La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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(*) al respecto véase este post

No deja de sorprender los vericuetos por los que puede llegar a transitar una canción. De pronto, una pieza pop se edita y, a partir de ahí, puede surgir en mil y un lugares inesperados que nada tiene que ver con la ubicación original que le da el fan.¿Alguien esperaba alguna vez escuchar Debaser de los Pixies en el hilo musical de la estación de autobuses? ¿Y el No Surprises de Radiohead en un anuncio de gas natural? ¿Y Disorder de Joy Division en Pull & Bear? ¿Y que me dicen deI’m The Resurection de los Stone Roses como canción de bienvenida a un banquete nupcial? Pues sí, estas opciones han sucedido, como seguramente conozcan ustedes casos igual de bizarros. Pero también hay otros destinos. Más inesperados, si cabe.

El pasado domingo los socialistas coruñeses vivieron su particular highlight de campaña en la carrera hacia las próximas elecciones gallegas del 1 de marzo. Jose Luis Rodríguez Zapatero acudía al Palacio de los Deportes de A Coruña en olor de multitudes. Su mitin constituía la atracción estrella. Y, como todos los mítines, no dejó de tener un punto entre kitch y pop. En este caso incluso más. Intentando trasladar el concepto de Barack Obama a España (un paralelismo que, subliminalmente, muchos medios realizan) el socialismo ha apostado definitivamente por los ganchos musicales para epatar con su audiencia más joven.

Ya quedó claro con la elección de la sintonía oficial de la campaña, una versión de Quen pudiera namorala a cargo de Xoel López (Deluxe). Se trata de una canción insólita dentro del pop hecho en Galicia grabada por el cantautor Emilio Batallán sobre la base de un poema de Alvaro Cunqueiro y que,incluso, ya contó hasta con una versión en clave de pop electrónico a cargo de Marta Sánchez. Esta recuperó su brillo con la afortunada lectura de un Xoel que, con este gesto, se ha ganado no pocas críticas. Mientras algunos ya lo han bautizado como el “Juan Pardo del PSOE” aludiendo a aquel Xuntos que amenizó al PP durante años, lo cierto es que su Quen pudiera namorala se ha convertido en un pequeño himno dentro de esos miembros de las juventudes socialistas que se sitúan con su entusiasmo tras los oradores en los mítines.

Estos merecen una mención especial, ya que, en ese aspecto, la política ha pegado un giro radical. Un poco al modo U2, se acabó eso de la tribuna separaba del público al modo clásico. Ahora se lleva la “integración del político en la masa”, con los seguidores más fieles y sus banderas como fondo. Como la hinchada futbolística, son los encargados de gritar las consignas (“!ista,ista ista, Coruña es socialista!) y arrancar los aplausos en medio de los discursos para que estos se contagien. Solo falta que un día Zapatero saque a una persona del público a que hable. Haría ya el símil definitivo con aquel Bono que siempre dejaba que una persona del público subiera al escenario a darse un bailecito con él.

Pero el uso de las claves del pop en los mítines del PSOE va mucho más allá. Tanto en los prolegómenos de la reunión del domingo, como durante las intervenciones de los líderes, desfilaron diferentes canciones que parecían sintonías publicitarias calculadas al milímetro. Antes de empezar, se pudo escuchar una pieza panchaguera y otra de dance de extrarradio, así como fragmentos de lo que vendría luego, con la llegada de los oradores. La primera fue el Quen pudiera namorada, que antecedió al alcalde coruñés, Javier Losada; luego llegó el Mercy de Duffy justo antes de empezar Mar Barcón, la secretaria de organización gallega; posteriormente el Alrightde Supergrass sucedió al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; y enlazando a este con Jose Luis Rodríguez Zapatero el Que el tiempo no te cambie de Tequila y –¡vaya!- Viva la Vida de Coldplay, para muchos el tema del año. Si se fijan, una canción habla de amor, otra de piedad, otra de juventud, otra de principios y, bueno, la de Coldplay, habiamos quedado en que se refería a Israel, ¿no?.

Zapatero y Touriño buscando la eterna juventud a golpe de Supergrass

Entremedias, un trío de gospel revisó en directo el mencionado Quen pudiera namorala de Deluxe y, bueno, al final a alguno se le iluminó algún que otro interrogante. ¿Sabrán Coldplay, Duffy o Supergrass el uso que están teniendo sus canciones en esta campaña? ¿Aprobarían que quedase en ellas para siempre el cuño socialista como pasará con Tequila o Deluxe? Ya rizando el rizo: ¿Y si a Coldplay le parece bien que usen el Viva la vida pero a Joey Satriani no?