(El suceso acontecido con Porta el pasado jueves apretó el botón de la máquina de recuerdos adolescentes, encontrándome con algún precedente parecido en A Coruña. Va de memoria, hay casos en los que me es imposible precisar bien las fechas. Siempre ocurre lo mismo: grupos que les gustan mucho a las chicas y chicos, que supuestamente “saben de música”, airados porque lo que ven sobre el escenario es de ínfima calidad. No deja de ser todo una pelea de gallos. Les animo a que completen en los comentarios con sus experiencias personales)
-1990. Locomía. Para festejar a inauguración del Coliseo se reunieron un montón de grupos de la época como Cómplices, Cacahué o El Mecánico del Swimg. Entre ellos figuraba Locomía, uno de las formaciones de moda en aquel entonces. En 1990 no existían tantas contemplaciones con la superficialidad gay y eso de salir a marcar pose abaniquera en playback, pues no estaba excesivamente bien visto. Así que, al poco de empezar, tras el griterío ensordecedor de las fans, una avalancha de insultos se echó sobre ellos, que los aguantaron estoicamente con una sonrisa en los labios. Pero la cosa no quedó ahí y la lluvia de objetos (se decía que un casco de una litrona había alcanzado a uno de los componentes) obligó a que se suspendiera el concierto.
-1991. ¿? Memorial Tato. Tato fue el bajista de una banda local, Cacahué, famosa por el Rock del Deportivo, todavía el himno del equipo de fútbol. Tato murió muy joven debido a un cáncer y, por ello, surgió la idea de de rendirle un homenaje entre todas las bandas locales de la época. Entre ellas estaba un grupo que, lo siento, no acierto a recordar su nombre, Los… algo, unos chicos que salían a tocar de traje y tenían fama de pijos. Los abucheos fueron totales. El cantante dijo algo así como “Tato ante todo era tolerante, le gustaba todo tipo de música. A el no le gustaría que pasase esto”. A la gente le dio exactamente igual.
-1992. Hombres G. Estaban anunciado que los Ramones iban a tocar en playa de Riazor dentro del Noroeste Pop-Rock, junto a varias bandas coruñesas. Al final, hubo problemas y su comparecencia tuvo que ser sustituida. A los responsables del evento no se les ocurrió mejor cosa que cambiarlos por los Hombres G, símbolo máximo del pop blando y comercial de los ochenta. En contestación, varios músicos de bandas locales acudieron al concierto armados con tomates, dispuestos a dejar patente su descontento con la manera de organizar el recital. Los tiraron pero, con toda la multitud, pocos se enteraron. Se cuenta que hubo un momento en que David Summers les dijo “Joderos, no me habéis dado”.
-1994 ó 1995. 091. Tocaban los granadinos en el Playa Club el mismo día en el que La Unión lo hacía en la discoteca Bambina en Santa Cristina (localidad situada justo a las afueras). Con 091 existía esa cosa de “grupo injustamente tratado” y antes del concierto, por la coincidencia, se echaban pestes de La Unión en la sala. “Es imposible que nadie que le guste 091 deje de ir al concierto por ir a uno de La Unión”, se decía con militancia. Rafa y sus chicos terminaron pronto, decidieron ir al Playa a tomarse unas copas. El concierto de 091 no había terminado. Cuando la gente los avistó, se giró todo el mundo. Sin llegar a insultarlos, lo cierto es que las miradas tenían forma de puñal.
*bonus track: no tiene mucho que ver hormonalmente con las anteriores, pero ¿nadie recuerda la pitada que se llevó Jerry Lee Lewis en el Concierto de los Mil Años de 1993 en Riazor, por negarse a que lo filmaran?
Pero ¿qué os dan a los gallegos? ¿Por qué vais tan tensos a los conciertos? A mí no me ha tocado ninguna de éstas, aunque hace poco en Logroño le tiraron huevos a Bisbal (¿o era a Bustamante?) justo unas horas después de habérselos lanzado al alcalde de la ciudad.
Para eso la mejor ciudad de todas es Ourense. Allí no tiene que ir Bisbal ni Bustamante. En un concierto del Niño Gusano, allá por el 97/98 , a la cuarta canción, tras aguantar a una chica que no paraba de berrear “más caña, más caña, que parecéis Los Chunguitos”, “O meteis más caña o me voy”, Algora paró el concierto y le dice a la chica. “Vénga pírate ahora si te atreves, después de pagar 1.000 pelas”.
También se la montaron, que recuerde, a Los Planetas cuando presentaron el “Super 8” (la gente gritando “!Rock n´roll, rock n´ roll!”) o a Nosotrash. Estas últimas en una entrevista que les hice un poco antes de editar su primer álbum me preguntaban lo mismo: ¿Pero qué les pasa a los gallegos? Decían que las cosas más raras de su vida les habían pasado allí. Los murcianos Vacaciones, me contaron que también sudaron tinta.
De esta particular idiosincrasia salen cosas como Triángulo de Amor Bizarro
Joer, llevábamos entonces ya una buena sequía. Lo que pasa es que los gallegos, y concretamente los coruñeses, tenemos tal déficit de conciertos que cuando llega alguien un poco «tal» estamos tan revolucionados que no sabemos lo que hacemos 😛
Los que les pedían caña a Nosotrash no sé qué hubiesen gritado en caso de venir Stars of the Lid a hacernos una visitilla.
