No es por aguarle la fiesta a las miles de personas que acudirán al Primavera Sound a reverdecer laureles de juventud con Pavement, pero existen cosas que tienen una edad, un espíritu y un contexto muy determinado. Sin ello al todo le falta una parte. Y Pavement fueron una banda de insolentes universitarios que inyectaron humor, talento y rebeldía al indie-rock americano en los primeros noventa con un debut estratosférico, Slanted and Echanted. Ese disco se abría con Summer Babe. En su día, fue a Pavement lo que Debaser a los Pixies. Es decir, la quintaesencia de su sonido: melodías de renglones torcidos, sonido lo-fi, interpretación desaliñada y una pizca de épica que volvió loca a toda una generación. Sí, cuando la separación de los Pixies hizo pensar en el apocalipsis del indie yanki, llegaron ellos…y, ejem, ya no hubo nunca más recambio.
Cuesta pensar que 17 años después de aquello, estas mismas vibraciones puedan subirse a un escenario de nuevo y sonar creíbles interpretadas por un Stephen Malkmus que, seguramente, ganará más dinero con esta reunión que con todos los conciertos dados en su prescindible carrera en solitario. ¿Cómo sonará Summer Babe? En lo formal seguramente bien, cristalina y resplandeciente. Pero, como ocurrió con los Jesus and Mary Chain retornados vía Lost In Traslation, a buen seguro que les faltará el mismo algo. Porque esas canciones pertenecen a una edad y un estado de ánimo. Como una pareja que se junta tras varios años sin verse, el quiero vence inicialmente al puedo pero, tras el vértigo y el subidón inicial, pronto se dan cuenta que nada es lo mismo. Y cuando lo que falta hubo un día que se consideró sagrado, solo queda la opción de mirar a otro lado disfrutando a medio gas. O dar la espalda, marcharse y a otra cosa.
Nostalgia, le llaman. Reglas de mercado, también se podría denominar desde otro punto de vista. Lo que quiera que sea es exactamente lo que en su día combatían bandas como Pavement, que necesitaban reinventarse en cada disco y que terminaron exactamente igual que los Rolling Stones. O peor: ni siquiera graban un disco para justificar la gira. Con el manido «una oportunidad para la gente que no nos pudo ver en su día» llega.
¿Era el indie esto?
Seguro que no!
Un caso paecido al de My Bloodie Valentine supongo, pero bueno, le contaremos a la vuelta si merecio’ la pena 😉
El problema no es que ocurra esto, que se sucedan estas reuniones. El problema es:
a) Haber unos evangelizado a favor de la pureza, y sobre todo, en contra con nombres y apellidos, de los que no comulgaban con el mito indie, neo – punk de prohibido envejecer.
b) Habérselo creído otros.
no sé si era esto exactamente, pero antesdeayer estuve en Amsterdam viéndoles y fue una maravilla. En gran parte por ese recuerdo de la juventud perdida que comentas, pero hubo más. Al fin y al cabo Pavement eran ese indie iconoclasta del que hablas, pero también Shady Lane, canción que sin llegar a entender su letra al 100% (como me pasa con todas sus canciones) diría que habla de cuestiones como la crisis de la mediana edad. Menos sentido le veo a cantar chistes sobre Stone Temple Pilots, y aún así los coreé encantado.
Con tu permiso, copio lo que he escrito en el foro del primavera sound sobre el concierto. Y perdón por el bloque, pero hoy estoy especialmente sensible a todo el tema Pavement:
de vuelta de Amsterdam, donde ayer estuve viendo a Pavement
obviamente iba con muchas ganas, pero también con algo de miedo: de todos los grupos que han marcado de manera muy potente mis gustos musicales, Pavement son los únicos que «me han tocado» por edad: el resto (Public Enemy, Beastie Boys, Sonic Youth, Jesus & Mary Chain…. bueno, ya sabeis) ya llevaba un tiempo cuando empezaron a interesarme, si no hacía ya décadas que sacaron los discos que me hacían (hacen) vibrar (los nombres que más o menos todos compartimos, supongo que os hareis una idea). He seguido toda su trayectoria completa en tiempo real (bueno, desde el slanted, de los 7″ y 10″ de drag city me enteré después, obviamente), con mil recuerdos asociados a todos sus discos. Grupo paradigma de una manera de entender la música, con sus cosas buenas y sus cosas malas, que nos ha marcado a toda una generación. Y a los que además no había visto nunca, con lo cual el grado de excitación era enorme.
Verles a ellos en cierto modo era enfrentarme a mí mismo y comporbar cómo nos había sentado el paso del tiempo. En su caso, de una manera bastante particular: Malkmus está igual el cabrón, Nastanovich, Ibold y West relativamente bien, pero joder, Spiral Sairs está mayor mayor. Pero mucho, eh. Estoy seguro de que la culpa es de la gorrilla rollo Delibes que lleva: detiene el paso del tiempo en el resto de la banda haciendo que parezca un abuelo. El día que se la quite Malkmus envejecerá de repente 20 años y a él volverá a crecerle el pelo y adelgazará 15 kilos.
