To Pretend los situó en esa diana a la que los “grupos alternativos de moda” están condenados. Por un lado, ampliar su audiencia más allá del indie, encandilando a los seguidores de sonidos más convencionales o mainstream. Por otro, sufrir todo tipo de ataques por el público más exquisito que duda de su valía y su autenticidad.

Pues bien, a juzgar por Flash Delirium, el avance del disco que ya circula por Internet y que se puede descargar en la web del grupo, ni unos ni los otros tienen buenas noticias. El público no especializado que buscaba una nueva ración de pop-algo-rarito-pero-de-fácil-asimilación se dará de bruces con una pieza sin punch, sin estribillo memorable y sin un circulito indie por el que perderse. Pero tampoco encandilará a los entendidos, porque esta ración de psicodelia de querencia pinkfloydiana resuena lo suficientemente normalita y prescindible como para mirar para otro lado. A ver qué sucede con el disco, pero por ahora la cosa pinta a bluffazo.