Yo me acuerdo de una en Sarria en un festival local al que acudieron un «elenco» de artistas de lo más variado. Primero bandas de la zona para participar en un concurso. Después un grupo de niños pijos que cantaban una de estas canciones por las que las niñas pierden las bragas, creo que se llamaban «Los Pistones», no sé, era algo de piezas de un coche. Recuerdo que el batería saludó al personal -todo profesional él- a la voz de «nos encanta estar aquí en Sarriá», (que manía tienen de cambiarle el nombre a la villa). Recuerdo que tras terminar, los metieron en una furgoneta y se largaron por donde vinieron sin mirar atrás, como escapando. Las niñas abandonaron el idílico entorno, junto al tanatorio, y nos quedamos cuatro gatos para ver a La Habitación Roja, en su gira de «Largometraje». Era la primera vez que los veíamos y estábamos un poquito emocionados.
Tras el concierto, a las tantas, sobre las 4 horas, se procedió a ese momento sublime de la entrega de premios. Así que decidieron que LHR hiciese acto de entrega de los mismos. «Queremos agradecer a La Habitación Roja que haya venido desde Mallorca, donde tocaron ayer y el tener que haber tocado tan tarde después de un viaje largo», dijeron. Participaban cuatro bandas y se daban 3 premios. En la entrega del segundo un tipo que debía ser cantante de algo hizo su «discurso» al grito de «lo que más me jode de todo esto es que estos hijos de puta de La Habitación Roja me entregen el premio», y álguna que otra barbaridad que no recuerdo exactamente. El presentador u organizador del acto, un tipo gordo con panza de cervezero adornado con la camiseta del Celta, pidió disculpas y trató de calmar al escaso personal. El guitarrista de LHR, un tipo con pinta de no haber roto un plato en su vida, se había encarado con el sujeto cantante y estaba a punto de meterle. El líder de LHR no sabía en donde meterse e hizo entrega del último premio entre gritos y silbidos. Mucha tensión. No sé si hubo guantazos, pero nosotros nos largamos en cuanto pudimos. Éramos del pueblo vecino, no fuera a ser que se diesen cuenta…
Esta anécdota la utilizé después para ganar un sorteo de uno de sus singles en un concurso organizado en la web del LHR. Todavía estoy esperando a que me llegue. Desde aquellas, ya han editado no menos que diez cedés más, entre singles, recopilatorios y discos varios. Pero bueno, siempre le guardo y le guardaré un gran cariño a este grupito valenciano. Todavía recuerdo a mis colegas vacilándome cuando veían los discos de estos desconocidos sobre la mesa. «La habitación verde», comentaban. Yo, que era un poco rarito en gustos. Con el tiempo se convirtieron en un grupo «bastante» importante. Incluso les terminó gustando. Muy recomendables.
Hey Javi, ¿te acuerdas de los silbidos y lanzamiento de objetos a Yo La Tengo en aquel Santirock? Me acuerdo de Georgia esquivando un objeto dirigido a su cabeza con cara de mala leche pero absoluta indiferencia gestual mientras tocaba la batería…
Lo cierto es que como suele suceder con ellos, el concierto estaba en brumas bucólicas, con versión y coreografía de «You can have it all» incluídas. Al lado teníamos unos grunges que no paraban de reirse…
Sin embargo cuando Ira comenzó a acoplar la guitarra en pleno repaso a Electr-o-pura, se les quedó una cara de alucine bien divertida… Debieron pensar que los habían reconvertido desde el público.
Que majo y culto es el público gallego!!!!
¡Tíos, esta información deberíais guardárosla, que así sólo váis a conseguir que vayan aún menos grupos a tocar a Galicia!
No voy a decir lo que pasamos algunos por pinchar pop en Orense. Si es que lo que siempre fue bien visto alli es Fuzztones, Cynics, etc. Y aun asi, sin duda una de las mejores ciudades para salir de marcha
Galicia sitio distinto. A una amiga mía la increpó el mismo Albert Pla por «jalear» en su concierto, que ya es difícil, todavía nos acordamos.
Seguiré leyendo nuevas entregas!
Jajaja, más, más, que no veáis cómo me los estoy pasando. ¡CARNAZA!
javier, tío… pero de verdá te gusta triángulo de amor bizarro?
quiero decir: te gustan mucho mucho o sólo en comparación con el resto?
porque el noise que fabrica tab tiene un cuarto de siglo. el pobre corcobado, al menos, se mantiene fiel a la ucronía…
conste que, en cuanto ajusten la melodía, pienso tomármelos más en serio. espero que el daño publicitario -eso de que es el mejor debú desde el súper 8, virgen santa- no sea irreversible.
saludos
¿Cómo que si me gustan de verdad Triángulo de Amor Bizarro? !Me apasionan!
A Jerry Lee pitáronlle por face-lo xesto de pegarlle unha patada ao cámara (despois de dicirlle previamente varias veces, «eh boy» en plan cow boy para que deixase de filmalo).
y la pedrada que le lanzaron a los Heredeiros en Ferrol? Luego sacaron «Ferrol, duros coma pedras»