Me dio la sensación de que lo han cogido donde lo dejaron: A Malkmus le vi con especial querencia por los solos y el virtuosismo musical, que compensaba con su actitud de pasar absolutamente de todo (o iba pedo o no se está tomando esto muy en serio), Spiral voluntarioso, y los otros 3 disfrutando de manera desprejuiciada. Ibold con una sonrisa permantente, y mención especial para Nastanovich, the fucking owner of the stall, con sus gritos y sus maracas y la pandereta y la segunda batería. Peeero sin la necesidad de adaptar el setlist a compromisos promocionales. Porque vaya setlist: hablo de memoria, pero a saco de Slanted & Enchanted (in the mouth of a desert, loretta’s scars, trigger cut, summer babe, here, two states..) y Crooked Rain (elevate me later, silence kit, stop breathin, cut your hair, gold sound, range life…), un par del Watery Domestic (frontwards y no me acuerdo de cual era la otra pero era de ese ep), una representación relativamente amplia de Brighten the Corners (las que os podeis imaginar), cosas de Wowee (que recuerde ahora: we dance y rattled by the rush, pero cayeron un par más seguro), y del último ahora mismo sólo recuerdo spit on a stranger. Joder, tocaron todas, hasta Give it a day y Debris Slide (pa pa para pa). Si sólo faltó Box Elder, pero está bien, para el Primavera. Fue un puto concierto de grandes éxitos que en ningún momento lo pareció: por su actitud desmitificadora (cosa que les agradezco), y por el orden del setlist, tethor apuntó que salvo un par de casos no tocaron dos canciones seguidas del mismo disco (cosas del S&E y de CR CR). Y fue emocionante, muy emocionante. Yo igual me quedo con Elevate me later, Loretta’s Scars, Summer Babe, Debris Slide, Trigger cut, Here….. coño, todas.
me releo y veo una crónica un poco chunga, sobre todo porque soy incapaz de transmitir esa emoción de la que hablo al final, igual por el cansancio del viaje, no sé. Pero llevo todo el día sin dejar de pensar en el concierto, ayer me acosté con una sonrisa y hoy también: por el concierto, porque creo que el tiempo nos ha tratado relativamente bien a ellos y a mí, y porque en menos de 3 semanas los volveré a ver.
Pero que esta vez toquen Box Elder, copón
Yo estoy encantado 😉
Yo seguramente iré a verlos, aunque comparto al 100% el contenido del post. Hasta las narices de que los festivales los copen estas reuniones. Yo no quiero ver a los Pixies (ya me fui a mitad de su último concierto en el Primavera por esa sensación de ya no era lo mismo) ni a Pavement. Yo quiero ver a los nuevos Pixies y a los nuevos Pavement y no esperar 20 años a que sean cabeza de cartel, cuando ya lleven un montón de años retirados y sin hacer nada destacable con sus carreras en solitario. Pero el cartel está repleto de casos así. ¿Realmente era necesario llevar a los Charlatans para dejarse en el tintero a grupos como Seabear?
Pese a todo sigo pensando que el Primavera es un buen festival pero me interesan más lo grupos pequeños y lo que se cuece a primera hora de la tarde que sus cabezas de cartel.
Lo que la gente llama indie hoy en día no sé si realmente existe exactamente igual que en los años 90. Simplemente hay que ir por las calles de una ciudad mediana, y ya no digamos grande, para ver cuanta gente va vestida de tal manera porque mola, pero igual no tienen ni pajolera de música.
Por suerte o por desgracia sigue existiendo ese mítico indie que quiere estar a la última, que no le gusta lo que suele sonar en la radio, y que es inconformista hasta decir basta.
El ejemplo más claro es Radiohead, se supone que es indie pero ganan millones de dólares todos los años con sus discos, no obstante son más independientes musicalmente que unos Bloc Party o nuestros Cat People, porque no van con las modas.
De todas formas sí hay una definición difícil en nuestros días, además de la de arte, esa es la de indie. Yo ahora mismo ya no sé ni lo que es…
Un tema para el debate: http://www.lavozdegalicia.com/coruna/2010/05/16/0003_8487732.htm
Bonita entrada Javi!
Típica gira de reunión, eso lleva pasando mucho tiempo y no hace falta ni irse a otro festival para verlo.
Cada grupo es hijo de su contexto, y Pavement no son especiales en eso. La gente ya sabe a lo que va, y al que no le gusta tiene otros 5 escenarios para ver otras cosas.
Yo los vi anoche y me lo pasé muy bien. Creo que sonaron estupendamente, aunque ya sabía que no iba a ver nada nuevo. A mi me sirvió para recuperar muy buenos recuerdos de mi adolescencia. Y para recordar que en el fondo tampoco eran para tanto.
hola,
interesante reflexión a mi modo de ver, pero lo chungo es que este concierto fue muy grande.
Lo siento